Capítulo 18

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Reacciones

Mundo Alternativo

Harry estaba de pie junto a la puerta, su respiración era corta y rápida. Dumbledore miró con asombro y sorpresa al joven parado en su oficina. Pero Harry no estaba mirando al director, sus ojos estaban fijos en las dos personas con expresión de asombro sentadas frente a Dumbledore.

—¿Harry?— la voz de su madre llegó hasta él y sintió que su corazón se aceleraba varios latidos.

Harry solo podía mirar a sus padres mientras estaban sentados en los asientos frente a Dumbledore. Estaban mirando a Harry con sorpresa.

—¿Qué estás haciendo aquí? ¿Pasa algo?— Preguntó James, con los ojos clavados en la frente de Harry, buscando la cicatriz oculta.

Harry quería gritar que todo estaba mal. Todo lo que había pensado sobre este mundo y sobre su vida había estado mal, terriblemente mal. Imágenes del otro Harry pasaron por su mente de nuevo y se estremeció a pesar de sí mismo.

—¿Harry?— la preocupación inundó la voz de James cuando lo llamó.

Harry apartó la mirada de James y se centró en Dumbledore, notando que el director lo miraba con obvia confusión. Harry entendió por qué lo miraba así. El otro Harry nunca vendría a su oficina, nunca lo buscaría en busca de ayuda. Su presencia era lo que confundía a todos.

Harry quería decirles por qué estaba aquí. Estaba dispuesto a decirles a todos la verdad. Necesitaba volver a su mundo, no podía quedarse aquí más, no podía fingir ser él por más tiempo. Lo intentó, pero las palabras murieron en su garganta. Cerró los ojos con fuerza, deseando hablar, decir las palabras a Dumbledore, pero la presencia de sus padres estaba interfiriendo, silenciándolo.

—¿Harry?—

Abrió los ojos para ver a sus padres de pie y caminando hacia él, con preocupación y preocupación grabadas en sus rostros.

—Harry, ¿qué pasa?– Preguntó Lily, sus ojos recorriéndolo, deteniéndose en su cicatriz.

James había puesto una mano en el hombro de Harry, haciéndolo volverse un poco para mirarlo.

—¿Hijo? ¿Qué te pasa?—

Harry lo miró, las palabras lo picaban al mismo tiempo que lo consolaban. Sintió que la ira que latía a través de él se desvanecía repentinamente, dejándolo cansado y agotado. Se hundió un poco, alarmando a los dos padres. Ambos lo agarraron, temiendo que estuviera a punto de colapsar.

—¡Oh Dios! No estás bien. ¡Deberías haberte quedado en la cama!— Lily dijo, sus suaves dedos envueltos alrededor de sus brazos.

Harry recordó la mentira que le había dicho para alejarse de la fiesta de Damien, sus padres pensaban que estaba enfermo, tenía dolor de cabeza y había pasado todo el tiempo esta noche descansando en su cama. Una parte de él deseaba haber estado enfermo, haber estado en su cama, entonces no se habría enterado de la terrible verdad sobre quién es realmente en este mundo. El hijo adoptivo de Voldemort, el Príncipe Oscuro, ¡un asesino! Sus emociones burbujearon y pudo sentir el escozor de las lágrimas en sus ojos nuevamente. Los contuvo, no queriendo alarmar a sus padres más de lo que ya lo había hecho.

Miró a Dumbledore de nuevo, viendo la preocupación en sus ojos también mientras lo miraba. Harry sabía que si sus padres no hubieran estado aquí, ya le habría gritado su verdad a Dumbledore. Le habría contado todo sobre el intercambio y sabía que el gran mago poderoso lo ayudaría a regresar a casa. Pero Harry no podía decirle, no cuando sus padres también estaban aquí, no podía decirles que él no era su Harry. No podía soportar la idea de que se alejaran de él, mirándolo como si fuera un extraño. Sabía que amaban a su hijo, su Harry. Había visto y sentido su amor. Pero no podía entender por qué lo amarían, por qué lo acogerían cuando había hecho cosas tan atroces. Volvió a cerrar los ojos con fuerza cuando las imágenes asaltaron su mente, Harry llevando a los Mortífagos al Expreso de Hogwarts, atacando y matando a los Aurores, hiriendo a Sirius...

Deepest Reflections (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora