LENNOX HARÍ
Unos retoques en mi labial y estaba lista, solo me faltaba las cadenas en mi pantalón.
—Mira esto, me compre un lipstick. —vi a Engelbert en mi puerta. —Es para ti.
—¿Para mí? ¿Dices que mis labios son resecos? —mis labios son lo más perfecto de mí, pero ponerlo nervioso me encanta.
—No, tus labios son perfectos. —me sonrió como un niño y sabia a donde iba esto.
—Engelbert si solo me adoras y no me buscas ningún defecto, le quitas lo divertido a la vida. —soy sincera, no tengo defectos y el que crea que los tenga, está equivocado y se puede ir a la mierda.
—¿Sabes cuál es tu defecto? Qué hayas rechazado a la mejor propuesta que te he dado para que seas mi novia. —me hiso reír y lo vi ponerse el bálsamo. —Ahora si pruébalo.
Pasé mi pulgar por sus labios extrayendo el bálsamo y lo probé como él dijo.
—Sabe a mora. —le dije chupando mi pulgar.
—Es de fresa. —me hiso un puchero y esto se ponía más divertido. —No me refería así, si no...
—Bert puedes besarme cuando quieras. Somos algo, ¿no? —le pregunté solo para ver que respondía.
—¿Por algo te refieres a novios? —me preguntó con una sonrisa.
—Por algo me refiero a que podemos besarnos y coger cuando el otro quiera.
—Literalmente como novios.
—Sin etiquetas ni formalidades, bae. —le dije sonriendo a medias.
Él agachó la cabeza y me quede mirando a ver si se acerca a besarme de una maldita vez o no, rodé los ojos cansada y lo empujé a la pared para besarlo, él me besaba con amor, como si cada uno de sus movimientos lo pensara para no cagarla, yo lo hacía con deseo, es clara la diferencia.
—Sube al auto. —le ordené.
Los chicos no estaban, salimos a correr con Engelbert y ellos ya no estaban, se habían ido a la agencia para dar últimos detalles del álbum y a mí en este momento me importaba muy poco, me importaba más la cita con el médico. Me subí a mi auto con Engelbert y le puse el cinturón porque él siempre se le olvida.
—Lennox. —me llamó y puedo identificar qué quiere decirme algo que me cuesta cuando usa ese tono.
—¿Si? —le respondí saliendo del garaje.
—¿Cómo se siente tener relaciones sexuales? —me preguntó jugando con su pulsera y un Funko de Carl.
—Bien, supongo. —nunca nadie me pregunto eso y no me sentía vergonzosa de hablar sobre estos temas como el.
—Digo...o sea mis padres siempre han sido muy abiertos al hablarme a mí y a mis hermanos, una muy buena educación sexual y orientación sexual también, no solo me han enseñado de mi si no de una mujer. Pero cada vez veo más lejano el hecho de que mi primera novia sea mi primera vez también. —me miró un segundo y yo quería que me lo diga de frente sin tapujos. —Digo, siempre me imaginé que iba a planear algo romántico y lindo para nuestra primera vez y poder recordarlo después de años como fue.
Sé que por nuestra primera vez no se refiere a mí, ya le cuesta trabajo habar de esto como para molestarlo más.
—Muchas veces cuando lo planeas tanto es demasiado la presión que lo improvisado sale mejor. —le aconsejé tratando de concentrarme en el camino.

ESTÁS LEYENDO
Hechos para ser uno solo
De Todo¿Cómo te imaginaste tu primer día en la universidad? Clases, fiestas, amigos, romances... Hay mucho más que averiguar en esta universidad, y las personas que entrarán lo descubrirán. La Universidad de los Andes, la más prestigiada, no solo por su ed...