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Mi cabello está completamente mojado para cuando llego a casa. Ni siquiera me tomé la molestia de apresurar mi paso, estaba demasiado ocupado pensando en como hablaría con Erick para pedirle que vuelva a visitar a Christopher y Zabdiel, en especial a Chris.

Olvido todo sobre Erick excepto el hecho de que le agrada a Christopher y lo hace feliz a veces.

Me quedo dormido en el sillón después de no hacer nada por casi una hora, solo estaba pensando mientras me sentía peor conmigo mismo.

Me he quedado dormido abrazándome a mí mismo, con las pequeñas lágrimas secas a la orilla de mis ojos y mejillas, así que cuando me despierto por el celular sonando con insistencia siento la resequedad en mis ojos y mi cara un poco hinchada.

—¿Qué? —contesto sin ver quien llama.

—¿Para que demonios tienes un celular si no lo vas a contestar, Joel? —la voz de Zabdiel suena molesta e irritante.

—Zab, creí que tenían un viaje.

—Ven a mi casa ya mismo —ordena—. Trae tu auto.

—Claro, patrón —digo sarcástico—. Oye, no pienso llevarlos al aerop... —me cuelga—. Cabrón.

Quito el celular de mi oreja y veo los veinte mensajes de Christopher y Zabdiel más doce llamadas perdidas.

Guardo el celular en mi bolsillo mientras camino a pasos rápidos por las llaves de mi auto saliendo de casa algo acelerado, con las palmas de mis manos sudando y mi cabello comenzando a humedecerse por las pocas gotas de agua que aún caen.

Enciendo el auto, salgo sin cuidado y comienzo a manejar al límite de velocidad por las calles, llegando a la casa de Zabdiel en menos de quince minutos.

Todo sigue como me fui hace unas horas, aunque ahora hay un auto negro en el patio de la casa de Erick, pero hago caso omiso y me estaciono en la entrada de la casa de Zabdiel.

Cuando bajo y corro a la puerta veo un taxi del aeropuerto llegar y tocar el claxon.

—¿Qué? —susurro y antes de que abra la puerta Chris ya lo ha hecho.

Sale sin siquiera detenerse a mirarme y corre al taxi, hablando con el conductor unos segundos y después volviendo para meterme a la casa con un leve empujón.

—Carajo, Joel —Zabdiel sale de la cocina y se para a un lado de Christopher.

—Iré llevando las maletas —habla Chris dándose la vuelta, pero Zabdiel lo detiene.

—Será mejor si tú hablas con él. Yo llevaré el equipaje —se excusa y sin esperar respuesta va por las maletas para dejarme a solas con Chris.

—Me están asustando... Solo un poco —comento.

Christopher pone su mano en mi hombro y me guía hasta la cocina.

—Christopher, basta, ¿qué les...?

—¡Te dije que no, Chris! —se queja Erick apretando la orilla de la barra con sus manitas y viéndome con un rostro de preocupación.

—¿Qué haces aquí? —le pregunto.

Quiero sentirme molesto porque no ha cumplido su palabra, pero Chris está aquí, y solo me recuerda que Erick es su amigo. Así que, por unos instantes pienso tomarlo del brazo y sacarlo de aquí para hablar con él. Pero vuelvo al momento y solo miro a ambos confundidos.

—Dile tú, Erick —le sonríe para darle ánimos y yo sólo miro a Colón.

Hasta ahora noto que trae unos shorts café claro hasta arriba de las rodillas, una camisa rosa pastel y una chaqueta de mezclilla clara.

No se ve mal. Porque es ropa que hasta un chico usaría, solo... No tan ajustada y con las piernas sin rasurar... Y la camisa de otro color.

—Mi papá me echó de la casa —susurra, mordiéndose el labio y mirando nervioso a Chris.

—¿Qué? ¿Porqué? —pregunto alarmado, ¿Becky habrá convencido al director?

—Llegó borracho y con una puta —me dice.

—No lo deja entrar a su casa y estamos demasiado apresurados para poder pensar en otra opción —habla Christopher.

—¿Cuál es su única opción entonces? —pregunto mirando a Chris.

—Hoy se quedará en tu casa —afirma.

—¡No! —gritamos Erick y yo al mismo tiempo.

—Erick dijo que el familiar más cercano está a cuatro horas de aquí —interviene Zabdiel mientras entra a la cocina—. Chris, ve al taxi que ya todo está listo.

Christopher solo sale de la cocina pero puedo ver su silueta parada en la entrada mientras espera.

—Será una noche, ¿sí? Mañana lo traes a su casa. Erick dice que podrá entrar sin peligro alguno mientras esté dormido.

—¿Peligr...? —recuerdo el maltrato familiar y guardo silencio—. No, Zabdiel. Ni de broma, que se quede aquí, con tu esposa.

—Regresará hasta mañana en la tarde de un viaje, ¿en serio te cuesta mucho poder cuidar a nuestro amigo?

—¿Nuestro? —río.

—De Christopher y mío, tonto —pone su mano en mi nuca—. Hazlo por Christopher, ¿sí? Para que se vaya feliz y demos un buen show.

Me tallo la cara con frustración y miro a Erick con disgusto pero al final quito la mano de Zabdiel de mi nuca y asiento.

—¡Aleluya, Joel! —grita y se agacha un poquito para besarme en la frente, a lo que reacciono alejándolo bruscamente.

—Ya, que solo lo hago por Christopher y que para cuando se hagan famosos me lleven de gira con ustedes —aseguro mientras me limpio la frente.

—Zabdi, el taxista ya quiere irse —dice Chris entrando a la cocina.

—Ya podemos irnos —le sonríe casi dándole a entender con una mirada que acepté.

Christopher salta como un niño pequeño y corre a abrazarme, a lo que correspondo un segundo para luego esperar que me suelte, pero no lo hace.

—Si le das de comer comida de perro juro que...

El claxon del taxi suena y no escucho lo que dice pero todos corremos afuera casi al terminar el sonido de la bocina.

—Nos vemos el miércoles, Joel —sonríe Zabdiel después de cerrar la puerta y correr al taxi.

Pasan varios segundos en los que el auto enciende y se aleja por la calle, haciéndose cada vez más pequeño a lo lejos.

Miro a mi derecha y veo a Erick con sus pequeñas manos apretadas con fuerza, viendo en la dirección en la que ha desaparecido el auto. Pero solo me limito a verlo de pies a cabeza y detenerme un momento en sus piernas.

—¿Qué demonios te pasa? —pregunto—. ¿No te da frío? Quiero decir... Está lloviendo —digo obvio y siento mi piel achinarse al poner atención al frío.

—Como sea —dice, encogiéndose de hombros y abrazándose a sí mismo por dentro de la chaqueta.

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Este capítulo va dedicado a una de las personas que más me hace feliz en este mundo tan echado a perder. Podrá no ser parte de CNCO, pero igual quiero resaltar mi amor hacia él, mi amor hacia Zayn, quién oficialmente, ya es padre y a quien le deseo lo mejor de este mundo, porque así como él hace mi mundo mejor, él se merece solo lo mejor, hoy y siempre. ♥

Gabbb.

Gym || Joerick || ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora