Aisley.
Después de un turno de trabajo en Starbucks y casi una hora de plática con mis compañeras, sobre un cliente que fue muy grosero con Kathie, pero que era guapísimo, con traje negro hecho a la medida. Sigo pensando que están exagerando, pero bueno, quizá algún día tenga la oportunidad de ver al señor malhumorado como lo bautizaron mis compañeras.
Una vez que entro a mi apartamento hay una nota de mi compañera Andrea
Leley:
Salí con unas compañeras de la universidad, no me esperes despierta. ♡
Andrea y yo nos conocemos desde que éramos unas niñas, nos conocimos en Los Ángeles y luego vivíamos en Arizona, pero fue una total aventura para nosotras decidir que queríamos vivir en Nueva York. Pero aún no deja de llamarme por mi apodo familiar, aunque se lo he pedido mil veces. Dejo la nota sobre la mesita que hay a un lado de la puerta. Aun no entiendo porque no me envió un mensaje nada más en lugar de dejar una nota. Subo a darme una ducha y esperar a que llegue Jesse.
Media hora después estoy lista en la sala de nuestro departamento, cuando me dispongo a sentarme suena el timbre que anuncia la llegada de Jesse y no puedo evitar sonreír.
— Hola cariño, pase a comprar comida antes de venir. — Me muestra dos bolsas con comida.
— Hola amor, te eche de menos. — Lo beso en los labios y le rodeo la cintura con los brazos.
— Y yo a ti cariño, pero te niegas a vivir conmigo.
Pongo los ojos en blanco y voy a la cocina por platos, cubiertos, copas y vino para que podamos cenar.
— Bien, ya no lo mencionare, al menos no por hoy. — Aclara. Suspiro y le paso los platos. — ¿Cómo te fue hoy? ¿Alguna entrevista pendiente para la próxima semana?
— Bien, claro que no pudo faltar mi plática con mis compañeras sobre clientes groseros y arrogantes. — Enarca una ceja pidiéndome que le responda su segunda pregunta. — No amor, nadie me llamo hoy, espero que la próxima semana si lo hagan, necesito un sueldo mayor. — Suspiro de nuevo, algo frustrada.
— Ven aquí, pequeña. — Abre los brazos e inmediatamente rodeo la isla la cocina para abrazarlo.
Este es mi lugar favorito, en donde puedo olvidar por un momento las cosas que me preocupan.
— Te amo nena. — Dice mientras me da un tierno beso en la frente.
— Yo también te amo y gracias. — Le digo mientras me pego más a su cuerpo.
La noche del viernes pasa demasiado rápido y pude olvidarme, aunque sea por un par de horas sobre todo lo que me preocupa. Gracias a Jesse, cuando le pedí que se quedara a dormir conmigo no lo dudó ni un segundo.
No sé qué hice para merecer a un hombre así, pero le doy gracias al destino por ponerlo en mi camino. Con Jesse tengo todo lo que quiero, una relación sencilla, pero con mucho amor.
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UN JUEGO DE SEDUCCIÓN. (TS #1)
RomansaSeducción 1. Ella tenia la típica vida de estudiante universitaria, al hombre perfecto a su lado, romántico, caballeroso, el sueño de cualquier mujer, ella creía que su vida era perfecta y normal. Pero eso cambio el día que coincidió con un hombre r...