CAPÍTULO 40.

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Aarón.

Mientras estoy besando a Aisley siento una tranquilidad increíble, hasta que coloca la mano por encima de mi miembro y una erección aparece en cuestión de segundos. Sonríe contra mis labios y me empuja suavemente para que me acomode en mi asiento, sin separar nuestros labios se sienta a horcajadas en mi regazo.

— ¡Joder! — Murmuro contra sus labios cuando comienza a mover sus caderas.

Justo cuando comienza a desabrochar mi cinturón en el limitado espacio, mi celular nos interrumpe.

— ¡Por Dios! — Exclama.

En la pantalla puedo ver el nombre de Ninette y no me había dado cuenta que tengo diez llamadas perdidas suyas.

— Es Ninette, debo responder. — Asiente, pero no deja de mover las caderas.

— ¿En dónde carajo estas? — Literalmente me grita cuando me llevo el celular a la oreja.

— Entrando al edificio, relájate. — Entierro los dedos en las caderas de Aisley.

— Te necesito aquí, ¡Joder! Tenemos una reunión importante en cinco minutos y el director no está. — Sin poder evitarlo suelto un pequeño gemido cuando Aisley presiona las caderas contra mi pelvis y lame mi cuello. — ¿Qué carajo estás haciendo? — Vuelve a gritarme Ninette.

— Pídeles que me esperen, llego en diez minutos. — Entierro más fuerte los dedos en sus caderas.

— ¡Dijiste que ibas entrando...! — Pero corto la llamada antes de que pueda terminar y lanzo el teléfono en el asiento.

Meto la mano en su entrepierna y vuelvo a arrancar sus bragas, se aparta de mis labios con un gesto de sorpresa.

— Es más fácil sin ellas. — Me encojo de hombros y me desabrocha rápidamente el cinturón y el botón.

En dos segundos estoy guiando sus movimientos arriba y abajo sobre mi erección, pero parece no necesitar de mi ayuda. Gime en mi oído hasta que unos golpes en mi ventana hacen que nos detengamos rápidamente.

— ¡Joder! — Exclamo al ver a Ninette con los brazos cruzados frente al pecho.

Esto no va a ser nada bueno. Lo menos importante para mí es que me vean teniendo sexo, pero joder, se trata de mi hermana.

— ¡Por Dios! — Exclama Aisley intentando volver a su asiento, pero la detengo.

— ¿En serio Aarón? ¿En el estacionamiento del bufete? — Ninette pone los ojos en blanco y nos fulmina con la mirada.

— No es asunto tuyo Ninette, ¿Quieres volver al edificio? — Aisley tiene el rostro completamente sonrojado.

— No voy a volver. — Se presiona el pecho con los brazos. — Pero ustedes si van a bajar de este auto. — Nos señala a ambos con el índice.

— Ninette, pareces una adolescente haciendo este drama.

— No, tú pareces un adolescente haciendo este espectáculo en el estacionamiento.

— ¡Joder! ¿Quieres darte la vuelta? — Pongo los ojos en blanco y por suerte lo hace.

Aisley se baja de mi regazo y se acomoda el vestido mientras yo me abrocho el pantalón y el cinturón.

— Lo siento, Ninette puede ser algo dramática. — Me encojo de hombros y Aisley sonríe tímida.

— Te recuerdo que estoy aquí y te escuchó Aarón. — Me dice mi hermana mientras se gira con una mirada asesina.

Bajo del auto suspirando mientras mi hermana me observa de una pésima manera mientras lo rodeo y le abro la puerta a Aisley, pero le pido en silencio que comencemos a caminar; rodea mi brazo con el suyo e ignoramos a Ninette, pero un par de segundos después pasa justamente lo que creí.

— ¿Pero qué carajos te pasa? ¿Quieres que todo el bufete te vea follando en el estacionamiento? — Dice mientras comienza a caminar detrás de nosotros y escucho sus fuertes pisadas.

— Pues los que no lo vieron ya te pudieron escuchar, ¡Carajo, cállate!

— No me voy a callar. — Se pone enfrente a nosotros cortándonos el paso a mitad de la recepción principal.

— Ninette, no hagas un espectáculo enfrente de todos. — Aisley presiona mi brazo un poco más fuerte, pero no dice nada cosa que agradezco.

— ¡El espectáculo ya lo hicieron ustedes dos! — Grita y todos comienzan a mirarnos. — ¡Todo el bufete los vio salir juntos cuando tú acababas de llegar tomados de la mano, es de lo único que se habla en los pasillos desde hace horas y luego regresan para encontrarlos...! — Continúa gritando, pero la interrumpo antes de que pueda terminar la última frase y esto termine peor.

¡Joder! Debimos de ser un poco más discretos a la hora de salir de aquí, ahora todos están hablando de nosotros. No me importa lo que digan de mí, soy su jefe y me van a respetar, pero no creo que hagan lo mismo con Aisley.

— ¡Basta Ninette! Si quieres hablar lo haremos en privado y cuando dejes de comportarte como una jodida niña. — Grito más fuerte que ella y la hago a un lado para continuar caminando.

Cuando subimos al ascensor nadie más se atreve a subir y Aisley suelta todo el aire de sus pulmones.

— Creo que esto será mucho peor de lo que me imagine, no debimos salir así. — Me mira directamente a los ojos y se muerde el labio.

— No esperaba que pasará todo esto. — Presiono el botón de emergencia del ascensor y se detiene. — Y mucho menos que Ninette bajara para encontrarnos follando en mi auto.

— Lo siento. — Alzo una ceja. — No era mi intención hacer que discutieras con tu hermana y mucho menos frente a todos tus empleados. — Suelto una carcajada y ahora es ella quien alza la ceja.

— Es muy propio de Ninette hacer ese tipo de dramas, no es la primera vez que lo hace en público. Cuando nos encontró sabía que algo así podía pasar, simplemente es Ninette siendo Ninette, en un par de horas se le pasara.

— Hoy será un día difícil. — Suspira.

— Si quieres puedes tomar el día libre para que los cotilleos aquí se tranquilicen un poco. — Rodeo su cintura con el brazo y ella apoya la frente en mi pecho.

— No, supongo que estoy acostumbrada a este tipo de cosas, lo viví por mucho tiempo en Los Ángeles. — Se encoge de hombros. — Se cómo sobrellevar todo esto.

— Vale. — Vuelvo a presionar el botón de emergencia y el ascensor comienza a subir nuevamente.

Estoy dejando que las cosas se me salgan de las manos con Aisley y ni siquiera sé hasta dónde voy a ser capaz de llegar con ella. A estas alturas todos mis empleados deben estar hablando sobre que me estoy follando a mi asistente personal. Todos tienen un acuerdo de confidencialidad y espero que nadie se atreva a romperlo, si alguien vende una nota así a la prensa me va a perjudicar demasiado y también a Aisley.

UN JUEGO DE SEDUCCIÓN. (TS #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora