CAPÍTULO 62.

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Aarón.

Pensé que esto iba a terminar mucho peor, cuando Aisley se levantó rápidamente pude notar que estaba incómoda y luego cuando me pidió que no le mintiera no supe como sentirme, realmente no le estoy mintiendo creó que solo le estoy ocultando cosas por un tiempo.

Sin que Danielle lo dijera yo iba a llevar a Aisley al Seducción y lo que le dije después es la verdad, simplemente no le dije de qué clase de club soy dueño y que cosas he hecho en él. Respecto a mi padre y todo lo que pasó en Rusia antes de mudarme a Nueva York tarde o temprano tendré que decirle la verdad.

Me sorprende que aún no haya querido saber más de mi padre, aunque lo agradezco. Necesito una razón para poder hablarle de algo que odio y preferiría olvidar. Pero es parte de mi pasado y aunque odie aceptarlo, gracias a eso soy quién soy en el presente, pero mi pasado no va a definir quién seré en el futuro, no va a definir mi relación con Aisley.

— Deberíamos volver con Danielle. — Suspira contra mi pecho.

— No te preocupes, está muy ocupado en una llamada. — Suelto una carcajada y se incorpora para mirarme a los ojos. — Princesa, hay muchas cosas que no sabes de Danielle y otras es mejor que nunca las sepas. — Le doy un beso en la frente.

— Puedo imaginarme como es. — Sonríe de medio lado. Si tan solo supiera que hasta hace unas semanas yo hacía lo mismo que él quizá no estaría recostada en mi pecho tranquilamente.

— No tienes ni idea de lo que dices. — Y la verdad es que no la tiene. Pero cambio de tema rápidamente. — De hecho, me pidió que pasado mañana fuéramos a cenar con él y su nueva amiga. — Hago comillas con los dedos en la última palabra.

Continuamos hablando de cosas sin sentido durante el resto del vuelo, Aisley está mucho más relajada, sonriendo y riendo a carcajadas hasta que le duele un poco la garganta y yo amo verla feliz. Pero nuestra conversación termina cuando Mark nos pide volver a nuestros asientos para el aterrizaje. Nos vestimos y salimos de la pequeña habitación, al volver Danielle obvio está profundamente dormido, golpeó su nuca para que despierte y lo hace murmurando palabras sin sentido.

— Vamos a aterrizar, despierta. — Le digo mientras tomamos nuevamente asiento y abrochamos nuestros cinturones de seguridad.

— Al fin, ¡Joder! — Exclama adormilado y sé que se está mordiendo la lengua para no soltar uno de sus comentarios sarcásticos. — ¿Entonces? ¿Vienen a cenar con mi amiga y conmigo pasado mañana? Te va a caer bien preciosa. — Le guiña un ojo, pero no dice más.

— Supongo que sí, mañana quiero cenar con mis padres. — Sonríe entusiasmada. — ¿En dónde vas a quedarte mientras estemos en Los Ángeles? — Le pregunta con curiosidad.

— Es obvio preciosa, con ustedes. — Me mira abriendo mucho sus preciosos ojos azules, pero Danielle suelta una carcajada. — Tranquila, solamente estaba bromeando. Sus gritos y ruidos no me dejarían dormir. — Hace una mueca de disgusto.

— Dudo que en dónde sea que te quedes estos días vayas a dormir. — Suelto una carcajada y asiento totalmente de acuerdo con Aisley.

— Ustedes tampoco van a hacerlo. — Aisley se encoge de hombros y suelta una carcajada.

— Vale, respondiendo a tu pregunta original. No eres la única que tiene un penthouse preciosa.

Puedo notar que Aisley se siente mucho más cómoda con Danielle, continúan bromeando durante el resto del vuelo y hasta que aterrizamos.

Cane y Taylor bajan nuestro equipaje. En la pista hay tres autos. Un Ferrari que, por supuesto es de Danielle, un Aston Martín y un Audi Q7. Nos despedimos de Danielle y subimos a nuestros respectivos autos.

UN JUEGO DE SEDUCCIÓN. (TS #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora