84.- Maratón San Valentín (1/4)

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Detengo mis pasos, mirando a ambos caminar hacia mí. Miro al suelo y parpadeo con fuerza, asegurándome de que no sea una ilusión o un estúpido sueño. Pero no lo es, porque mientras más se acercan, mejor puedo ver su rostro, tan lindo y tierno. No es un sueño, mi mente no podría ser tan mala y buena para crear a Erick de vuelta. Esto es real, Erick está aquí, caminando hacia mí.

Él evita mirarme. No sé qué sucede, por qué está aquí y por qué no me lo dijo antes, pero mientras más lo veo acercarse, me trae recuerdos de cuando se fue. No se supone que sea así, debería estar feliz de volver a verlo. Pero él no parece estarlo y cuando lo noto, comienzo a sentir un ardor alrededor de los ojos y una pequeña falta de aire. Así que dejo de mirarlo como él a mí.

—Creí que ya se había ido —reprocha el director, viéndome un poco mal cuando llega enfrente mío. Pero ni siquiera le hago caso, solo miro al piso como si estuviera avergonzado.

—E-estaba... me duché y-y... —agito la cabeza, ni siquiera puedo formular una frase coherente.

Veo los pies de Colón, está jugando con sus agujetas medio deshechas. No lo he visto a la cara, pero apuesto a que se está mordiendo el labio inferior con fuerza y que sus mejillas están ligeramente rosas.

—¿Está bien? —pregunta el director y yo levanto la mirada, evitando ver a Erick cuando siento un cosquilleo más fuerte en el rostro, indicando que posiblemente lloraré.

—Sí —aprieto la mandíbula y la correa de la maleta.

—Bien —suspira—. Ahora, ¿se puede saber por qué no acepta al joven Colón de nuevo en el equipo? —pregunta molesto.

—¿D-de qué está hablando? —pregunto, mirándolo aún más confundido, conteniéndome aún por mirar a Erick.

—De Erick —lo señala a su lado, pero continuo sin mirarlo—. Me dijo que lo evitó y cuando consiguió hablar con usted, no lo aceptó de nuevo en el equi...

—Mentí —interrumpe Erick y volteo instantáneamente hacia él, cediendo a querer hacerlo, viéndolo claramente y tan cerca mío de nuevo.

—¿Cree que esto es un juego? —habla el director, pero solo me concentró en Erick. En su fino perfil y sus reacciones.

Creció casi nada, pero puedo notar que es un poco más alto. Sus labios son tan rojos como antes, su cabello creció un poco y se ve más oscuro, pero sigue siendo hermoso.

—N-no vi al entrenador Pimentel —pestañea rápidamente—. Mentí p-porque no quería estar en el equipo de nuevo.

—Le expliqué que, si quería recuperar el año, tendría que entrar a una actividad extra por crédito. Y en basketball era en lo que mejor le iba, era de los mejores jugadores, según recuerdo —explica el director, y comienzo a desesperarme por no entender casi nada.

Jamás evité a Erick.

Jamás te evité. Tú no llamaste de nuevo y ni siquiera podía llamarte por ser un estúpido número privado. Solo me llamaste para decir "gracias por ayudarme, pero ya no te necesito".

—Lo sé —se limita a decir Colón después de encogerse de hombros.

—Entrenador Pimentel —por fin volteo a ver al director y dejo de ver a Erick—. Tengo una junta de maestros en... —mira su reloj—. Dos minutos. Así que le encargaré que hable con Erick...

—¡Bien! —exclama Erick y ambos lo miramos exaltados—. Entraré al estúpido equipo.

—Tiene detención —dice el director, hablando firme y observándolo molesto—. Es la segunda vez desde que llegó, busque controlarse o reconsiderare darle la oportunidad de seguir el año escolar.

Gym || Joerick || ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora