La leyenda del aspecto narrador

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Oh, bueno... hay muchas leyendas al respecto. Y claro; de donde vengo también tenemos una... No lo digo por presumir, pero... es una leyenda muy hermosa.

Oía una voz desconocida; la voz de un hombre.  Era profunda y dulce a la vez.   

Verás, cuando Runaterra apenas comenzaba a existir, lo que ahora se conoce como Montergún, decidió enviar a dos aspectos que regirían el tiempo primigenio: El espíritu del día y el espíritu de la noche. 

En su intento por llevar el ritmo de rotación, se impactaron varias veces y por cada vez que tropezaban uno con el otro, miles de destellos emergían, los cuales se transformaron en las primeras estrellas. Aunque claro, luego se crearon otras, bajo distintas circunstancias, pero ésa es otra historia...

(Sí, continúa en donde te quedaste... no te vayas del tema.)

Fue entonces cuando decidieron tomar formas físicas, con el fin de poder verse al momento de las rotaciones y así evitar más colisiones entre los dos.

Y así, el espíritu del día tomó la forma del sol. Y el espíritu de la noche, tomó la forma de la luna.

Pero... cuando el sol vio a la luna, en la lejanía... sintió algo que lo hizo estremecer. Era algo nuevo y maravilloso.                                                                                                                                                          

A su vez, la luna apreció al sol en la distancia y fue presa de una increíble emoción desconocida para ella... hasta ese momento.

Aún con los ojos cerrados, ella seguía escuchando la historia. Y esa parte de la misma, le provocó una sensación de emoción romántica. Algo que era muy poco común en ella.

Pero... sólo podían verse de lejos y por muy poco tiempo; cuando el sol salía por el horizonte, la luna se retiraba, tras el velo del cielo celeste. 

¡Ahhh! de haber sabido que ésto sucedería, nunca hubieran tomado formas corpóreas, pero...¿Cómo iban siquiera a imaginar que terminarían tan fascinados uno por el otro?  

Un día, mientras el sol salía del horizonte, se dio cuenta de que la luna estaba casi dándole la espalda. Eso lo lastimó;  creyó que la luna comenzaba a despreciarlo.

Pero no estaba dispuesto a quedarse sin saber porqué ella ya no quería verlo siquiera. De modo que, se arrancó un destello, el cual transformó en cometa y le mandó un mensaje por medio del mismo. 

Intriga. Asfixiante intriga...

"¿Porqué no quieres verme más? ¿Acaso te hice algo malo y ahora me odias?"

La luna le mandó el cometa de vuelta, pidiéndole disculpas. Y es que, ocurrió que se había dado cuenta, que necesitaba tener "fases", con el fin de poder ayudar a los mortales con las cosechas y con algunos rituales. 

Y que ella jamás podría odiarlo...

Al saber ésto, el sol sintió tanta felicidad, que creyó que estallaría. 

Alivio. Reconfortante alivio.

A partir de ese momento, empezaron a enviarse cometas con mensajes. Contaban lo que veían en sus respectivos tiempos y de a poco, se dieron cuenta de que lo que sentían era muy similar a lo que varias parejas de humanos y vastayas llamaban amor.

(Hummm , en realidad, el "amor" es una  palabra exclusiva de la raza humana. Pero no lo interumpiré... quiero seguir oyendo su leyenda...)

Así estuvieron por muchos siglos, hasta que por medio de un cometa, el sol le envió  un mensaje a la luna, proponiéndole lo siguiente:

"Si tú y yo le cedemos una parte de nuestro poder a 2 mortales, 'encarnaremos' en sus cuerpos y así, podremos estar juntos, a través de ellos."

(Aunque, creo que no debería estar escuchando ésto.)

La luna lo pensó mucho. Finalmente, envió una respuesta por medio del cometa:

(No, yo debería estar haciendo otra cosa... vigilar a...)

"Sí, me parece una buena opción. Pero... ¿a quiénes escogeríamos? "

-¡SEÑORA CRALIA!

Yaxah logró volver en sí y se levantó, como disparada por un resorte.

-¡Miella, ya volviste en tí!

Yaxah giró la cabeza y vio a Raken, sentado al lado de ella y sonriente. Se dio cuenta de que ya no portaban sus skins y que traían su ropa y aspecto de siempre.

 Sólo que con una diferencia; a ella la habían cubierto con una manta que parecía estar hecha con un trozo de cielo nocturno. 

Con cautela, estudió el lugar en el que se encontraban. Era demasiado surrealista; todo parecía estar cubierto de nubes de colores rosa-anaranjado, crema y azul bebé, las cuales irradiaban brillos chispeantes. A lo lejos, se oía algo parecido a cascabeles siendo sonados con pereza.

-Raken, ¿qué pasó? ¿Dónde estamos? ¿Quién es él?

-¡Ahhh, la vastaya elegida por la luna... no tienes idea de lo feliz que me hace conocerte!

Ella vió cómo Raken sonreía ante tal muestra de afecto y supuso que no tenía que mostrar recelo ante aquel extraño que estaba sentado a un solo palmo de distancia de ellos.

Era un hombre en extremo fornido, de cabellos castaño y largo. Tenía un porte marcial, una cara angulosa, una sonrisa serena y unos ojos soñadores. 

Portaba una extraña armadura y tenía unos cristales flotando a su alrededor.

Yaxah lo miró con recelo. Él rió entre dientes.

-No; éstos no son cristales de brackern. 

De repente, puso una sonrisa triste y continuó:

-Yo jamás tomaría uno ni por asomo. Cada cristal tiene una vida latente dentro de él. Y yo soy el "aspecto" que protege la vida, la belleza... y el amor.

-¿Eres un aspecto?- inquirió Yaxah.

El hombre se levantó y tendió sus manos a Raken y a Yaxah. Al hacerlo, los levantó sin ninguna dificultad de la extraña "nube" en la que habían estado sentados.

-Sí...  mi nombre es Tarec...






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