Capítulo 11.3

733 124 17
                                    

Los tres grupos lograron reunirse en el punto, aunque los ambientes eran tan distintos en comparación. El grupo de Asher y Zeka era neutro, parecían haber conversado sobre algún tema trivial, pero no mencionaron palabra sobre el tema; el grupo de Ethan y Teela tenía una tensión que podía cortarse con un cuchillo y el trío de amigas sólo reían de bromas sin sentido.

Llegaron al complejo de cabañas con los humores mejores debido a las grandes sonrisas que la rubia brindaba. Era un sol con piernas, iluminando los días tristes de sus amigos, todos estaban de acuerdo con ello.

—¿Mamá? ¡Llegamos!—anunció Bee, entrando a la cabaña, siendo seguida por el grupo. Sin recibir respuesta, se dirigieron hacia el porche trasero, donde había más espacio para terminar con lo que habían comenzado.

Sacaron las caracolas de las bolsas y las colocaron en baldes con agua, quitando la arena y demás. En el proceso, agua terminó en la cabeza de cada uno.

—¡ETHAN!—gritó la castaña con el rostro rojo mientras el mencionado carcajeaba en el suelo junto a su cómplice, la cumpleañera—. Dejen de reírse, idiotas—respondió con una malévola sonrisa, tirando el balde de agua hacia el dúo, pero lo esquivaban, causando que Nahomi quede empapada.

—¿Qué se creen que hacen?—. Sus expresiones gritaban guerra, a lo que corrió a mojar a la castaña, fallando sobre Saori, quien culpó a Zeka por estar detrás de ella en el momento equivocado. A todo esto, la rubia y el castaño seguían riendo a no parar, huyendo de una Teela con sed de venganza.

Zeka se escondió detrás de Asher en el momento en que la pelinegra le lanzó el balde de agua, siendo el más alto víctima de esto. Nahomi explotó en risas al ver al azabache con los ojos cerrados, manteniéndose en liberar toda su furia en la japonesa y el colorado, a lo que decidió soltarla sobre la ojiceleste, quien comenzó a correr por el porche, huyendo del más alto.

—¿POR QUÉ YO? NO TE TIRÉ AGUA... AHHHH—gritó al sentir como el ojimiel la alcanzaba sin mucho esfuerzo. Las risas inundaban el lugar, todos se perseguían entre sí, causando una sonrisa en la pareja que los observaba por la ventana.

Terminaron todos mojados de pies a cabeza, agradeciendo el haberse quedado con los trajes de baño debajo de sus ropas. 

Con la ayuda de las mayores, ingresaron a la cabaña con las toallas sobre sus cuerpos. Cada quién tomó camino hacia el pasillo que le correspondía, observando los asignados por la cumpleañera.

—¿Y esto?—preguntó la castaña, observando los nombres en cada pasillo.

—Lo hice yo después de almorzar. Mamá me ayudó a armarlas para no tener problemas—. Nahomi y Saori miraron a la rubia con cansancio, tomando rumbo hacia la habitación que les pertenecía para ocupar el baño primero. Teela se quedó observando la lista de nombres, queriendo averiguar qué pasaba por la cabeza de su amiga al momento de organizarlos de aquella manera.

—¿Ethan y Asher? ¿En una habitación? Apenas y se hablan esos dos...

—Exactamente—. Envolvió su toalla sobre su cuerpo, el aire fresco de la noche comenzaba a pegarle, aún dentro de la cabaña.

—Supongo que habrás tenido la misma lógica al colocarme en una habitación con Saori...

—Claro que sí—respondió, secando su pelo—. No te he visto hablar mucho con ella. Supuse que no habías tenido la oportunidad de conocerla bien o algo por el estilo, entonces las puse juntas en una habitación—. Teela sentía todos sus esfuerzos irse con las olas que se levantaban del mar vecino—. Igual, no te preocupes mucho. Es bastante probable que terminemos todos juntos dormidos en el salón con las carpas.

—Menos mal—soltó sin pensar—. Parecía que estabas planeando un asesinato...—susurró, causando curiosidad en la rubia.

—¿Qué?

—Que parecía que estabas planeando tener mandato—respondió, rodando sus ojos y retirándose a su habitación, dejando a Bee merodeando en su cabeza, pensando en qué moscas le había querido decir su amiga.

Apenas entró al lugar, pudo ver dos camas individuales, una con su bolso bordo y otra con un bolso celeste. Las camas estaban ordenadas, ambas con una pequeña estantería sobre la cabecera para colocar sus cosas personales, y había un pequeño papel beige en cada cómoda junto a éstas. Curiosa, se acercó a ver de qué se trataba. Sonrió, no era nada más que un recuerdo de la invitación a los 15 de Melsy, la que guardó en su cuaderno especial.

En ese cuaderno solía guardar muchas cosas y escribir pocas. Le gustaba hacer algunos collage e imprimir fotos que amaba para guardarlas allí, siendo testigos de los años de su adolescencia. 

Cerró el cuaderno y lo guardó debajo de su almohada como acto reflejo en el momento en que la puerta se abrió. Se giró en su eje, como si hubiera sido atrapada in fraganti, observando a la pelinegra japonesa, quien tenía la misma expresión de sorpresa que ella en su rostro.

—¿Así que compartimos cuarto?—dijo, llamando la atención en la castaña. Se acercó a su bolso celeste y sacó un conjunto de gala. Según lo que Bee había anunciado en cosas para llevar del grupo, había pedido dos conjuntos elegantes. Uno principalmente para el cumpleaños de la mayor, y otro para el 15 de ella.

Teela recapacitó en que era su turno de usar el baño, a lo que tomó un conjunto de su bolso y su toallón, dirigiéndose hacia el mismo. Su respuesta había sido un simple sonido de afirmación soltado en el camino, ignorando por completo a la amiga de su enamorada.

Cerró la puerta bañada en blanco, apoyándose en la misma. El susto y la tensión de su cuerpo seguían presentes, por lo que respiró profundamente y prosiguió con la ducha caliente que la esperaba.

(¿Hate?) Love [Catradora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora