¡Ven y dame tu amor!

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NOTA: La melodía ocupada son fragmentos de: CRADLE OF LOVE
(de Billy Idol.)

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-Xherap, ¿Ya trajiste lo que te pedí de la bodega?

-Esteee... ¡sí, jefe!

Xherap era un humano escuálido y fácil de olvidar. Sus tres únicas cualidades (para alguien como Sitt, claro), eran su miedo mortal a cometer un error, su rapidez y su eficiencia para hacer recados.

La "bodega" era un pequeñísimo cuarto, en el cual se guardaban objetos de un valor bastante elevado. El ex jefe había conseguido dichas cosas como pago a algunas apuestas que no habían podido completar de pagar con oro.

Xherap sacó una pequeña caja de su humilde morral y la puso con cuidado sobre la mesa de la oficina de Sitt.

-¿Y la llave?

Con prontitud, Xherap descolgó de su cuello un cordón y se lo dió al fornidísimo mestizo.
-Lo siento... tenía miedo de extraviarla.

Sett asintió, la tomó y se sentó en su enorme silla antigua.
-Puedes irte; ve a ayudar a Leriadeh a limpiar.
Xherap asintió y se fue como alma perseguida por Thresh.

Cuando estuvo solo, Sitt abrió la pequeña caja que Xherap le había traído.
Dentro de ésta, sobre una almohadilla negra, había una gargantilla transparente que parecía de cristal y un anillo de plata con tres cuentas de colores.

Sitt sonrió con soberbia.

(FLASHBACK)
-¡Se lo juro, son auténticas!

El ex jefe miraba la misma caja abierta, con las mismas joyas, de forma indiferente.

-Wanenka...

La mujer que respondía a ese nombre era una gran alquimista muy entrada en años y tomó ambos objetos, los cuales refulgieron en sus manos.
-Tienen magia poderosa, eso es seguro.

-Pero no puedes saber si hacen lo que este endeudado nos asegura.

Wanenka negó con la cabeza.
-Sólo hay una manera de averiguarlo...

El ex jefe se puso el anillo en el dedo medio derecho, con una de las piedra (la roja) hacia arriba, de tal manera que dicha piedra era la que se veía más.

Tras una señal con su mano derecha, Sitt tomó por la fuerza a una joven sirvienta que había sido atrapada intentando meter mano en la caja de ganancias.
La muchacha emitió un gritito suplicante, pero nadie lo detuvo.

Cuando la tuvo enfrente, Wanenka le puso la gargantilla alrededor de su cuello.
Tras abrochársela, la gargantilla se volvió rojo rubí y la chica giró a ver al portador del anillo.

Pero su rostro ya no denotaba pánico.
Sin previo aviso, la muchacha intentó liberarse del agarre de Sitt, lista para atacarlo.
-¡ERES UN JEFE HORRIBLE, TE ODIO CON TODO MI SER! ¡TE MATARÉ! ¡TE MATARÉÉE!

Sin previo aviso, giró el anillo y ahora era la piedra naranja la que estaba en el centro, mirando hacia arriba.

En ese momento, la joya que la chica tenía alrededor de su cuello, se volvió de un color anaranjado claro.

-¿Qué fue lo que dijiste, niña?

Pero la muchacha rió con dulzura y sin más, dijo:
-¡Oh, jajajaja! Nada, creo que lo confundí con alguien más, ¡Qué tonta fuí! ¡Yo nunca podría hacerle daño a mi amable jefe, ni a ninguno de mis compañeros de trabajo. ¡Son todos tan buenos!
Y sin más, giró hacia Sitt y le dió unas palmaditas fraternales en el hombro. El la veía un tanto perplejo.

La Ceni(Xayah)cientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora