Y ahora, ¿qué?

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-¡Miella, espera!

Pero Yaxah no se detuvo.

En la oscuridad nocturna, deslizándose por los peñascos que daban la espalda a Nexus, la rebelde vastaya se alejaba más y más, al tiempo que era perseguida por el príncipe.

Raken no quería retenerla usando la fuerza, de modo que en un intento por detenerla, usò su celeridad, con el fin de obstruirle el paso.

-¡!

Ahora, el príncipe de Lothlania se encontraba frente a ella, con los brazos extendidos a ambos lados del cuerpo, tratando de impedirle avanzar.

Yaxah lo miró con una furia reprimida.

Pero Raken sabía que, tras ese enfado, la chica escondía algo más: preocupación.

-Yaxah...

-¡No hay tiempo qué perder!

-¡Yo te entiendo; estás preocupada por Cralia...!

-¡¿Acaso tú no?! ¡Es una hembra vastayana inocente, que será asesinada por un monstruo! 

Él asintió; claro que entendía la situación; ese "ser" podría desquitar todo su enfado contra ella. Y por su tamaño y características, sin duda podría darle una muerte dolorosamente terrorífica. El simple hecho de imaginarse un delicado cuerpo femenino entre las fauces de un adefesio gigante...

A Raken le dio un escalofrío.

La cuervo notó la usual mirada perdida de su compañero. Ella gruñó.

-¡No es momento para tus divagues!

-Pero... Tarec dijo que aún tenemos antes de que el sol se pose sobre el horizonte para alcanzarlo ¡y... y no me has dicho el plan...!

Yaxah miró a Raken con la boca apretada y los ojos muy abiertos; luego bajó la mirada, negando con la cabeza.

-¿Yaxah?

-No...

-¡¿No...qué?!

-No tengo un plan...

Raken alzó las orejas de golpe y la miró, incrédulo.

-¡Estás bromeando!

-Hay que seguir avanzando,- finalizó con severidad, al tiempo que le daba la espalda a su compañero y se preparaba para volver a correr.

-¡Oye, yo también tengo miedo!

Yaxah lanzó un débil grito ahogado. Y volteó su cabeza por encima del hombro, para verlo.

Los ojos de Raken estaban clavados en ella. En ese momento, no irradiaban nada de su divertida ligereza, tan típica de él. 

En lugar de eso, había un vastaya alerta, con auténtica preocupación en su mirada.

-Ven aquí,- dijo ella con voz dulce, al tiempo que extendía sus brazos hacia él, con sus ojos llenos de una angustia reprimida.

Ante tal petición, Raken se acercó a ella, estrechándola entre sus brazos y cubriéndola con su capa. Sabía que no era el momento, pero el hecho de que Yaxah lo necesitaba, lo hacía sentir preso de un júbilo tan intenso y apasionado, que nunca había experimentado. 

Antes de conocerla, estaba ansioso por amar a alguien que lo valorara por ser él y no por lo que tenía o su aspecto. Algo real.

Pero ahora que la tenía ente sus brazos, sentía que lo que tenían, no podía ser algo usual.

-Tarec dijo que sólo nosotros podemos impedir que la mate...-murmuró Yaxah, alzando su rostro, para ver a Raken.

-Sí...

(Sí, ésto no puede ser de este mundo...)

-Pero dijo que si lo hacemos mal, la matará y luego nos atacará a nosotros...

-Es cierto.

(Es cierto... lo nuestro también fue influenciado por Montergún y por sus espíritus...)

-No sabemos cuáles son sus ataques, o su tipo de magia, o mínimo si nos entiende. Pero su magia es cientos de veces más poderosa que la nuestra.

-Sí...

(Sí... y la magia de los espíritus del día y la noche...)

-Y luego, Tarec sólo nos cuenta una leyenda de Montergún.

(Un momento...)

-Cariño... olvidaste algo.

-?

-Antes de irnos, Tarec dijo que recordáramos  "la magia de la leyenda."

Yaxah esbozó una débil sonrisa. Raken continuó:

-Sé que Tarec no te dio muy buena espina, pero...

-No... pero confío en ti y...

De repente, Yaxah se detuvo en seco. Acto seguido, se puso de puntillas y le dio un sonoro beso a Raken en la mejilla, al tiempo que terminaba el abrazo. El vastaya se sorprendió.

-Esteee... ¿miella?

-¡Sigamos! Te explico en el camino,- dijo ella, al tiempo que comenzaba a avanzar.

Raken asintió, y empezó a correr junto a su lado. 

-¡Cuando un gran suceso mágico ocurre, la magia del lugar en el que dicho suceso ocurrió, tiende a repetir el último patrón de dicho suceso!

-Ajà,- respondió Raken, un tanto confundido.

Pero, no solo el lugar. Varios objetos que se hallaban en el mismo, también "repiten" el suceso, ¡en especial si tuvieron algo que ver con dicho acontecimiento mágico! Lo ùnico es que hay que saber cómo reactivarlos! ¿Entiendes?

-Ehm... ¿si?

-Tomaré eso como un no... ¡Raken, hablo de éstas!- exclamó Yaxah, al tiempo que se detenía y sacaba las dos plumas que sostenía en su insignia.

-¡Ah!- gritó Raken entendiendo (parcialmente).

-La cuestión es que... ¿como podríamos reactivarlas?





















La Ceni(Xayah)cientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora