La Ceni(Xayah)cienta

¿Estás pensando en mí?

En toda la historia de Lothlania, nunca habían pasado tantas cosas en una sola noche.

La "huída" del futuro monarca, el cielo "rompiéndose", la luna "poseyendo" al sol, el destello que cegó a todos...

Y claro, la misteriosa desaparición de la recién encontrada pareja del príncipe.

Solo se sabían 3 cosas de ella:

Que estaba peleando contra acólitos en un claro del bosque del reino.

Que el príncipe la llamaba: Cosmic Dusk.

Y que había desaparecido tras el destello del sol al ser "poseído" por la luna, dejando una sola de sus plumas atrás.

Ahora bien... como nadie ajeno al príncipe y algunos soldados la habían visto de cerca, ninguna de las vastayanas que quisiera "hacer trampa", podía realmente hacerse una idea de cómo lucía esta tal "Cosmic Dusk".

Lo único que todos sabían de su aspecto, era que su plumaje era color "cielo nocturno".

En el palacio, todos los consejeros, estrategas y militares de alto rango se hallaban en junta, intentando compartir ideas de cómo encontrarla.
Y así, la noche se transformó en día.

El príncipe (ya sin el skin amoroso), iba con su ropa de siempre, de un lado a otro, poniendo en orden algunos asuntos del reino con Otrann y luego, iba corriendo con los consejeros, para saber si ya se les había ocurrido algo.

Raken llegó al corredor donde estaba su habitación, seguido por Ottran. Pero, se giró y le dijo:

-Yo... ¡necesito un momento!

¡BLAM!
Y azotó la puerta.

Ottran suspiró frustrado y se mesó las sienes.

Dos sirvientes que limpiaban el corredor (Frilk, un joven mayordomo de plumaje azul claro y Vunúa, una maid de plumaje color durazno), miraron la escena, perplejos.

-Nunca antes había visto al príncipe así,- murmuró Vunúa, negando con la cabeza.

-¿Y si vas y le ofreces vino para que se tranquilice un poco?- propuso Frilk, esperanzado.

-¡Ya se lo ofrecí! ¿Y sabes lo que dijo? "¡NO, GRACIAS!"

Frilk miró a Vunúa, asustado y lanzó un grito ahogado.

-¡¿Él...declinó...una copa de vino?!
O_O

-¡¡Lo sé, yo también me espanté!! ToT

(...)

Raken se sentó al borde de su elegante cama y sacó la pluma de Cosmic Dusk; la había adherido al broche que sujetaba la capa de seda que cubría sus hombros.

La contempló largamente, con tristeza.
"Si sólo supieras... renunciaría a todo ésto con tal de tenerte aquí, frente a mí..."

Y sin darse cuenta, empezó a tararear lentamente y en voz baja, la canción que habían interpretado al bailar.

"Dusk, ¿Dónde estás? ¿Estás pensando en mí?"

"¿Acaso creíste que no podríamos estar juntos porque soy el príncipe?"

Viendo en retrospectiva, nunca nadie lo había hecho sentir así en toda su existencia.

A simple vista, podría decirse que, por ser "el Príncipe Sol", su vida siempre había estado llena de lujos, comodidades y alegrías sin fin.