Hechos para ser uno solo

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CHLOE MEYER

Mis amigos se estaban enamorando, yo seguía llorando la muerte de mi novio, apenas pisé el edificio de la empresa, saludé a todo el personal hasta llegar a las cabinas de grabaciones.

—Chloe, tienen algo que decirte.

—¿Me va a despedir? —le pregunté a Josh que es nuestro productor general.

—Por favor, ¿Cómo consideras eso? Estas en el punto de la cima, jamás te despediría, eres la máquina de hacer dinero.

Me alejé y me senté en el sillón de atrás recogiendo ms piernas, es muy triste que en este medio no importa tu salud mental o física solo cuanto generas al año.

—Chiquilla, no lo dije de mala forma, soy tu amigo, tu confiaste en mí y por eso estoy aquí. Pero sabes que soy franco, este trabajo es duro y cruel. —giró su silla mirándome.

—Es increíble que, aun teniendo miles de fans, me sienta sola.

—No puedes quebrarte frente a las cámaras, la empresa ha creado estas imágenes de todos ustedes. —me miró y supe que no me mentía.

—¿Qué imágenes?

—Tienes esta imagen virginal, dulce, inocente, alegre. Lennox tiene esa imagen de perra, esa que parece que se acuesta con todos, esa adolescente rebelde. Audrey tiene la imagen de tonta, torpe, ingenua, esa bonita pero inútil.

Le quede mirando con cara de asco.

—¿Y los hombres? —le pregunte queriendo escuchar la misma estupidez.

—Eso es lo malo de esta industria, una mujer tiene que renovar y mantener una imagen siempre, mientras el hombre puede hacer lo que quiere y será aplaudido. —me tomó la mano y se la arranche. —¿Quieres practicar tu tema?

—¡No! Todos creen que soy una niña de 10 años, no lo soy. No todo el tempo estoy alegre ni lo estaré, esta empresa es una porquera, que el CEO se meta sus personalidades por donde le entre. —agarré mi mochila y me metí al auto.

Saco mi celular que me entraba una llamada y eran los chicos, les conteste.

—Hola rubia. —me saludo Nyle.

—¿Sera que pueda hacerme valer por algo más que no sea mi apariencia? —le contesté molesta.

—¿Disculpa?

—Bueno, nos dijeron que ibas a sacar un solo. —habló Lennox comiendo unas galletas.

—¿No les molesta? —les pregunté extrañada, me moría de los nervios al tener que contárselo.

—¿Por qué nos molestara? —me preguntó Audrey.

—Porque saben que no tendrá éxito, algo que saque yo no pegará tanto como algo que saquen ustedes.

Todos se quedaron callados mirándome y no me retractaba.

—Algo que saque Nyle no pegara para nada. —dijo Lennox tratando de soltar sus comentaros en momentos incomodos.

—¿Te pasa algo pequeña? —me pregunto Engelbert acercándose a la cámara.

—¡Ya no soy una pequeña! Todo el tiempo hacemos cosas que no hacen los pequeños, dejen de ocultarme cosas, hago cosas malas todo el tempo y estoy cansada de no pertenecer a ustedes.

—Hablas como si fornicáramos todos los das.

—Y si decidieran hacerlo, no me llamarían, porque no importa que tanto me quieran nunca estaré en su grupo.