¿FINALE? ¡Tus plumas!

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Tras ver que el balance del día y la noche había sido recuperado, todos los lothlanaienses se acercaron a Yaxah y a Raken comenzando a vitorearlos con euforia:

-¡¡¡SALVE A NUESTROS FUTUROS MONARCAS; SALVE A LOS ELEGIDOS VASTAYA DEL SOL Y DE LA LUNA!!!

Entre halagos y expresiones de gratitud y alegría, los súbditos comenzaron a abrir el paso a un grupo que se acercaba; eran Ottran, Tèkrot y todas las figuras de importancia del reino.

-Noble príncipe; lo vimos todo...gracias por devolverle la tranquilidad a su pueblo -  dijo Ottran al tiempo que  inclinaba la cabeza, así como el resto del séquito. 

Pero Raken negó con la cabeza y olvidando el protocolo, se inclinó y abrazó al vastaya-nutria, como si de un hermano se tratara.

-¡Gracias a ti, por ir a buscar a Yaxah y por todas las veces que has ayudado a mejorar NUESTRO pueblo!- contestó Raken con voz fraternal.

-Alteza... el protocolo,- dijo Tèkrot en voz baja, al tiempo que intentaba reprimir una risa.

-¡Bah, me importa un tronco podrido y hueco!- exclamó Raken, al tiempo que le daba unas fraternales palmadas en la espalda, al líder de los centinelas de las Alas Oscuras. 

Éste último sonrió y miró a Yaxah con una cálida templanza.

-Narul estaría tan orgullosa de ti. Así como lo estaría tu madre. 

-Narul también fue mi  madre,- respondió Yaxah con sinceridad.

Los ojos de Tèkrot brillaron y suspiró.

-Qué feliz me hace oír eso...

Raken siguió agradeciendo a sus otros subordinados, cuando uno de ellos,  le señaló algo.

Entonces, volteó.

Cerca de ahí, se acercaba un grupo muy peculiar:

Eran Arionius, Fènilix,  Darios, Klod, Wukung y... Sitt.


                                                                                            (...)

-¡MUJER AVEEE!

Neeku se abalanzó sobre Yaxah,  abrazándola  tiernamente. La rebelde le devolvió el abrazo. Tras su efusivo saludo, se sentaron sobre un bello camastro que se hallaba en la habitación.

-Perdón por no ir a saludarlos, Ottran me dijo que me escondiera.

-¡Neeku! ¿Estás hablando... correctamente?

La Oovi-kat asintiò.

-Ottran me ha estado enseñando, para ya sabes... pretender mejor cuando me convirtiera en tu  "mieli."

Arionius se acercó a las dos chicas y las miró con ojos que irradiaban un enorme cariño maternal.

-Yaxah, al fin te puedo concer...

Al oír su nombre, la cuervo giró e inclinó su cabeza con seriedad.

-Lord Arionius... consorte del Rey Sol... es todo un honor.

Pero él negó con la cabeza, tomándola con cariño de los hombros, y le besó las mejillas.

-¡No, mi niña! Tú serás la consorte de Raken; él es lo más cercano que tengo a un hijo. Háblame de tú, como Neeku.

Ante tanta efusividad, Yaxah se avergonzó un poco. Pero Neeku se acercó al Strig y recargó su cabeza sobre el brazo derecho del mismo.

-¡Arionius es muy dulce! En ratos libres, me hace lindos vestidos y peina mi cabello.

-Vaya, gracias por cuidarla tan bien, Arionius...- dijo Yaxah con franqueza.

-Ni lo menciones, ¡me encanta coser! De hecho, fue así como conocí a Fènilix.

-¿En serio? 

-Oh, lo recuerdo como si fuera ayer... aunque pasó hace taaantos siglos,- dijo el Strig exhalando un suspiro, con la mirada perdida en un sueño maravilloso.

-¿Nos contarás?- preguntó Neeku con entusiasmo.

-Claro que sí, ternura. Es más, organizaré una "tarde pastelera" para "Finx", Raken y nosotros. Era una de las actividades favoritas de Raken, cuando era más chico, ¿sabes? Aunque... 

-¿Qué ocurre?- inquirió Yaxah.

-Neeku, olvidé mis medicinas en mi cuarto de tejido, ¿podrías ir por ellas y por un vaso de agua?

Neeku aceptó y salió de la habitación, con el fin de hacerle el favor al Strig.

Cuando estuvieron solos, Arionius habló:

-Yaxah, lamento haberte pedido que vinieras a saludar a Nekku aquí, en vez de estar con Raken. Pero tienes que entender que las tradiciones del matrimonio real en Lothlania... son muy estrictas. Yo, en lo personal no estoy de acuerdo con varias, pero...

Yaxah miró a Arionius con desconcierto.

-¿A qué se refiere?

Arionius suspiró.

-Cuando Finx... quiero decir... Fènilix y yo nos comprometimos, estábamos en guerra. No hubiera sido bien visto que el Rey celebrara sus nupcias mientras que todo su reino estaba luchando por sobrevivir. Él y yo nos conocimos gracias a Saroka. Y aceptamos... que estaríamos juntos y que apenas y las cosas se calmaran lo suficiente, nos casaríamos. 

Yaxah asintiò. Aunque no entendía muy bien a donde quería ir Arionius con todo esto.

Por su parte, el Strig suspiró, al tiempo que acariciaba la cabeza de la rebelde.

-El caso es... que ya no estamos en guerra... y al estar nuestro reino en paz, no hay motivo para no cumplir la tradición.

Las orejas Yaxah se alzaron en señal de alerta, presintiendo que lo que el Strig iba a decirle, no le agradaría en absoluto.

-Y la tradición es que el futuro Rey y su consorte se casen... lo más pronto posible.

Yaxah palideció, al tiempo que se levantaba y apretaba sus dientes, evitando proferir un grito.


                                                                                     (...)

-Entonces, todo claro, verdad?- preguntó Fènilix seriamente a los nexianos

Sitt asintiò, en silencio. Fue entonces que Darios habló:

-Me cercioraré de que los papeles de renuncia de la señorita Yaxah sean traídos para que los firme. Su desenvolvimiento al salvar a Nexus, así como de solucionar el predicamento de...

Darios se detuvo en seco. Lo cierto es que si bien había visto el fenómeno con sus propios ojos, no sabía cómo expresarlo con palabras. Tras titubear un poco, continuó:

-...de... la falta de sol en nuestra región, la hace merecedora de que demos por saldada su deuda. Ella puede volver en calidad de turista o guerrera... si así lo desea.

-Yo me aseguraré de que dichos papeles no se "pierdan",- añadió Klod con malicia -Aunque sé que a cierta pájara no le va a gradar que estemos hablando de todo esto, sin ella presente.

Es verdad, ¿porqué Yaxah no está aquí?- preguntó Raken.

Pero Fènilix lo miró con expresión de "guarda silencio". Y el encantador, se mordió la lengua.

-Entonces, nos retiramos,- sentenciò Darios.

-Yo...

Todos voltearon a ver a Sitt.

-Sé que probablemente me digan que no, pero... ¿podría pedirles algo?










La Ceni(Xayah)cientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora