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LENNOX HARÍ

Me estaba secando el cabello, eran como las cuatro de la tarde, las chicas se fueron hacer compras, los chicos estaban a punto de irse al estudio. Me había bañado después de pasar todo el día ensayando en clases que no tiene nada que ver con esto.

—Solo tráiganme Yogurt de fresa, tofu, almendras, guisantes, avena. No estaría repitiendo mi lista si leyeras el papel que te di. —soy muy estricta con tres cosas en esta vida, mi alimentación, el ejercicio y mi trabajo.

—Vale en una hora estaremos ahí con tu tofu. —la voz de Audrey sonaba en burla. —Por cierto, Len, el reloj negro combina más.

Les colgué la video llamada, me puse los lentes negros y agarré mi billetera, me salí de la casa, me subí al carro que había venido por mí.

Le pedí que me deje una cuadra antes de donde yo iba a bajar. Me la pasé caminando solo por molestar en la tienda gigante, solo venía a recoger a mi amor no a distraerme con otros.

Tenía todo en regla, revisión, licencia, permiso para las lunas. Un señor me ayudó a salir con este, me enseñó los modismos del auto, solo quería que este tipo se largue de mi auto para usarlo como se debe.

—Eso es todo lo que debe saber señorita, si tiene alguna duda puede escribirnos. —dudas le quedara a este tipo al pensar si hizo bien o no al darme un auto de alta potencia.

Vi cómo se bajó y se volvió a meter a la tienda, vi la hora y había pasado una hora, Salí del asiento del copiloto, me senté en donde es mi lugar, bajé la capota del auto y me puse los lentes, me reiría un rato en la cara de Nyle el pavo que se la paso gastando su dinero en cachivaches.

Mi vista se posó inevitablemente donde yo estaba y solo pensaba en él, mierda el estaría gritando como un loco con un cigarro en sus dedos en este momento, lo cual me calentaba de solo volver a imaginármelo.

Fui directamente a la casa, las chicas ya han de estar ahí, el rico aire que recorre mi cuello me prende de alguna manera.

Toqué el claxon para que salgan todos.

—Pero que...—escuché a Audrey saliendo sorprendida.

—¿Quieren que las lleve a algún lugar nenas? —voltee a verlas. —Quiten esa cara de pescado y llamen a los chicos.

—No están. —apenas podía hablar la rubia.

—¿Dónde se fueron ese par de tontos? —deberían estar aquí mucho antes que las chicas solo fueron al estudio a recoger algo.

—Están en una reunión, dijeron en diez minutos acaban. —me avisó Audrey paseando por todo el auto.

—Diles que no hace falta, iré por ellos. —me bajé a abrir la puerta a las bellas damas que tienen la delicia de estrenar este auto.

Chloe se subió atrás del auto y Audrey a mi lado.

—¿Tienes licencia verdad? —me preguntó antes de que encienda el auto.

—¿Quién me crees, el irresponsable de tu novio? —saqué mi licencia y se la enseñé. —Agárrense bonitas que no será un paseo delicado.

Hice sonar el motor y ese sonido me excitaba, la fuerza y velocidad que tenía mi bebe me ponía muy gozosa.

Audrey puso música de su celular sus gustos no son parecidos a los míos, pero lo aceptaba, ella cantaba con Chloe mientras yo las veía por el espejo, son demasiado lindas.

Me paré en el estudio donde siempre grabamos la música a esperar a esos tontos.

—Dice que ahora salen. —me dijo Chloe.

Hechos para ser uno soloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora