Capítulo 14.5

534 102 32
                                    

—Entonces...—. Todos estaban sentados en una ronda, disfrutando el recreo con algunos snacks, hasta que Zeka habló—. ¿Se puede saber...?—. Levantó su mirada sospechosa, apuntando con su tenedor de plástico a Bee y a Blancanieves, quienes lo miraron a él curiosas de sus próximas palabras—. Ustedes dos.

Saori bajó la cabeza, escondiéndose en su cabello negro. Melsy enseguida supo que se había sonrojado, por lo que rió levemente. 

Aquella era una pregunta que no se hacía, mucho menos cuando no había nada definido. Bee sabía que tenía que contestar, pero no tenía la más mínima idea de qué. Iba a contestar, pero alguien más habló.

—Si algo pasara, nos lo dirían, Zek—soltó Nami, picando del taper del menor, quien se quejó en el proceso—. No creo que tengan algo definido, colo, ya sabremos cuando ellas quieran.

En silencio, ambas mujeres agradecieron a la ojiceleste, mientras Zeka asentía de acuerdo, disculpándose.

La conversación continuó con otro tópico, pero aquel par no dejaba de coquetear por lo bajo, ambas encerradas en su mundo.

______________________________

—¿Y amor?—. Adora estaba pasando las planillas del ingreso de las medicinas para el colegio, revisando de tener todo, mientras hablaba por teléfono con su pareja—. ¿Te avisaron de la entrevista o...?

Sí, dijeron que me probarán como reemplazante en estos meses. Al parecer, la profesora de sociología está embarazada y se tomó licencia, así que caí justo cuando lo necesitaban—. Catra estaba contenta. Al menos hasta que pueda establecerse en un trabajo, tenía algo en lo que dedicarse.

—¡Esas son grandes noticias!—soltó la rubia, sonriente, provocando que la caja de gasas se caiga.

¡¿Estás bien?! ¿Qué fue eso? ¿Adora?

—Estoy bien, estoy bien, Catra—sonrió a lo grande, notando como disminuía la preocupación del otro lado del teléfono al escuchar sus palabras—. Sólo se me resbaló la caja de gasas y bueno... hizo mucho más ruido del que creí.

¿Te lastimaste?

—No, estoy bien, amor. Volviendo al tema, ¿cuando comienzas?

Empezaré la próxima semana, ya que estamos por finalizar. Una profesora de otra modalidad les estaba dando repasos a los estudiantes, así que deberé trabajar en casa para saber con qué seguir.

—De acuerdo, te haré un espacio en una de las habitaciones para que te sientas cómoda.

Gracias, princesa. ¿Hablamos después? Acabo de subir a la moto y debo conducir...

—Sí, nos vemos en casa para el almuerzo, te amo.

Yo más.

Adora continuó con su trabajo, dejando una pequeña sonrisa en su rostro.

—¿Enfermera?—. Acomodó la caja en la repisa, recibiendo a la maestra del primario.

—¿Sí? ¿Qué pasó?—preguntó al ver al pequeño moreno con lágrimas en sus ojos.

—Se cayó jugando en el patio y se lastimó.

—¿De qué curso eres, pequeñín?— se agachó a su altura, queriendo tranquilizarlo y brindarle confianza.

—S-Soy de segundo c...—sorbió y se limpió la lágrima rebelde con orgullo.

—Bien. Siéntate aquí y te curaré—. Lo ayudó a acomodarse y se dirigió a la maestra—. Si quiere, puede volver a su descanso, yo lo llevaré a su aula una vez lo haya curado.

—Muchas gracias, señorita...

—Razz—contestó, estrechando su mano sonriente, recibiendo la misma respuesta—. Bien, pequeñín, dime... ¿Cuál es tu nombre?—. Tomó lo necesario al ver la herida, una gasa y un desinfectante. Un trozo de algodón y cinta para mantener la gasa en su lugar.

—Soy Willow... Roy Willow—. Miraba atentamente lo que hacía la rubia con sus enormes ojitos café.

—Muy bien Willow... ¿Cómo te hiciste esto?—. Vertió un poco de agua para limpiar alrededor de la zona lastimada, era un gran raspón.

—Estaba jugando con mis amigos y... y Brad me empujó—dijo, con algunas lágrimas amenazantes de salir, a lo que Adora frunció levemente su ceño—. Me estrellé contra el escalón cerca del aula, allí me lo hice...—. Limpió la sangre seca y se preparó para poner el desinfectante.

—¿Vives con tu madre?—preguntó, antes de comenzar con aquel líquido. Sabía que al pequeño le iba a doler, pero debía hacerlo, por lo que optó distraerlo.

—Sip, con mi madre y mi tía. Mi mamá trabaja en los directivos de la universidad cerca de aquí—. La rubia se asombró de lo rápido que el moreno se había emocionado, pero aprovechó su emoción por su mamá para colocar el desinfectante rápido. Willow ni se había inmutado del leve dolor de este y seguía hablando de su figura materna—. Es una buena consejera para todos los estudiantes y-y sabe qué decir siempre para hacerte sentir mejor y -y me ayuda cuando no puedo dormir...—contaba sonriente con sus manitas.

Adora colocó la gasa y la cinta, terminando con su trabajo.

—Suena muy importante para tí.

—Lo es—dijo, cruzando otra vez su mirada con la mayor, notando que ya había terminado de curar su herida—. ¡Oh! Ya se curó—. Su boca se abrió en una perfecta o, lleno de sorpresa de la rapidez de la mayor, a lo que Adora sólo rió levemente, sintiéndose hundida por la ternura del niño.

—Aún no se curó, pero lo hará si mantienes tu gasa y te cuidas—dijo, sacudiendo levemente su cabello enrulado—. Te acompañaré a tu salón, ¿bien?—. Tomó un paquete de gasa y le escribió una pequeña indicación para su madre, para que cambie su gasa luego de bañarse.

—Pero no quiero estar cerca de Brad...—. Frenó todo movimiento, procesando la información. Esta podría no ser la primera vez que el niño lo golpeaba, pero si era la primera en que salía lastimado. 

—No te preocupes—dijo, colocando sus manos en sus hombros para transmitirle confianza—. Hablaré con tu maestra para que esto no vuelva a pasar, ¿sí?—. Sonriendo, asintió, tomando la mano de la mayor para ir hasta su salón.

________________

—Señorita Razz, ¿todo en orden?—. La secretaria que la había recibido desde el primer día se había vuelto alguien de confianza. Tal vez no una amiga, pero una compañera cercana de trabajo. Adora sonrió levemente como saludo, pero se acercó para conversar con ella.

—¿Puedes tener en la mira a este niño de segundo c? Su nombre es-

—¿Brad? Si, no eres la primera en avisar...—dijo, revisando su portafolios y sacando la planilla del niño—. Me fijaré de hablar con sus tutores para que no vuelva a pasar.

—Muchas gracias...

(¿Hate?) Love [Catradora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora