004

43 10 4
                                        

CHLOE MEYER

Un sábado como ahora estaría sentada en mi recamara viendo series de modelaje en FOX. Pero no, ahora con amigos se puede pasar mejor los fines semana.

-Ya chicos, quédense quietos, por favor. -les pedí sacando más tela.

-Toda tu "oficina de diseño" es mi casa entera. -admiro Lennox visualizando todo el lugar.

-Créame esto no es nada, la de su madre es más grande. -hablo Alonso siguiendo su trabajo.

Mi madre es diseñadora y la dueña más famosas de Alemania y del mundo. [German Style] esta vez le pedí que me dejara presentar uno de mis modelos en sus fabulosas pasarelas. Todos esperan mucho de mí, mi madre siempre me inculcó hacer mi propia ropa sin dejar de usar ropa de marca y diseñadores.

-Lennox, ¿Puedes ponerte este vestido?

-Ni lo sueñes, rubia. Vine aquí porque tienes las hormonas alborotadas y no aguantaba más tu llanto al pedirme venir. Vine a pasar el rato, no a ser tu modelo. -Tomo sus auriculares y se sentó. -Además creo que ese vestido queda muy bien con las piernas de Nyle y su cabello largo lo puedes peinar.

Un intento fallido por ver el cuerpo de Lennox. Quiero decir, a Audrey le hice una blusa a su medida con detalles de encaje. Quería hacerle algo a Lennox.

-Les dije que no aparecerán en el evento, solo necesito sus cuerpos.

De pronto todo se volvió risa por el comentario de doble sentido, sus miradas picaronas y risas, reinaban mi sala de diseños.

- ¡Chloe! ¿Estás en casa? -me paralicé al escuchar esa voz.

La puerta se abrió dejando ver el rostro confundido de mi padre al ver la multitud en esta.

-Lo siento si no te avisé, padre. Estaba apurada por hacer este proyecto para mañana. -le avisé abrazándolo.

- ¿Quiénes son? -me preguntó acariciando mi cabello.

-Mis amigos, te prometo que no haremos mucho ruido. -lo mire una vez más, su rostro sin reflejos a ninguna expresión.

Solo asintió, dejando la sala en completo silencio. Voltee a ver sus rostros sorprendidos de todos, no entendía porque.

- ¿Qué? -inocentemente pregunté.

- ¿Tu padre es el director de la universidad? ¿Cómo no nos dimos cuenta?

Vaya, pensé que lo sabían, apenas se acaban de enterar quien es mi madre, ahora se enteran de mi padre. Si mi padre es el director de la universidad, no solo eso, sino también de hoteles y restaurantes.

-Pensé que todos lo sabían, chicos. -habló Alonso con la misma confusión.

- ¿Tu padre es Raúl Meyer? Para comer en uno de sus restaurantes debo trabajar meses e hipotecar mí casa. -seguía tan sorprendida Lennox.

-Deja de exagerar, todos acá conocemos la historia de nuestras familias. -opino Engelbert

-No, nadie las conoce, no es que vas a todos lados presentando por tu familia y no por ti mismo. -Nyle parecía que recibía una noticia de muerte

-Bueno, mis padres son turcos. Son dueños de la empresa de tecnología, SucTech. -No fue un tono egocéntrico.

Ni yo sabía eso. Sabía que sus padres tenían dinero, pero no sabía que venía de esa empresa.

- ¿Qué? No nadie sabía eso. -La sorpresa reino a Audrey.

-Oh, acabo de arruinar la sorpresa.

Hechos para ser uno soloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora