Deepest Reflections (Traducción)

Capítulo 41

Parte del plan

Harry apretó las ataduras de los dos tapizados unidos a la parte superior de su brazo y muslo y con ciudado colocó sus dos varitas en ellos. Se puso su túnica de batalla oscura asegurándose de que sus armas estuvieran perfectamente ocultas a la vista. Se quedó mirando el reflejo mirándolo en el espejo. Exhaló un suspiro y se inclinó más cerca. Se tomó un momento para mirarse a sí mismo, para estudiar realmente su reflejo.

—Te ves bien— Una voz rió detrás de él.

Harry se volvió hacia la puerta y vio a Bella parada allí, con su habitual sonrisa jugando en sus labios. Apartó la mirada y empezó a abrocharse la bata exterior.

—¿Qué pasó con tocar?— preguntó en broma.

Bella señaló la puerta.

—Técnicamente no estoy en tu habitación. Estoy fuera de ella—.

Harry se rió entre dientes y se volvió hacia ella.

—Bueno, entonces entra. Es de mala educación quedarse en las puertas— Bromeó.

Bella se deslizó dentro, manteniendo sus ojos en el chico guapo frente a ella.

—No pude encontrarte antes— Ella dijo. —¿Dónde fuiste?—

Harry le dio una mirada divertida.

—Donde siempre voy antes de una tarea—.

Bella asintió con la cabeza, una mirada vacía en sus ojos. No sabía de qué estaba hablando Harry, pero siguió el juego.

—El resto está listo. Están esperando sus instrucciones—. Ella transmitió.

Harry asintió mientras se miraba por última vez en el espejo.

—Nos iremos pronto—, dijo Harry. Sus ojos se dirigieron a las grandes ventanas en forma de arco, —tan pronto como esté lo suficientemente oscuro. Necesitamos la cubierta—.

Bella asintió y se acercó a él.

—Antes de irnos, quiero señalar una cosa, Príncipe—. Ella susurró. —No saldremos del Ministerio a menos que tengamos el orbe—.

—Por supuesto— Harry estuvo de acuerdo.

—Así que si me instruyes para que me vaya, como hiciste en el Callejón Diagon, te rechazaré—. Bella señaló. No se había recuperado del todo de ser expulsada de esa manera y de Harry nada menos.

Harry la miró fijamente por un momento antes de acercarse un paso más a ella.

—Estabas herida. Si te hubieras quedado, te habrían matado o capturado—. La miró fijamente. —No toleraré eso. Si eres lo suficientemente descuidada como para lastimarte, vete de inmediato—.

Bella le sonrió.

—¿Lo mismo va para ti?— preguntó en broma.

Harry le sonrió.

—No me lastimaré—, prometió, —esta vez estoy preparado—.

—No lo sé, Príncipe—, cantó Bella en su imitación infantil. —Te atraparon la última vez—

Los ojos de Harry se oscurecieron un poco, pero le sonrió.

—Tendrán que matarme esta vez—.

Bella le sonrió a él y a su dedicación.

De repente, la sonrisa se desvaneció de su rostro y lo miró boquiabierta en genuina conmoción.

—¿Qué?— Preguntó Harry al ver el rápido cambio en su expresión. —¿Qué pasa?—