UN JUEGO DE SEDUCCIÓN. (TS #1)

CAPÍTULO 29.

Aarón.

Cuando llego al bufete después de la comida con mis clientes, Aisley ya se encontraba detrás de su escritorio y me indico que Annia se había ido minutos antes. Joder, tendré que esperar hasta regresar a casa para preguntarle qué demonios le dijo Aisley mientras comían juntas.

Es viernes, lo que significa que no la veré en todo el fin de semana, pero se me ocurrió una idea para acelerar mi estúpido juego. Por lo que comienzo a escribir un nuevo email.

De: A.
Para: Aisley Montgomery.

Asunto: Juego y pistas.

Como sigues todas las reglas, hoy tienes recompensa.

¿Quieres saber cuántas veces voy a hacerte gritar cuando te tenga en mi cama? Pues cuenta los pétalos de estas dos rosas y multiplícalo por diez.

Pista #3: Una copa de whisky después de un problema con un hombre ebrio, es lo mejor para tranquilizarte.

PD: Tres rosas y dos pistas en un solo día, debes de estar agradecida.
P

D 2: Yo no he contado los pétalos, pero te hare gritar hasta que te quedes afónica.

Después de escribir el correo, llamo a Aisley por el intercomunicador del teléfono y le pido que baje al despacho del licenciado McMillan por unos documentos que necesito y es la verdad, pero también es el pretexto perfecto para dejar las rosas en su escritorio. Cuando veo que baja por el ascensor salgo rápidamente de mi despacho y dejo las dos rosas encima de los documentos que estaba leyendo cuando la llame.

Un par de minutos después regresa y me entrega los documentos con una sonrisa amable, después regresa a sentarse detrás de su escritorio y puedo ver que se sobresalta al ver las dos rosas y justo en ese momento envió el email, que segundos después comienza a leer en su computadora y sonríe ampliamente. Por unos segundos nuestras miradas se encuentras a través del cristal de mi despacho y me sonríe.

¿Comenzara a darse cuenta de que yo envió las rosas y los emails? Joder, espero que sí.

Durante un par de horas intento concentrarme en mi trabajo, pero me parece imposible. A las 6:00pm Aisley llama a la puerta de mi despacho.

— Doctor, me voy a retirar ya. Si se le ofrece algo durante el fin de semana, siempre tengo mi celular conmigo.

— Gracias Aisley, que tengas buen fin de semana.

— Igualmente doctor, nos vemos el lunes. — Me sonríe y cierra la puerta.

Cuando la pierdo de vista, comienzo a recoger mis cosas y literalmente salgo corriendo del edificio, necesito hablar con Annia urgentemente.

A las 6:20pm entro a grandes zancadas a mi casa buscando a Annia, pero me freno en seco cuando la veo con una gran sonrisa burlona en el bar.

— Sabía que llegarías antes hermanito. — Ve la hora en el Rolex de su muñeca.

— Vale. Ahora cuéntame lo que paso esta tarde. — Me siento en un taburete y me sirve una copa de whisky.

— Bueno, me dijo que las cosas con Jesse no están bien, que después de llamarla diciéndole que se iría a Canadá por un mes con su hermano, no ha vuelto a llamarla, ni mensajes, ni nada.

— ¿En serio le dijo que estaría en Canadá con su hermano? — Levanto ambas cejas y Annia asiente. — Vaya mentiroso.

— También me dijo que estaba con él porque era caballeroso, romántico y fiel. — Suelta tremenda carcajada. — Cuando me dijo ese último quería gritarle que su romántico novio fiel no está en Canadá, si no en Carolina del Sur con su hija recién nacida. — Yo la fulmino con la mirada. — Relájate, no lo hice.

— ¿Algo más? — Obviamente hay más.

— Me dijo que su padre nunca ha estado de acuerdo con su relación, que literalmente odia a Jesse y que la otra noche la llamo, haciéndole preguntas sobre Jesse y su relación con él. Supongo que por la llamada que tú le hiciste.

Durante media hora, Annia me cuenta todo lo que hablo con Aisley.

— Ah y me dijo que si tenía la oportunidad de algo contigo, la tomaría sin dudarlo. — Me guiña el ojo.

Al menos el deseo es mutuo y no me costara tanto trabajo tenerla en mi cama como pensé. Ahora quiero dejarme de juegos y el lunes lo primero que haré, será acorralarla contra la pared de mi despacho, no pienso soportar una semana más. Joder, voy a morirme. Las erecciones duelen cada vez más.

Por lo que dejo a Annia en el bar y yo subo a mi habitación para darme una ducha, cambiarme de ropa y volver a subir a mi Ferrari para ir a Seducción. Joder, necesito follar y rápido o los pantalones me van a explotar.

Cuando llego, inmediatamente veo a mi mejor amigo Danielle. Ambos vivíamos en Rusia y él se mudó a Nueva York un par de meses después de que yo lo hiciera, ambos somos socios y dueños de Seducción, es mi mejor amigo de toda la vida y al menos en esto no me molesta compartir con él. Es solo sexo, ambos estamos solteros, así que no hay problema si compartimos una mujer para tener solo sexo.

Y eso es lo que hago esta noche, pero se nos unen dos mujeres en lugar de una. Es justo lo que necesitaba.

A las 3:00am estoy de regreso en mi casa, con mucha tensión sexual liberada. Ahora, solo necesito esperar al lunes para hacer lo que tengo planeado. A la mierda el juego de las rosas, emails y pistas, ya no lo soporto más.

Solamente esperare hasta después del viaje a California para llevar a Aisley a donde quiero. La llevare a Seducción, pero antes a otro lugar e invitare a Danielle y a su nueva amiga, creo que se llama Amberly. Para eso sí puedo esperar un par de semanas más, tampoco quiero asustar a Aisley y que no quiera volver a estar conmigo. Pero bueno, obviamente va a asustarse al principio, pero una vez que se deje llevar, lo va a disfrutar.

¿Quiero a Aisley solo para tener sexo? ¿Voy a permitir que la usen como he permitido que lo hagan con otras mujeres?

A mi primera pregunta no tengo una respuesta bien formulada, tiene algo especial que me gusto desde el primer momento, algo que la hace diferente a todo el resto, al menos para mí. Quizá para otros sea una mujer más, pero estoy seguro que no es una mujer que se merezca que solo la usen para tener sexo.

Pero a mi segunda pregunta si tengo una respuesta. Y es un no rotundo, jamás voy a permitir que seis hombres la usen como objeto sexual y si Aisley quisiera entrar a este mundo conmigo, nadie la tocara sin que yo lo permita.