Consigo algunos minutos de silencio después de la última llamada, me quedo parado esperando a que el enojo se vaya pero solo aumenta, incluso en el silencio. Solo quiero gritar.
Aprieto mis puños y dientes mientras camino hacia la puerta, y aunque tomo unos segundos para relajarme es estúpido porque no lo logro. Solo quiero romper la mano de la persona que está tocando y no lo hago porque la idea de que el director este al otro lado me causa un escalofrío. No puedo perder mi empleo.
Literalmente me muerdo el labio para no gritar cuando abro la puerta.
—¿Profesor? —la voz de Erick resonó en mi cabeza por unos segundos.
Trae puesta un short blanco bastante corto, unas calcetines blancos altos. Su cabello está un poco desacomodado y sus labios rojos de tanto morderlos.
En realidad, trae algunas cosas que me gustan sobre personas como él.
El labio partido, el ojo ligeramente morado y algunos rasguños en los brazos.
—¿Qué quieres? —pregunto apretando la manija de la puerta.
A pesar de disfrutar de su mal estado, no quiero verlo ahora. Nunca.
—¿Puedo hablar con usted? —pregunta nervioso ante mi actitud.
—No.
Quiero cerrar la puerta, pero pone su pie y la empuja levemente.
—¡Que no!
Abro la puerta casi completamente para que saque su pie y luego la cierro de golpe, pero él ha sido más rápido, pasando debajo de mi brazo y quedándose adentro.
—¡Lárguese ya mismo, Colón! —le grito furioso.
Sus ojos se ponen rojos, pero su postura derecha no caía, casi retándome a que yo lo saque a golpes.
—¿Por qué echo a Becky? —casi no abre su boca ya que su labio se estira y lo más probable es que se abra su herida.
—Eso no es de tu incumbencia, niño, niña, niño-niña... Como sea —ruedo los ojos, sería un insulto si tan solo el idiota no quisiera parecer una. Pierde el chiste.
—Ella solo me defendió —se excusa.
—No tengo porque darte explicaciones —digo abriendo la puerta para que salga—. Y ella agredió a una compañera.
—¡Manuel me golpeó y no lo echó!
—Fue un accidente, uno que puede pasar durante un partido. Y si no soportas ese accidente será mejor que no estés en el equipo.
Lo tomo con brusquedad del brazo y en eso recuerdo que solo tengo una toalla cubriendo mi cuerpo, haciéndome sentir completamente incómodo, mientras lo arrastro casi hasta la salida con demasiada fuerza.
—P-Profesor... —lo miro cuando está afuera y noto que sus ojos están cristalizados a la vez que se acaricia la parte del brazo donde lo "lastimé".
—Lárgate. Becky no volverá y no vuelvas a desobedecerme o la acompañarás fuera del equipo.
La voz del director suena lejana pero se escucha lo suficientemente fuerte para que Erick y yo volteemos a buscarlo, aunque no está a la vista.
—P-Profesor, a ella le encanta esto. Déjela regresar.
Lo miro y veo que ya ha soltado varías lágrimas, su labio inferior tiembla mientras aún acaricia su brazo.
—Mierda —susurro.
—¿Señor Pimentel? —la voz del director es más cercana.
—Lárgate —empujo a Erick pero este solo se balancea sobre sus pies y regresa a su posición.
—Solo si deja a Becky seguir participando.
—Ni lo sueñes.
—Señor Pimentel —maldito viejo insistente.
Miro al pasillo y veo el pie del director por lo que poco más y ve la escena de Erick. Lo jalo del brazo y lo meto a la oficina bruscamente, cerrando la puerta detrás.
—Métete al baño.
—¿Qué? No. Profesor, Bec...
La puerta detrás mío comienza a abrirse y lo único que mi cuerpo hace es empujar a Erick hasta que cae. Corro hacia él y lo empujo debajo del escritorio.
—Profesor Pimentel, por favor... —continúa Colón pero meto mi mano debajo del escritorio hasta cubrir su boca.
En ese instante, el director entra y yo tomo la silla para meter mis piernas dentro del escritorio. Nervioso de que vea algo. Para mi suerte el escritorio llega hasta el suelo y no se pueden ver los pies.
—Director —digo fingiendo una sonrisa.
—Señor Pimentel —me sonríe y pasa a la oficina—. ¿Podemos hablar?
—S-Seguro —asiento con la cabeza.
—¿No quiere vestirse primero?
Erick lame mi mano y yo le doy una ligera cachetada debajo del escritorio. Si me quito lo verá.
—¿Le incomoda? —pregunto, aunque a mi me incomoda y asquea más que a nadie en la habitación.
—Oh, no. —niega y pasa, cerrando la puerta detrás suyo y sentándose en el sillón.
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Gracias por las vistas.
—Gabbb.
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Gym || Joerick || ADAPTACIÓN
FanfictionEn donde el nuevo entrenador de basketball, Joel Pimentel, es homofóbico. Esta novela es CONTENIDO ORIGINAL DE WellNotToday, quien borró la cuenta pero antes de hacerlo comentó que su historia puede ser adaptada, así que espero que les vaya a gustar...