Aisley.
Mi situación con Jesse cada vez me preocupa más, ya no se en que punto de nuestra relación nos encontramos y aunque le dije a mi padre que todo estaba bien, la verdad es que no es así.
Estoy revisando y archivando documentación cuando mi celular comienza a sonar y en la pantalla aparece el nombre de Annia.
— Hola Aisley, ¿Mi hermanito te tiene demasiado ocupada?
— Hola y no, al menos lo normal. — Me rio. — ¿Pasa algo?
— Nada importante, ¿Quieres comer conmigo? Ninette está trabajando al igual que Aarón y me aburro demasiado en esta casa.
— Claro, pero solo tengo una hora.
— ¡Perfecto! ¿A qué hora puedes salir? — Checo la hora y realmente no falta mucho.
— En treinta minutos, ¿En dónde quieres que nos veamos?
— Yo paso por ti, así puedo saludar a mi hermanito antes de irnos.
— Vale, te veo pronto. — Cuelgo.
Termino de arreglar los documentos y aún me quedan diez minutos antes de que Annia llegue, pero justo en ese momento Aarón aparece tan guapo como todos los días.
— Aisley, puedes salir a comer cuando quieras; yo debo irme ya, comeré con unos clientes y voy a tardar, así que puedes tomarte más de una hora.
— De acuerdo, ¿Necesita algo más? — Comienzo a tomar mis cosas.
— No, eso es todo, que tengas buena tarde. — Y desaparece por la puerta de su despacho.
Justo en ese momento, Annia aparece. Me dice que entrara a saludar a su hermano y regresa diez minutos después, me dice que nos iremos en su auto.
Al llegar a la puerta principal del edificio, al otro lado de la calle veo un hermoso Audi R8 estacionado y como era de suponer, Annia comienza a caminar hacia él y me indica que me suba.
— A mi hermano le gustan mucho los autos deportivos. — Se encoge de hombros y enciende el motor.
— Ya lo veo. — Me rio, pero no me sorprende. Mi padre y mi hermano tienen esa misma afición.
— Me dijo un pajarito que eres hija de William Káiser. — Me dice sin dejar de mirar la carretera.
— ¿Pajarito o hermanito? — Alzo una ceja.
— Vale, me lo dijo Aarón. La verdad me sorprendí mucho.
— Como a todos. — Suspiro. — Ya me acostumbré a ello.
— Supongo que sí, es imposible no sorprenderse y menos si sabes que la hija de William Káiser es asistente. Bueno, es mejor que trabajar en un Starbucks. — Suelta una carcajada.
— Definitivamente lo es. — Me rio con ella, pero necesito cambiar de tema. — ¿A dónde iremos a comer?
— Bueno, teniendo en cuenta de que no vamos a dañar tu cuenta bancaria, iremos a un restaurante italiano que me encanto desde la primera vez que comí ahí con mamá.
— ¿Tu madre es italiana? — Inquiero.
— Si, mamá nació y vivió en la Toscana Italiana hasta que se casó con mi padre. — Se aclara la garganta y sé que el tema le incomoda.
— Perdona la pregunta, sé que es personal, pero... ¿No tienes buena relación con tu padre?
— Hace casi seis años que no lo veo, yo era una niña cuando mis papás se divorciaron y ya no tengo relación alguna con él, realmente ninguno de mis hermanos.
— ¿Es por ello que en internet no se menciona nada sobre él? Bueno, tu hermano es alguien importante dentro y fuera del país. Se habla de ustedes, de tu madre, pero ni siquiera aparece el nombre de tu padre.
— Es un tema complicado Aisley y la verdad no me gusta hablar de ello. Y si me permites un consejo, no trates de hablar de esto con Aarón, para él es mucho más difícil y lo pondrás de pésimo humor. Quizá si te ganas su confianza logres que te comente algo.
El resto del viaje lo hacemos en silencio y no puedo dejar de pensar en la breve conversación sobre el padre de los hermanos Ivanova. ¿Tan malo fue lo que hizo?
Un par de minutos después llegamos a un precioso restaurante, he comido un par de veces aquí y es excelente. Annia no tenía reservación, pero con mencionar a su hermano nos dan una de las mejores mesas. Bueno, cosas así no son tan malas si uso el apellido Káiser.
Cuando un mesero nos toma la orden, Annia pide gnocchi, yo me decido por lasaña y pedimos pasta Alfredo para compartir. Pero antes de que el mesero se vaya lo detengo.
— ¿Me puedes traer la carta de vinos? Por favor. — Asiente y un momento después me entrega la carta.
Busco un buen vino en la carta y después de un par de minutos tomo una decisión.
— ¿Te parece bien un Burdeos? — Le pregunto a Annia y ella asiente. — Burdeos de 1970 por favor. — Le pido al mesero y Annia me mira boquiabierta. — Soy hija de William Káiser, ¿No? — Me encojo de hombros y ella suelta una carcajada.
— ¿Cómo van las cosas con Jesse?
Pero antes de poder contestar, el mesero nos interrumpe con la botella de vino y me sirve un poco en mi copa para que lo pruebe. Después de indicarle que está bien y nos llene las copas se retira.
— La verdad es que no lo sé. — Enarca una ceja y me pide que le explique. Le cuento brevemente lo que ha pasado en los últimos días.
— Aisley, ¿Por qué sigues con él? No te molestes, pero creo que no tiene caso, te deja con solo una llamada, se va a Canadá por un mes y no te ha llamado o mínimo un mensaje y bueno, según Andrea de orgasmos ya ni hablamos. — Le da un sorbo a su copa de vino.
— Jesse es un gran hombre, es romántico, cariñoso, caballeroso, es el sueño de cualquier mujer y me es fiel.
— Bueno, si tú lo ves así. — Vuelve a dar un sorbo a su vino, pero en su tono note que ella no está de acuerdo. — Puedes tener a mi hermanito. — Me guiña un ojo.
— Eso es prácticamente imposible, Annia. — Le doy un sorbo a mi vino.
— No lo es, linda y lo sabes. Si tuvieras la oportunidad de algo con él, ¿La tomarías?
— Por supuesto que sí, cualquier mujer en el mundo la tomaría. — Respondo rápidamente y sin dudar.
— Lo sabía. — Suelta una carcajada. — Y aquí entre tú y yo, Aarón también la tomaría. — Me guiña un ojo.
Una hora después sigue preguntándome cosas sobre mi relación con Jesse, mis padres y me dice indirectamente que intente algo con su hermano. Esta conversación con Annia solamente me confundió aún más de lo que ya estaba y alimento mis sospechas.
¿Realmente es Aarón Ivanova quien está detrás de las rosas negras y los emails?
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UN JUEGO DE SEDUCCIÓN. (TS #1)
Storie d'amoreSeducción 1. Ella tenia la típica vida de estudiante universitaria, al hombre perfecto a su lado, romántico, caballeroso, el sueño de cualquier mujer, ella creía que su vida era perfecta y normal. Pero eso cambio el día que coincidió con un hombre r...