Capítulo 3.1

996 175 90
                                    

Melsy estaba encerrada en su habitación, observando por décima vez el video que su mejor amigo le había enviado. Teela cantaba con tanta pasión con tanto sentimiento que se sintió tan culpable observando su dolor. Por más que sabía que no lo había causado a propósito, lo había causado.

Unos golpes en su puerta la despertaron de sus pensamientos. Permitió el paso de su mamá, limpiando su rostro de la lágrima rebelde que había soltado segundos atrás.

—Hey, pequeña. ¿Cómo vas?—. Catra entró a la habitación, tomando asiento junto a Bee, notando la apenas visible irritación en sus ojos.

—Bien... Tranquila—. La morena estaba por preguntar qué le había sucedido, pero fue interrumpida—. Hoy me habló el idiota del que te conté. Interrumpió mi conversación con Saori.

—¿Y qué hiciste?

—Lo estrellé contra los casilleros y le grité a la cara que estaba fuera de su ligue—. Catra sonrió a lo grande en respuesta, pasando un brazo por los hombros de Bee, acercando su cabeza hacia ella y frotando su cabello.

—Esa es la pequeña que enorgullece a su madre.

—¡Ya~!—. La risas inundaron el cuarto, invocando la presencia de Swift Wind, quién se unió a ellas en la cama.

—¿Me dirás por qué llorabas anoche?—. Melsy se sintió un poco atacada y débil al escuchar tan directa pregunta. En lo más profundo de su cabeza, había pensado que había engañado a sus madres, pero no lo parece—. No quise tocar el tema por la niñata que estaba aquí, pero ahora podemos hablar tranquilas, si quieres—. Bee miró con el ceño fruncido a la mayor.

—¿Niñata? Se llama Saori—. Catra sonrió traviesa, torturando a su hija.

—Uy, ¿tan rápido avanzaron?

—¡Mamá!—. La morena rió, recibiendo un almohadazo de parte de la rubia, quién se había sonrojado ante las insinuaciones de la mayor.

—Bien, bien. Lo siento, me rindo. Ya, no golpees más...—. Respiró en lo profundo por las risas, admirando la sonrisa de la pequeña, queriendo saber qué más podía lograr para mantenerla en su rostro—. Entonces... ¿Me dirás para que vea en qué puedo ayudarte? ¿O no quieres?

—Yo...—. Bee parecía dudar mucho sobre contarle a Catra sobre su mejor amiga en Nueva York. Se sentía culpable y avergonzada, pero quería pedirle ayuda—. Ethan me envió esto ayer a la tarde...—. Abrió la conversación en su celular junto al video y se la mostró a la morena, quién levantó una ceja sospechosa al escuchar el nombre del castaño—. Me siento tan culpable de no haberlo notado antes... Y de no ser por Ethan, quién sabe cuándo me habría dado cuenta.

—Te contaré algo que, estoy bastante segura, habrás escuchado de parte de tu mamá—. Catra se acomodó sobre el respaldo de la cama de Melsy, invitando a la menor a acostarse con ella—. Hace unos años, había dos muchachas en Nueva York. Habían sido criadas en el mismo orfanato por los primeros años, pero luego fueron separadas por las familias que las adoptaron. Se reencontraron por magia del destino. Comenzaron a reponer el tiempo perdido, pasando 20 horas al día juntas—. Bee miró a la morena a los ojos, notando el brillo de felicidad que estos irradiaban, lo que provocó una sonrisa en su rostro—. Pasando tanto tiempo juntas, comenzaron a tener sentimientos mucho más grandes que una simple amistad, pero no pudieron estar juntas. ¿Sabes por qué?

—¿Porque no sabían hablar abiertamente entre ellas?—. La morena negó, causando un ceño de confusión en la menor.

—Porque tenían miedo—. Melsy abrió sus ojos en grande, escuchando con mayor atención—. Tenían miedo de ser las únicas entre ellas en sentir tales cosas, de no ser correspondidas, lo cual era normal. No querían perder la amistad de la otra, por lo que se guardaron sus sentimientos, provocando muchos malentendidos entre ellas.

—¿Y cómo salieron adelante de eso?

—Una tuvo el coraje de decir lo que sentía, o de demostrarlo—. Catra observó cómo los ojos de Bee se inundaban en lágrimas, causando que le regale un abrazo y la refugie en su cuello, como solía hacer los primeros días con Adora.

—No quiero perderla, mamá. No puedo corresponder sus sentimientos. Tengo miedo de que decida confesarse de frente y no sepa decir nada, perdiéndola—. Catra acariciaba los rubios cabellos de su angelito, escuchando cada una de sus palabras.

—Entiendo cómo te sientes. Pero también debes pensar en ella, aunque te duela—. Melsy miró a su mamá a los ojos—. Si le pides que siga a tu lado luego de aquello, se sentirá mal. Piensa en cómo te sentirías si sólo pudieras ser amiga de Saori—. Bee hizo una mueca de disgusto, queriendo ocultar sus gestos de tristeza—. No es lindo, ¿verdad? Está en ella, no puedes hacer mucho. No te sientas culpable, ¿bien? No tienes por qué...

La rubia comenzó a llorar en el pecho de Catra, recibiendo cada caricia de su parte como consuelo. Sabía que tenía razón, pero le dolía mucho. Con el alma bañada en culpa injustificable, se durmió en pleno llanto sobre los brazos de la morena.

Unos leves golpes en la puerta causaron que la morena gire su rostro, sonriendo al ver a Adora parada allí.

—¿Puedo entrar?—susurró. Catra sonrió y asintió, señalando el espacio a su lado en la cama de la niña. Adora se acercó acomodándose junto a su novia y a su hija, frunciendo el ceño ante los ojos hinchados de la última—. ¿Qué pasó?

—Teela se confesó—. La rubia asintió con una mueca de dolor, colocándose en los zapatos de su hija, pensando en lo culpable que se podía sentir—. Me recordó mucho a Scorpia, ¿recuerdas?—. Adora asintió, mirando a su pareja a los ojos—. Cuando ella me dijo lo que sentía por mí, me sentí muy culpable. Por ella y por Lonnie.

—Lo sé, amor. Me contabas lo doloroso que era entrar al departamento y ver a Scorpia allí, sabiendo que no podías corresponderle.

—Estoy contenta de que haya podido seguir adelante. Siempre fue una persona muy preciada en mi vida y no quería perderla por algo que no decidimos—. Adora comenzó a acariciar la melena de Catra, escuchando sus palabras y memorias.

Pasaron las horas y las tres terminaron dormidas, acurrucadas una con la otra, sin pensar en nada más que en el amor que se brindaban sin importar la situación que enfrenten.

(¿Hate?) Love [Catradora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora