016

19 7 2
                                        

ENGELBERT BARROW

"Cuando el amor no es expuesto, corres el riesgo de desgastarlo. Cuando compras unas zapatillas y no lo usas se desgasta. Lo mismo es el amor, se desgasta al tenerlo ahogado."

Seguía tomando sus manos con su mirada posaba en mí.

—Yo... ¿De qué sirve decirte si te gusta Nyle? —le pregunté quitando mi mirada de ella, pero sin soltarla.

—¿De verdad crees que me gusta Nyle? —frunció el ceño buscando mi mirada.

No sabía que tan nervioso podía ponerme.

—Tú se lo dijiste. —la miré con inocencia, agrandé mis ojos por alguna razón.

—Si te beso ahora y aquí quitarás esa idea de tu cabeza. —me confirmó sin temblarle la voz, cuando a mí me temblaba todo.

Mis manos sudaban, como una oración podía causar esto en mí, como su tacto causaba tanto en mí, como su mirada movía mi mundo patas arriba. No notaba broma en sus ojos ni parecía burlarse de mi al ponerme en este estado, no podía desaparecer el miedo al dejar que me gobierne de esta forma como un huracán.

—¿E-eso quiere decir que te gusto yo? —tragué saliva tratando de controlar el estúpido tartamudeo.

—Bert... Un beso no siempre significa amor. —podía ver como sus ojitos brillaban y se aguaban.

La acerque más a mi forzando mi agarre, pasando mis brazos por su cintura, ella rodeo un brazo por mi cuello y el otro lo dejó en mi pecho.

—La vida no es como te la pintan las novelas, mucho menos como es en tu mente, lamento decirte que esta es la realidad y la realidad no es linda.

No sabía bien que me decía estaba tan encaprichado en ella al mirarla.

—Eres tan tierno. —sus dedos suaves y calientes acariciaban mi mejía, todo pasó en un acto reflejo donde yo me sobe en su mano acurrucándome más, no quería que ella aparte su mano de mi piel nunca.

Volteé hacia afuera viendo el atardecer, el sol se metía atrás de un edificio haciendo que el cielo se viera hermoso, una combinación preciosa de naranja, amarillo y un leve morado.

—Pero es depende de uno hacerlo lindo. —después de pensar tanto mi respuesta, logre decirla.

—No si existe alguien haciéndotela mierda. —parecía que sus lágrimas caerían en cualquier momento o era mi imaginación que sus ojos brillaran.

—¿Hay alguien que te hizo la vida difícil?

—Talvez, pero siempre va a ver alguien que te haga olvidar aquellos momentos difíciles.

—¿Puedo ser ese alguien, Lennox? Déjame sacarte una sonrisa cuando te levantes y te acuestes. Si has pasado por cosas difíciles, lo entiendo. Y está bien, no te digo que lo olvides si no debes aprender a superarlo y vivir sin remordimientos.

Ella acariciaba mis suaves rulos, su mano en mi cabello es algo que me hacía sentir diferente.

Terminado lo dicho, ella me miró diferente, trataba de buscar algo en mí. No sé el que exactamente. Tomó mi mentón acercándome a ella, esperé que chocara mis labios con los suyos, mientras nuestras narices jugueteaban. De verdad lo deseaba, cerré los ojos esperando que ella lo haga, no sabía si hacerlo yo.

—No, lo siento, no puedo hacerte esto.

¿Hacerme qué?

Dijo cerca a mis labios alejándose y cortando todo. Ella salió sin dejarme la oportunidad de hablar ni sujetarla, tampoco la podía retener. No sé en qué pensaba, quería besarla, pero también tenía miedo del después.

Hechos para ser uno soloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora