Capítulo 13.1

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Sí, estoy desocupada Miel.

—Creí que estabas escribiendo—. Melsy se acomodó en el rincón, tomando el cuadro de su madre entre sus manos. 

Sí, bueno, el mensaje fue claro. ¿Pasó algo?

—Sí...—. Se quitó un auricular y prestó atención a las voces que provenían de la planta baja. Habían dejado de gritar, pero seguían discutiendo sobre el tema. ¿Conocían a Lix? ¿O no estaban de acuerdo con que conecte con su familia biológica? Tal vez alguna de ellas tenía miedo de perderla... Se colocó el auricular otra vez y siguió conversando con su hermana—- ¿Puedo saber por qué no quieres que mis mamás sepan de ti?—. La llamada quedó en silencio, Bee solo podía escuchar la estática por el micrófono.

Pues... No estoy segura de que sepas la historia...—. Melsy sentía cada vez más culpabilidad y más comprensión hacia sus madres, a medida que Lixxie hablaba sobre cómo había conocido a Catra en Londres y lo que había sucedido antes de su llegada oficial a la familia.

—Entonces tienen mil y un razones para cortarte la cabeza en el momento en que cruces la puerta, ¿verdad?—. Bee no sabía cómo sentirse respecto a la situación y de qué lado colocarse. Según su punto de vista externo, ambas partes tenían algo de razón.

Siendo sincera, sí...

—Bien, hablemos más tarde... Necesito acomodar mis pensamientos ahora...—. Sin esperar una respuesta de parte de la mayor, Melsy cortó la llamada. 

Comenzó a aturdir sus oídos con su música favorita, abrazando el cuadro de su madre biológica y procurando mantener su respiración calmada, acomodando ambos puntos de vista.

¿Había algún punto medio en tremenda situación?

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—No pienses que la voy a recibir en la casa como si nada—. La morena estaba sacada de sus cabales. No sólo que la situación parecía sacada de una telenovela turca, sino que también se trataba de su hija...

—Pero hay algo que no estás entendiendo... Melsy es adoptada...—. Adora intentaba mantenerse calma ante la situación, procurando no expresar su incomodidad ante la nueva noticia. Si querían a su hija, debían aceptarla con sus antiguos familiares, sean buenos o malos—. Ni que Lix fuera tu hija, Catra. Entiendo que sea un poco... traumante e incomprensible la situación, pero hay que hacer lo imposible. 

—¿Traumante e incomprensible?—. La de ojos heterocromáticos no podía pensar con claridad, soltando cada palabra que cruzaba su cabeza, sin detenerse a procesarla, y Adora lo sabía—. ¡Me acosté con la hermana biológica de mi hija! ¡¿Cómo le llamas a eso?! Sin mencionar que, ¡como cereza a la torta!, es una loca acosadora obsesionada conmigo—. Las manos de Catra volaban y revoloteaban a medida que caminaba en círculos por la sala, siendo observada por la rubia sentada en el sillón.

—¡CATRA!—gritó la de ojos celestes, algo harta de lo histérica de su novia—. Entiendo las razones por las que estás así —soltó con tonos más suaves al notar que la mayor había frenado sus pasos y bajado sus manos—. Lo entiendo muy bien, no quieres saber nada de ella por todo lo que hizo—. Se acercó por su espalda y la abrazó, susurrando sus palabras, sabiendo que podría calmarla, aunque sea un poco, para poder hablar de manera correcta con Melsy—. Las mierdas que hizo para que ambas lo pasemos mal... pero piensa. Ella jamás le hizo daño alguno a nuestra Bee—. Catra levantó su cabeza suavemente, escuchando a su pareja—. Le regaló una caja llena de cosas de su madre biológica...—alargó la palabra llena con dulzura. No le gustaba defender a la inglesa, pero debía de darle razones a la morena para hacer tregua con ella. Por Melsy—. Y también los fuegos artificiales en su cumpleaños... Piensa que eso es lo que nosotras sabemos, imagina las cosas que le debe haber comprado o tal vez pasaron tiempo juntas y Bee tuvo que esconderlo...

—No me gusta que ella sienta que tenga que mentirnos—soltó adolorida, Adora cambió su posición, pasando de abrazarla por la espalda y acariciar su cabello a tomar su rostro entre sus manos, cruzando miradas como amaban hacer.

—Lo sé... Por eso deberíamos saber lo que hace con ella y tener un contacto en caso de que algo pase...

—No confío en Lix

—Yo tampoco—. La mirada de la rubia estaba bañada en determinación—. Pero confío en Melsy... Si ella cree que están mal las acciones que su hermana cometió y no quiere relacionarse con ella por eso, está bien. Si Lix le pide perdón y, de manera honesta, reconstruye su relación de una manera sana y Bee lo permite, está bien...—. Comenzó a acomodar los mechones rebeldes que se habían salido de su lugar en aquel ataque de histeria—. Lo que importa es que, si algo pasa, Melsy sepa que puede confiar en nosotras y manejar la situación, ¿Sí? Así como sigue todos tus consejos sobre la secundaria...—. Ambas rieron levemente ante el recuerdo de la pequeña orgullosa por haber puesto al playboy en su lugar.

—Tienes razón... Supongo que sólo queda hablarlo con ella...


(¿Hate?) Love [Catradora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora