Hechos para ser uno solo

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ENGELBERT BARROW

Me duele como una mierda enterrada en mi cerebro, quería no matarme al imaginar a la chica que me gusta tener intimidad con alguien más, me siento aún peor porque yo ni siquiera le puedo dar un beso, ella tiene necesidades, respeto que ella quiera hacer con su vida lo que desee, no estaba molesto con ella, estaba muy bien, si ella se siente bien haciendo lo que hace, está bien para mí siempre la apoyare.

—Se hace un llamado a mi amigo. —escuché la voz de Chloe sacarme de mi mundo. —¿En qué tanto piensas?

—En nada. —la miré un rato mientras seguía estirando.

—¿Es en lo de anoche? —me preguntó rozando mi brazo.

Lennox entró en mi campo de visión, se quitó lo que tenía quedándose en un top y un pantalón ancho. Ella se veía muy mal, anoche estuvo practicando sus notas en el techo, bailo y creo que no durmió en toda la noche.

—Deberías hablar con ella y decirle de una vez que quieres estar con ella. Lennox necesita amor, alguien que no la use por su cuerpo, nunca ha recibido amor. —me dijo Chloe.

Tenía unas inmensas ganas de llorar, se lo que ha sufrido.

—¿Qué te hace creer que yo le puedo dar amor? Si ni siquiera sé cómo actuar cuando está cerca mío. —esto del amor es un caos.

—No hay persona que tenga más amor que tú. —me sonrió tranquilizándome un poco.

—Ella sabe que estoy enamorado de ella y actúa normal, yo ya no sé qué hacer con mi cabeza por las noches. —le dije mirándola.

—Ve y díselo si no quieres tener más insomnio. —me empujó y me hiso barras.

Chloe no está consciente del lugar en donde estamos. Me acerqué a ella con las manos temblorosas.

—Lennox...—la llamé y ella volteo prestándome toda su atención. —Yo quería decirte...

—¡Giselle! ¡Vámonos! —entró gritando alguien.

—Espera. —una niña le dijo a la misma que había gritado. —¡Es HE(Y)U5! ¿Puedo tomarme una foto con ustedes?

Los guardias las agarraron para echarlas.

—Stop. —les dijo Lennox a los guardaespaldas.

—Señorita este es un ensayo privado, no podemos dejar que estén aquí.

—Ellos tienen razón, ya nos vamos disculpa las molestias. —habló la mayor mirándonos a todos.

—Si dije Stop ustedes paran. —miró seria a los de Seguridad, se acercó a ellas, con los demás lo miramos raros.

—Chicos, no atrasemos el ensayo. —habló Julián entrando.

—¿Cuál es tu nombre? —le preguntó Lennox mirando a la niña.

—Soy Giselle, disculpe por entrar así, pero solo quería una foto con ustedes, soy una gran fanática. —le sonrió a Lennox y como nunca ella le devolvió la sonrisa.

—¿Cuántos años tienes? —le volvió a preguntar.

—Tengo catorce. —le contestó buscando algo en su mochila.

—Justo como mi hermana. —sonrió genuinamente. —¿Tu eres?

—Me llamo Rosina, puede decirme Rosi, trabajo muy cerca de aquí, ella salió a comprar algo y escucho la música así que vino desesperada, juro que nos iremos. —le contestó apenada.

—Chicos vengan. —nos llamó y nos acercamos. —Nos tomaremos una foto, pero tienes que obtener mi mejor ángulo.

Giselle rio a carcajadas. —Las cuentas no se equivocan contigo.