Capítulo 14.0

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—¡Hola chicos!—gritó la ojiverde, abrazando a Asher y a Zeka. Se los había encontrado fuera del colegio y esperaba ver a sus amigas dentro también, por lo que, mientras conversaban, tomaron camino puertas adentro.

—¿Sabes Bee?—comentó Asher, llamando la atención de la más alta—.  Antes de que sigamos y hagas preguntas...—. Vieron a Saori y a Nahomi hablando en los casilleros a lo lejos, a lo que Zeka se adelantó y ellos frenaron el paso—. Nami y yo no tenemos nada asegurado, aún... Ella tomó su espacio luego de tus 15 y no quiero apresurar las cosas...—. Melsy levantó una ceja, cuestionando los movimientos de su amiga, pero asintió en acuerdo, dejando al ojimiel más tranquilo.

El día pasó normal, las clases fueron aburridas y sus amigos fueron los torpes que siempre solían ser...

Exceptuando una cosa.

—¡Mel!—gritó, provocando que la rubia saliera otra vez del salón para quedar cara a cara con ella—. Oye, uhm... Este era el último recreo y, antes de que nos vayamos, quería p-pedirte... quería decirte si...—. Comenzó a juguetear con sus manos en su espalda, colocando sus pies de puntillas y bajando, sucesivamente. Trató de tranquilizarse, colocó uno de sus mechones de pelo detrás de su oreja y levantó la mirada, encontrándose con aquellos curiosos ojos verde esmeralda que tanto amaba—. Quería pedirte si querías ir conmigo a tomar un helado luego de clases...—soltó, cerrando sus ojos para no ver la reacción de la rubia.

—U-Uhm... yo...—. Abrió sus ojos lentamente, encontrándose con algo que creyó no podría ser aún más tierno. Melsy tenía su mano en su nuca y la otra en su bolsillo, mirando la pared mientras mordía su labio inferior y pestañeaba exageradamente, signo de que se encontraba nerviosa. Sonrió ante aquella imagen acompañada de un leve rubor en sus mejillas—. S-Seguro... uhm... ¿Sólo las dos?

—Sip—respondió con más confianza.

—De acuerdo... Entonces...—sonrío en grande, encontrando aquellos ojos negros con los suyos—. Te veo en la salida, Saori...

—Sí, nos vemos...—. Ambas giraron en su eje y se dirigieron a su aula correspondiente, sonrojadas y con una gran sonrisa en sus rostros...

Nahomi exigió explicaciones.

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—¿Amor?—preguntó Catra, colocando una de sus manos en el muslo de su pareja—. ¿Todo en orden?

Adora giró la cabeza, observando a la morena conducir mientras le dedicaba miradas preocupadas de manera fugaz.

—Sí, Catra... ¿Por qué lo preguntas?—. Sí, su rostro se había deformado en una mueca de tristeza por unos segundos, pues habían pasado por el pasillo donde había encontrado a Bee la primera vez, pero se sorprendió de que su pareja lo haya notado en sólo segundos...

—Por tu mueca... recién.

—Oh, sí... Acabamos de pasar por el lugar donde encontré a Melsy la primera vez, sólo es eso. Pero ahora estoy contenta de que esté aquí con nosotras.

—Ella tiene todo lo que necesita ahora, sólo tenemos que estar para ella. Nada malo volverá a pasar—. Justo había frenado en un semáforo, a lo que se estiró lo más que su cinturón de seguridad le permitió y plantó un pequeño beso en los labios de la rubia, continuando con el viaje.

<<Debo hacerlo en algún momento, pero tengo que organizar bien todo... No quiero errores estúpidos>>

Catra se mordió el labio, pensando en los lugares a los que podría ir.

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—Y entonces mi hermano me gritó: "SAORI, TU HERMANO ESTÁ COMIENDO LAS TUTUCAS VENCIDAS"—. Ambas rieron a lo alto con las cucharas de plástico en la mano—. Y yo pensé que era imposible porque estaban arriba de la heladera y mi hermanito tiene 8 años... era imposible.

—¿Estaba arriba de la heladera?—Bee estaba preparada para reírse a lo alto otra vez.

—¡Estaba arriba de la heladera!—reclamó, incrédula de que aquello hubiera pasado mientras la ojiverde reía nuevamente a carcajadas, imaginando la situación en el departamento de la pelinegra.

No había pasado mucho tiempo desde que estaban allí en la heladería, sentadas en una mesa pequeña en un rincón, comiendo cada una de un pequeño pote, disfrutando de anécdotas divertidas y de la simple presencia de la otra.

—Uhm... ¿Saori?—soltó Bee. Su duda le carcomía la cabeza, así que sólo decidió expresarla ahora que se sentía más cercana a la japonesa.

—¿Sip?

—Disculpa mi pregunta, pero tengo la duda desde hace un tiempo y...

—No hay problema, dime.

—Uhm... ¿Cuál es tu orientación sexual?—. Su corazón latía a mil. Hace no muchos días, en plena noche, había descubierto la que estaba segura era su orientación, ella se identificaba como una chica bisexual. Y una vez lo definió, se sintió contenta, pero no.pudo evitar pensar en sus amigos más cercanos. Sabía que Teela era lesbiana, sabía que Nahomi era bi también, tal como ella, y que Zeka era gay, pero no sabía del resto... Y Saori era la que más la intrigaba.

Más aún con la posibilidad de que no le interesen las niñas y ella ahí, rogando por juntar sus manos y ser su centro de atención.

—Es increíble que hayas tardado tanto—respondió Blancanieves, llamando la atención de Bee.

—¿A qué te refieres?

—Digo, la mayoría de las personas suelen preguntarte eso como una de las cosas principales, ¿sabes? Así como, tu nombre, edad, orientación... A menos que seas hetero y asumas que todos son hetero—dijo rodando los ojos, sacando una pequeña risa a la rubia. Soltó su cuchara sobre el pote vacío y apoyó sus codos sobre la mesa, dejando caer su cabeza sobre sus manos.

Mesly podía sentir su corazón latir, casi al punto de saltar fuera de su pecho, hasta que escuchó una respuesta.

—Soy pansexual, Mel.

Bee procesó aquellas palabras, perdiéndose en los ojos negros de la joven sentada frente a ella.

En su mente, recordó las orientaciones y las banderas de la comunidad a la que pertenecía, cayendo en una rosada, amarilla y azul. Sonrió en grande.

—Wow, eso...—. Su mano derecha terminó en su nuca, otra vez, sintiéndose nerviosa por la intensidad de la mirada de Saori—. Eso es genial...—respondió sincera, notando como el calor se acumulaba en sus mejillas, sacando una pequeña sonrisa de parte de Blancanieves que, como si fuera posible, provocó un salto en el pecho de la menor.

—¿Quieres ir a pasear al parque un rato?—preguntó la japonesa, notando como los nervios corrían por Melsy.

—Está bien, vamos...

(¿Hate?) Love [Catradora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora