NYLE VEGA
Ver el cajón con el cuerpo de Alonso siendo bajado y rellenándolo con tierra no solo me afectaba a mí. Es mi compañero de cuarto, soy yo quien le preguntaba como conquisto a la rubia. Soy yo quien escuchaba sus citas, sus llamadas, sus videos llamadas. Al final del día era yo quien lo veía con una sonrisa en el rostro mientras veía ropa de bebe, como me contaba que nunca conoció a su padre, su abuela lo crio toda su vida mientras su madre trabajaba.
A mí alrededor tenía lo mínimo de personas, su madre, su abuela, unos amigos de su ciudad, Chloe y nosotros. A petición de Chloe todos venimos vestidos blancos, lo que hacía algo más armonioso, no queríamos el típico negro.
—Has sido un ángel en vida, ahora lo serás en alma. —dijo Chloe mientras lloraba y tiraba flores en su cajón.
Ni una explicación, recién nos entregan el cuerpo, Su familia vino desde su ciudad para enterrarlo. Él dijo que traería a su familia cuando tenga un título y ahora su familia esta aquí con otra razón.
Audrey dejó caer unas pocas lágrimas, fui a ella y la abracé, ella es muy sensible, en el poco tiempo todos hemos sido amigos. La vida me regaló un amigo más, para que una bala me lo robe. Engelbert abrazó a Chloe mientras lloraba desconsoladamente, sus ojitos de cristal estaban rotos. Y pensar que ella se parecía a su hermano, cuando ella es un amor.
Lennox estaba a un lado de todos mirando con la mirada perdida, no siento que lloraría pero que si le afecta.
—El año pasado cuando vinimos por tu abuelo. Cantaste una canción, quien diría que ahora te lo cantaría:
Ojala pudiera devolver el tiempo para verte de nuevo, para darte un abrazo, y nunca soltarte, mas comprendo que llego tu tiempo que Dios te ha llamado para estar a su lado así él lo quiso pero yo nunca pensé que doliera tanto.
Su voz se quebró, haciendo sus lágrimas más intensas, Engelbert rápidamente corrió a abrazarla a ella.
Lo peor es que mientras cantaba, el cuerpo de Alonso desaparecía, ya estaba bajo tierra. Solo unas cuantas flores blancas encima el montón de tierra. Lennox había desapareció de nuestra vista. Audrey fue donde Chloe. Mientras yo iba a prender el auto. Y veía como la gente se iba.
Al llegar al auto solté un suspiro pensando en un último recuerdo de el
—Y eso es todo. Quedan cinco, ¿Crees que el mismo que le disparó quiera acabar con todos? ¿Tal vez se vengó de Chloe? ¿Porque se vengaría de ella? no hiso nada a nadie. —la voz de Lennox hizo aparecer en todo el auto sorprendiendo.
No lo había pensado, solo pensaba en encontrar quien lo hiso.
—No creo que sea por eso. Tú lo dijiste, ¿Por qué se vengaría de Chloe? —le respondí mirándola por el espejo.
Ni siquiera me miraba, su mirada por encima de la luna polarizada hacia la entrada del cementerio decía todo. No la culpo por no estar ahí adentro.
—Creo que aparte de Chloe, ustedes están más afectados, eran ustedes los que se amanecían jugando videojuegos mientras lo escuchaban.
Un recuerdo vago llegó a mi mente recordando esas noches donde juguemos lo que juguemos, él siempre ganaba.
—Engelbert me mandaba fotos pidiendo que me uniera. Respeto su espacio de hombres. —aclaró.
Era obvio, noches de historias de la pareja, las veces en las que molestábamos a Engelbert con Lennox.
— ¿Hay una oportunidad con Engelbert? Alonso era el más emocionado por los dos, hazlo en su honor.

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Hechos para ser uno solo
عشوائي¿Cómo te imaginaste tu primer día en la universidad? Clases, fiestas, amigos, romances... Hay mucho más que averiguar en esta universidad, y las personas que entrarán lo descubrirán. La Universidad de los Andes, la más prestigiada, no solo por su ed...