Los tiempos cambian

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-Por supuesto, consorte del futuro Rey Sol,- dijo Búroak; una lothlanaiense que tenía un puesto de diplomática.

Yaxah aterrizó al lado de Katriek, el cual le hizo una reverencia, para luego alejarse.

-No, Katriek; necesito que te quedes. Y Búroak... no hablaré como una futura consorte. Quiero hablar como lo que soy; una Ala Sombría.

Katriek la miró con un poco de desconcierto. Pero se repuso rápidamente y asintió, recobrando la expresión seria que lo caracterizaba.

Varios voltearon a verse, un tanto sorprendidos.

Yaxah miró de reojo a Raken. Él asintió con la cabeza, animándola con su mirada.

La cuervo violeta tomó aire y miró a los presentes.

-Hace milenios, nuestros ancestros, los Vastaya Shai-Rei... se unieron con varios humanos que llegaron a Jonia. Y los hijos de esas uniones, fuimos los vastayas.

-Perdone, Yaxah... pero no entiendo porqué está explicándonos los orígenes de nuestra historia. Es algo que todos los vastayas aprendimos desde que éramos unas crías,- la interrumpió Hélervok.

Pero ella no se inmutó.

-Esos humanos... venían huyendo de las guerras empezadas por otros seres de su misma especie.
Lo que quiero decir es... que nuestros ancestros humanos eran diferentes.

-Perdone, pero... me parece que nadie entiende a dónde quiere llegar,- dijo otra vastaya.

Raken aterrizó de súbito al lado de su compañera.

-Es simple, gente ¡Los humanos que estaban robando magia... no son como los que vinieron a Jonia, huyendo de una masacre!

Los oyentes los miraron con duda en sus rostros.

-Lo que equivale a decir,- continuó Yaxah -que no deberíamos dejarlos hacer lo que quieran, sólo porque juramos no hacerles daño... por respeto a nuestros ancestros humanos.

-¿Qué... qué quiere decir con eso, lady Yaxah?- inquirió Dliaúyia, con desconcierto.

-Que no podemos usar nuestro juramento como excusa... para dejarlos hacer lo que ellos quieran- añadió Katriek.

-Entonces, ¿qué es lo que usted considera que deberíamos hacer?

Yaxah y Katriek voltearon a mirarse con seriedad. Sí... quizás era el mejor momento para decirlo. No había lugar para las dudas; Tékrot, su querido líder y tutor había muerto a manos de humanos.

Humanos que no sólo habían intentado robar la magia de su territorio, sino que habían conseguido robar magia salvaje de algún otro bosque y corromperla.

Con ese pensamiento, Yaxah habló:

-Ir a buscar a los humanos que pertenecen a la Orden de las Sombras... y aniquilarlos.

La sala se llenó de gritos ahogados, palabras de negoción y varios chillidos de súbita angustia.

-Si ellos se apoderan de la magia, ¡Serán ellos los que acaben con nosotros!- sentenció Katriek. Pero sus palabras se perdieron entre el cúmulo de voces alteradas.

-¡Inaudito! ¡Escandaloso!

-¡¿Romper un juramento milenario?!

-¡Salir del reino para ir a matar humanos! ¡No!

-¡Juramos nunca hacerles daño!

-¡Woah, woah! A ver, cielo...- dijo Raken a Yaxah, confundiéndose -No estás diciendo que hay que ir a... tasajear a toooodooos los humanos, ¿verdad?

La Ceni(Xayah)cientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora