Todos y cuando digo todos, son ABSOLUTAMENTE todos los que están leyendo esto, saben básicamente de qué va la historia de la Cenicienta.
No es nada complicada, ¿cierto? Después de todo, es un cuento para niños.
Pero... ¿Cómo sería dicho cuento si f...
Con cautela, Skerner se acercó a la entrada de la caverna.
Lo primero que vio, fueron dos siluetas diminutas. Una caminaba con una discreta prudencia, mientras que la otra parecía querer acercársele, con movimientos complejos.
-Humanos...- murmuró Skerner.
Pero... ya no tenía porqué estar alerta; gracias a la ayuda de Tarec, nadie vería su escondite. Y si esos humanos iban a luchar entre ellos... bueno, ése no era su problema.
Aún así, era extraño; ninguno de los dos estaba tocando algún instrumento musical. Sin embargo, parecía que la música provenía de ellos, de la moción de sus cuerpos.
"¿Acaso... están usando... magia?"
Entonces, el humano que iba siguiendo al otro a distancia, se acercó rápidamente, tras emanar un destello dorado.
Sí; era magia.
El humano que se acercó, empezó a cantar cerca del otro.
Al fin llegó la noche. ¡La fiesta comenzó! Admira los milagros, que la magia realizó.
¿Acaso ese humano... estaba intentando realizar un cortejo?
No sabía que los humanos se cortejaban así.
Los miró con más cuidado. Eso que llevaban en sus lomos...
¡Son... alas!
Pero, el ser dorado (que por su voz, debía ser macho), dio un largo salto para estar frente al otro, al tiempo que ponía su mano sobre su pecho desnudo y extendía la opuesta, hacia el otro humano.
Ven aaaa... mirar sus luces. ¡Su música tú oirás!
No, no son humanos...
Siempre es salvaje y libre. ¡Sumérgete en ella y tú también lo serááás!
En ese momento, el otro humano se dio la vuelta y tomando la mano del que se la ofrecía, comenzó a bailar y a cantar a su lado.
¡Ven a bailar! Y pon tu Sho'Maabrillaaar. (Uuoooh) ¡Ven a cantar! La magia nos va a iluminaaar.
Mientras llevaban a cabo ese extraño ritual, Skerner se dio cuenta de que el sol comenzaba a salir, al tiempo que la luna comenzaba a desplazarse hacia el astro del día.
-Imposible...
Y pon tu Sho'Maabrillaaar. (Uuoooh) ¡Ven a cantar! La magia nos va a iluminaaar.
Mientras los seres bailaban con más intensidad, el sol y la luna se acercaban más y más. Finalmente, el sol y la luna detuvieron su ascensión, justo sobre los bailarines.
Y entonces... la luna se posó sobre el sol.
En ese momento, los dos seres se transformaron...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
