La Ceni(Xayah)cienta

Entonces, el príncipe corrió tras ella

-... por eso es que yo, Raken... deseo ceder los derechos sobre mí... a...

-Alteza, por favor ¡no se quede con los brazos pegados a los costados mientras dice los votos! 

Raken miró al ministro y negó con la cabeza, un tanto hastiado.

-¡Es que no sé qué hacer con ellos!

-Ya le dije, alteza; imagine que tiene a Lady Yaxah frente a usted,-  respondió Tordann; el pomposo ministro de ceremonias de Lothlania.

-¿No hay otra forma de hacer esto?- protestó Raken. El hecho de tener que decir o hacer lo mismo una y otra vez, le adormecía el cerebro.

Tordann miró a Neeku. Y tras pensarlo unos segundos, sonrió mientras asentía con la cabeza.

-Neeku, ¿serías tan amable de ayudar al príncipe? Él te dirá los votos, como si fueras Lady Yaxah.

-¡Sí, claro!- exclamó ella, poniéndose frente a él.

-Va, pues- refunfuñó Raken, al tiempo que le tomaba las manos.

- ¡Pero recuerda que nada de esto es real! No te estoy coqueteando, así que no te vayas a enamorar de mí o  algo así...

Neeku frunció la nariz.

-Tú descuida... el Sho'Ma masculino no me gusta para nada. Y mucho menos sus cuerpos,  ¡puaj!- rezongó la chica, imaginándose algo que Raken pudo adivinar.

-Humph... bueno, a mí tampoco me gustan los cuerpos de los chicos,- dijo él, encogiendo los hombros, con una sonrisa cómplice.

Neeku asintió, divertida.

-Bien, bien... ¡Basta de charla! La boda está a la vuelta de la esquina y todo tiene que ser perfecto- aspetó Tordann, mientras daba unas palmadas en el aire; su señal para que Raken se enfocara en la práctica de los votos.

                                                                                   (...)

La mujer lothlaiense de cabello y plumaje verde oscuro, asintió satisfecha.

-Excelente, Lady Yaxah; tiene una excelente memoria y es bastante asertiva.

-Gracias por enseñarme sobre la administración del reino...tesorera Dlaúyia,- respondió la cuervo violeta con seriedad, mientras enrollaba un pergamino y lo estibaba. 

Pero Dlaúyia negó con la cabeza.

-No tiene nada qué agradecer. Todos en el reino estamos felices de la recuperación de su memoria... y que lograran romper el hechizo maligno que provocó que los espíritus se atacaran mutuamente

Yaxah la miró de manera neutral, analizando lo que acababa de oír.

¿Hechizo maligno? El eclipse no es...

Pero la de plumaje verde y ropas sobrias creyó que Yaxah quería seguir oyéndola, de modo que continuó:

-Debe saber que oído cosas muy positivas de sus futuros súbditos sobre usted. 

Yaxah alzó las cejas, intentando ocultar su perplejidad.

-Pero... ninguno de ellos me conoce, yo ni siquiera me crie en Lothlania...

-Eso no importa,- la  interrumpió la tesorera, con voz resuelta -Debido a que pudieron resolver ese asunto tan grave, toda su gente está descomunalmente entusiasmada de que usted sea la futura consorte del Príncipe. Y gracias a eso, las visitas al templo con ofrendas para Saroka, no han parado de aumentar desde aquel día. ¡La cantidad de lothlanaienses que ahora desean ser emparejados por la hija de  las estrellas, es descomunal!