CAPÍTULO 64.

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Aarón.

Por unos momentos mientras estaba con Aisley olvidé que no era una de las mujeres del Seducción, simplemente son muy diferentes en el aspecto sexual y por eso la lastimé. Sé que intento que no pensará en ello y lo logro un momento, pero ver sus muecas de dolor me hacen sentir peor. Dejo que entre en el jacuzzi y yo me pongo un albornoz para bajar a buscar a Ella que seguramente ya llegó.

— Vuelvo en un segundo. — Le doy un beso en la frente y puedo ver una nueva mueca de dolor cuando se sienta en el jacuzzi.

Salgo de la habitación y comienzo a bajar las escaleras, por los ventanales puedo ver que Cane y Taylor están desayunando en la terraza, así que obviamente Ella ya está aquí. Cane puede ser un gran jefe de seguridad, pero chef lo dudo mucho. Sonrió para mis adentros y comienzo a caminar hacía la cocina en donde se encuentra Ella abriendo el refrigerador.

— Buenos días Ella. — Se sobresalta llevándose la mano al pecho.

— Buenos días doctor, no lo escuche entrar. — Respira rápidamente. — ¿Necesita algo?

— Si, ¿Analgésicos para el dolor? — Asiente y por suerte no pregunta nada más. Comienza a buscar en uno de los gabinetes y toma un pequeño frasco.

— ¿La señorita y usted van a desayunar? — Sirve un vaso con agua.

— Si, en un rato bajaremos. — Me pasa dos pastillas y el vaso de agua. — Gracias Ella. — Asiente y salgo de la cocina. Pero no puedo ir demasiado lejos porque me topo de frente con Cane.

— Vale, un albornoz es mejor que el pijama de ayer. — Suelta una carcajada y pongo los ojos en blanco. — ¿Aisley está bien?

Considerando que está en el jacuzzi con el trasero adolorido por mi culpa no sé qué tan bien se encuentre. Pero por supuesto solamente lo pienso y no lo digo.

— Respecto a lo que pasó durante la noche... sí, está mucho mejor. — Suspiro.

— ¿Pesadillas? — Asiento. — ¡Vaya pesadillas! — Exclama y vuelvo a asentir. — ¿Van a salir hoy?

— Aisley quiere ir a la mansión Káiser a ver a su familia, pero supongo que para comer o cenar y antes no sé qué quiera hacer. — Me encojo de hombros y suelta una carcajada.

— Vale, me va a tomar un poco de tiempo acostumbrarme a que, si sales o no, ahora dependa de Aisley, creó que desde hoy comenzaré a preguntarle a ella. — Pongo los ojos en blanco y se ríe aún más fuerte. — Suerte conociendo a tus suegros. — Me da una palmada en el hombro.

— No seas imbécil, conozco perfectamente a Alicia y William Káiser. — Pongo los ojos en blanco. — Los he visto más estos últimos años que Aisley.

— Si, los conoces, pero no como el novio de su única hija. — Me guiña el ojo. — Recuerda que no solo es el matrimonio Káiser, también hay un Ezra Káiser, que da la casualidad que es el hermano mayor de Aisley y a él no lo conoces. Solo ten en cuenta como eres tú con Annia y Ninette. — Después de eso desaparece en la cocina y yo me quedo de pie a media estancia pensando lo que dijo.

Realmente no conozco a Ezra, solo espero que no sea igual que lo soy yo con Annia y Ninette; pero de ahí en más, desde hace algunos años mi relación con William y Alicia es muy buena. Dejo de pensar en ello mientras subo las escaleras y vuelvo a entrar al baño de la habitación principal.

— Tómatelas, te ayudarán con el dolor. — Pongo ambas pastillas en la palma de su mano y el vaso de agua en la otra, me sonríe y hace lo que le pedí.

— Gracias. — Me sonríe con el jabón y las burbujas cubriendo su pecho. — Entra conmigo. — Se desliza hacía al frente. Me quito el albornoz y entro con ella, inmediatamente pega su espalda a mi pecho suspirando.

UN JUEGO DE SEDUCCIÓN. (TS #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora