(¿Hate?) Love [Catradora]

Capítulo 11.6

El juego terminó con sentencias absurdas, presos de reírse del otro por cosas tan poco triviales, como gustos culposos o momentos vergonzosos de su pasado. La que debía cumplir con la prenda había terminado por ser la misma Melsy, la más inocente, siendo seguida por la japonesa, lo que sorprendió a muchos, quienes creían que el colorado iba a ser el primero en perder.

—Mamá...—empezó la rubia, siendo observada por la pareja de manera seria. En el fondo, por el barandal del segundo piso, se podían ver 6 adolescentes espiando la situación, manteniendo las risas adentro—. Necesito decirles algo serio.

Adora y Catra cruzaban miradas, observando a la menor con preocupación por la repentina seriedad. ¿Había roto algo? ¿Qué había pasado?

—Pues... Hace no mucho... Yo...—. Melsy se sentía culpable, pero era la prenda del juego, y si quería que sus amigos cumplan con sus prendas, debía de cumplir las de ellos—. Estoy embarazada.

El segundo piso estalló en risas al ver la sorpresa en los ojos de las adultas. Los mayores chocaron los cinco mientras la pelinegra observaba la situación manteniendo la risa.

Catra reventó en risas segundos después, siendo observada por ambas rubias.

—¡Dios! Por poco y te creo... Ugh, mi estómago...—. Limpiaba lágrimas de sus ojos de distinto color, sosteniendo su vientre con una mano—. Muy buena esa. ¿De quién fue la idea?—. Melsy se sonrojó, pero sonrió aliviada.

—Ethan y Nami—respondió cruzando sus brazos, dirigiendo su mirada al piso de arriba.

La rubia subió las escaleras, dejando a Adora ahogada en un vaso de agua con aquella frase.

—No entiendo de qué ríes...

—Fue una prenda, amor. Además, ¿crees que nuestra dulce abejita perdería la virginidad y no nos habríamos enterado? Relaja tus hombros, te tomas todo en serio—. Seguía riendo ante la ingenuidad de su pareja, mientras el grupo de adolescentes hacía burla de la cumpleañera.

Continuaron con el juego que tenían planeado, girar la botella.

La tensión crecía a medida que Ethan comentaba cómo iban las reglas.

—¿Todos están de acuerdo con que no importa quién toque?—. La pregunta causó tensión. Los varones fueron observados por las chicas, esperando una respuesta.

—A mí no me importa mucho—contestó Zeka.

—A mí tampoco—dijo Ethan con una sonrisa dominante, causando un sonrojo inesperado en dos de los presentes. La mirada terminó sobre Asher, quien se sentía algo incómodo.

—Yo... No quiero—respondió, recibiendo una sonrisa de parte del grupo.

—Bien, podemos comenzar. Las reglas son simples. Se decidirá según la botella quién comienza el juego y quién es retado a un beso. Sólo serán las primeras tres. Luego, la botella comenzará a plantear un juego de verdad o reto. Al azar, según la botella, el que gira deberá preguntar o retar al que apunte.

El juego comenzó, lo que indicaba que habrían tres besos en ese momento, presos de pura suerte. 

Ethan giró la botella para indicar quién empezaría el juego.

—Y el primero es... ¡Nahomi!—. La ojiceleste sintió su corazón pegar un pequeño salto al escuchar su nombre, pero se acercó al centro y giró la botella vacía e cerveza que habían robado de la fiesta.

Comenzó a frenar lentamente, siendo una tortura para la de cabello corto. Cerró sus ojos, esperando escuchar la voz del castaño diciendo el resultado.

—Le tocó besar a... ¿Melsy?—. La rubia rió por lo bajo, observando la confusión de la ojiceleste. Se acercó pícara a Nami, siendo observada por el resto del grupo.

—Bombona, ¿puedo probar?—comentó con una mirada pícara, causando una carcajada en la mayor. Estaban sentadas una junto a la otra, por lo que no sería complicado.

—Claro, cómo no—respondió en medio de una risa. Ambas eran observadas desde cerca por las otras dos chicas, quienes no creían lo que estaba por suceder.

—Por favor, cuídame—soltó con dramatización exagerada, causando risas a lo alto en la vestida de negro, siendo la canción más hermosa para el azabache—. Es mi primer beso—comentó, riendo también.

—Sólo hagámoslo y ya, idiota—. Tomó a la rubia por la nuca y estampó sus labios con ella, dejando a todos boquiabiertos. Sólo fueron unos segundos en los que jugó en la boca de la menor, pero Bee quedó hecha un tomate. No esperaba aquella repentina acción de parte de su amiga, por lo que quedó sorprendida, pero rió con el resto y continuó el juego.

Ethan volvió a girar la botella, siendo presa de ojos de distintos colores. Sólo quedaban dos besos, y habían algunos en particular que querían probar específicos labios.

—Y comienza... ¡Teela!—. La castaña temblaba, pero tomó la botella y la giró, observando el extremo de ésta.

—Le toca a... Saori—comentó el castaño con tremenda confusión y toques de risa, observando a su amiga de la infancia con burla.

—¡Paso!—gritaron ambas a la vez, recibiendo risas de parte de todos, lo que causó leves sonrojos en sus rostros.

—Bien, bien. Teela, gira otra vez—. La castaña apretaba los extremos de su vestido, esperando ser escuchada por el universo—. ¿Otra vez? Con la rubia—comentó, algo desanimado. Nadie lo notó, excepto por el ojimiel, quien le envió una mirada de apoyo.

Melsy sintió la sangre subir a sus mejillas de manera instantánea al escuchar ser mencionada ante su amiga.

—¿Con Til?—. A diferencia de la ojiceleste, Teela había enviado demasiadas indirectas de tener cierto crush en ella, lo que la hizo sentir muy culpable. ¿Debía continuar con eso? ¿Tenía que besar a la castaña frente a la japonesa?

Giró el rostro de Bee, quedando a centímetros de ella. No habrán durado mucho el cruce de ojos, pero para ellas fue una eternidad.

—¿Qué piensas tanto, linda?—comentó sonriente, aumentando los nervios de la menor—. Sólo es un beso—rió levemente para cortar la poca distancia que las separaba, juntando sus labios de manera delicada. Una pequeña ovación fue recibida de parte de los chicos, quienes no creían ver aquello frente a sus ojos. Una vez cortaron, la castaña continuó alentando el juego de mejores humores, mientras Melsy se sentía ida.

—Por último... ¡Zeka!—. El colorado giró la botella emocionado, sorprendido del resultado. Las chicas comenzaron a gritar, fangirleando, mientras Asher se tapaba los ojos y se tiraba en el suelo, culpándose por estar en medio de esos dos.

El beso entre Ethan y el pecoso no duró mucho, pero fue suficiente para despertar el lado fujoshi en todas las presentes.

Ahora comenzaba la mejor parte que les permitiría conocerse mejor.

Verdad o reto...