La pelea fue brutal.Brandtyr, un luchador de Friljord usó su martillo de hierro gigante, su escudo y sus músculos.
En tanto que Toetlúik (de Ixkal), usaba su velocidad y su armas, que eran lanzas y una macana de obsidiana.Los combatientes atacaron, esquivaron, se cayeron, se levantaron... cada uno utilizó técnicas sorprendentemente violentas y letales.
En las gradas, el público vitoreaba al luchador de su preferencia.
Tras algunos rounds, a pesar de su enorme tamaño y fuerza de su contrincante, Toetlúik logró herir seriamente a su contrincante en los brazos.
Al hacerlo, Brandtyr ya no pudo atacarlo ni protegerse, de modo que el peleador de Ixkal dió una extraordinaria pirueta hacia atrás. Luego, con un salto increíble, le atestó un buen golpe en la nuca a Brandtyr, con la base de su macana.
El gigantesco guerreros cayó inconsciente y entonces, para el deleite de los fans, Toetlúik tomó una de sus lanzas y cortó de un tajo la larga y rubia trenza del vencido.
(...)
Era cierto que la batalla había sido interesante de ver, pero Yaxah se dió cuenta de que la mayoría de los espectadores gustaban más de la violencia que de las técnicas de combate.
Ella sabía de primera mano que, el instinto bélico era vital para ser un guerrero. Pero...
-¿En verdad, poner tu vida en riesgo, sólo por dinero?- preguntó Grauken en voz baja y triste.
Negó con la cabeza y se bebió una segunda copa de vino.Yaxah volteó rápido a verlo. Parecía que él le había leído el pensamiento.
Grauken se percató de la mirada de la vastaya y sonrió con tristeza.
-No me tomes a mal; creo que hay cosas por las que sí vale la pena luchar... aunque al hacerlo... corras el riesgo de morir.-¿Como qué?- preguntó ella un tanto interesada.
Grauken miró su copa.
-Pues... por la libertad, el ser a quien amas, una buena causa...Al oír está respuesta, Yaxah no pudo evitar sentirse levemente atraída por Raken.
Un leve rubor apareció en sus mejillas y giró la cara hacia donde los dos guerreros recibían ovaciones y algunos curanderos les limpiaban la sangre que brotaba de sus múltiples heridas.
Raken se dió cuenta de la súbita vergüenza de su amiga, pero entonces notó otra cosa.
-Oye, ¿a dónde fue Wukung?Yaxah lo miró desconcertada.
-Se fue a la mitad de la pelea. Dijo que tenía que hablar con Sitt, ¿de verdad no se dió cuenta? ¡Estaba sentado en medio de nosotros dos!Raken bufó.
-Oh, bueno... como sea, pierde su tiempo; Sitt adora ser "el jefe". No va a hacerlo cambiar de opinión.Yaxah suspiró y se cubrió los ojos con una de sus manos.
-Si tan sólo hubiera sabido que iba a reaccionar así...
-No te culpes, Yaxah; no era algo que hubieras podido saber. Además... él puede ayudarnos a encontrar a Dusk, ¿Verdad?
Yaxah asintió y su mirada se suavizó al pensar en dicha esperanza.
Si todo salía bien, la encontrarían pronto.Raken le devolvería la pluma, le diría quién es y le propondría matrimonio. Y ella, le diría "sí".
Claro que sí.Se la llevarían a Lothlania, donde tendrían una boda de ensueño.
Luego, Raken sería rey, Dusk sería reina, vivirían en el palacio y...."Y juntos vivirán encerrados en una hermosa mentira, distraídos con fiestas y cosas lindas, aunque banales. E ignorando por completo que la magia que hace de su reino algo único, está siendo amenazada por humanos ambiciosos."
Finalmente, Yaxah suspiró.
"No; yo no podría vivir así; dándole la espalda a la realidad que ya viví.
Tener que reprimirme, al grado de convencerme, que soy incapaz de hacer algo para detener a los que desean acabar con la escencia vital de los vastaya. Sólo espero que Dusk no piense como yo."-Disculpen,- dijo una voz tosca detrás de ellos. Ambos voltearon
Era otro guardaespaldas.
-El jefe me ordenó que vengan conmigo. Traigan sus invitaciones a la vista para evitar malentendidos.Raken y Yaxah lo siguieron.
(...)
Llegaron a una sala, bastante escondida. Ahí estaba Sitt con otros 2 guardaespaldas.
Y en una esquina, recargado contra la pared, estaba Wukung.
Raken sintió mucha lástima por él; sus orejas estaban caídas, su cara era la imagen del dolor, y arrastraba la cola, como si ésta fuera tan ajena a su cuerpo como lo sería un trozo de soga.
-Vayan a vigilar las salidas norte y sureste con los otros. Si los ladrones creen que bajaremos la guardia después del "corte de caja", como lo hacía el jefe anterior... Pues nada mejor que un brazo roto para enseñarles que no es así, ¿verdad?
Los guardaespaldas rieron a mandíbula batiente, dejando a Sitt con los otros 3 vastayas.
Una vez te cerraron la puerta detrás de ellos, Sitt abrió el cofre y con una mirada llena de perezosa soberbia, les hizo una seña con su mano a Yaxah y a Raken.
Estos se acercaron.
El cofre estaba repleto de monedas e incluso varias joyas.
-Todo esto lo gané en sólo 5 días, ya después de pagarles a todos mis subordinados,- dijo el jefe, sin dejar de mirar a Yaxah.Raken notó que había un destello muy particular en los ojos del mestizo. Y no era por el brillo de las monedas.
Entonces, recordó lo que Wukung le había revelado."A Sitt le gusta Yaxah."
En ese momento, Wukung miraba a Yaxah con tristeza y veía a su amigo de la infancia con resquemor.
Yaxah miró el cofre con los ojos completamente abiertos. Incapaz de articular palabra, Raken vió cómo apretaba la mandíbula y los puños.
Sitt soltó una estridente carcajada.
-¡Jajaja! ¡Sabía que te sorprenderías, pero estás tan impresionada que te dejé sin palabras!Raken volteó a verlo, mientras sentía como en su corazón comenzaba a fabricarse la rabia y cómo sus latidos empezaban a transportarla por todo su cuerpo.
-¡ERES UN IMBÉCIL!
Sitt paró de reírse en seco. Tras una pausa , como si su cerebro necesitara tiempo para asimilar lo que el vastaya le acababa de decir, lo miró con frialdad y murmuró:
-¿Cómo me llamaste?
-Imbécil. ¡Porque sólo un imbécil puede creer que esa expresión es una de asombro!
Sitt volteó a ver a Yaxah, con desconcierto.
Ella bajó la cabeza.-Te enriqueces distorsionando las artes del combate... alimentando el sadismo y la crueldad de la peor calaña de todas las regiones. Reduces la causa de la batalla a una maldita burla...
Yaxah alzó la mirada y para asombro de todos, aunque su cara transmitía un enojo calmado, tenía los ojos cristalizados por sus propias lágrimas.
Lágrimas de arrepentimiento... y de furia.Por primera vez en mucho tiempo, Sitt volvió a experimentar el dolor del rechazo.
Pero ahora... lo sentía más fuerte que nunca.En un intento desesperado por arreglar las cosas, estiró su mano derecha, con el fin de secar las lágrimas de la vastaya.
Grauken estiró su brazo para bloquearlo, pero no fue necesario, porque ella dió un largo salto hacia atrás, evitando que la tocara.
Con brusquedad, limpió sus ojos con su antebrazo izquierdo.Wukung y Raken se acercaron a ella, creyendo que les diría un seco: "vámonos".
Pero en lugar de eso, lo que salió de sus labios purpúreos, fue:-Yo te desafío, Sitt.
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La Ceni(Xayah)cienta
Fiksi PenggemarTodos y cuando digo todos, son ABSOLUTAMENTE todos los que están leyendo esto, saben básicamente de qué va la historia de la Cenicienta. No es nada complicada, ¿cierto? Después de todo, es un cuento para niños. Pero... ¿Cómo sería dicho cuento si f...