UN JUEGO DE SEDUCCIÓN. (TS #1)

CAPÍTULO 23.

Aisley.

Y como era de esperarse, mi padre no me devolvió la llamada; podría haber llamado a mi madre, pero realmente no necesito hablar con ella. Va a enojarse demasiado cuando se entere que voy a ir al evento de la fundación, pero no como su flamante hija.

Al día siguiente cuando llego al bufete lo primero que hago es literalmente lanzar mis cosas sobre el escritorio, buscar una rosa negra y encender mi computadora, para ver si hay un nuevo email. Efectivamente, encuentro la rosa negra y cuando la computadora enciende, aparece el email.

De: A.
Para: Aisley Montgomery.

Asunto: Juego y pistas.

Como te dije en el email del día de ayer y pude notar que dejaste la rosa en el mismo cajón, muy bien hecho, espero sigas esa regla. Ahora, te diré en donde podrás descubrir quién soy.

Como sabes, en unas semanas habrá un evento en un hotel de Los Ángeles, al que obviamente asistirá el bufete; ahí sabrás quien soy y me veras personalmente. A menos que seas lo suficientemente lista como para descubrirlo antes de esa fecha.

Pista #1: Te vi en un lugar muy frio.

PD: Deja la rosa en el mismo cajón.

Sin saber por qué, pero sigo su instrucción y coloco la rosa negra en el mismo cajón en donde están las otras dos; me dijo que eran doce rosas y tengo tres. Además, tengo la primera pista.

¿Un lugar frio? Joder, no sé a qué se refiere. Por más que intento descubrir esa pista, no logro hacerlo.

A las 9:00am, el Dr. Ivanova llega al bufete, simplemente me da los buenos días y entra rápidamente a la sala de juntas con uno de sus clientes. Mientras yo reviso las citas que tiene para hoy.

A las 10:00am, por fin veo llegar a Ninette un poco más bronceada que el sábado.

— Vaya, vaya. Por fin llego la mujer capaz de quitarle el malhumor a mi hermanito. — Me saluda riéndose.

— Te ves increíble, Ninette. Me da gusto que hayas regresado. — Le doy un beso en la mejilla y luego me abraza.

— Tú te veías mejor el sábado en el Ice. — Me guiña un ojo. — Bueno, tengo trabajo que hacer o el Dr. Ivanova va a matarme, te lo juro. — Se ríe y comienza a caminar a su despacho.

Unas horas después, solamente he visto a Aarón unos minutos, solo hable con el cuándo me dijo que debía ir a hablar con uno de los jueces encargados de un caso próximo, pero que necesitaba que me quedara aquí; y eso fue hace una hora, supongo no debe tardar en regresar.

A la 1:00pm la puerta del ascensor de abre y pensé que era él, pero no, sale al interior de la planta una mujer un poco mayor, perfectamente bien vestida, con anillos, demás joyas de oro y muy guapa. Se acerca a mi escritorio con una sonrisa.

— Hola, buenas tardes. ¿En qué puedo ayudarla? — Le devuelvo la sonrisa.

— Buenas tardes linda. — Me dice con un marcado acento italiano. — Necesito ver a Aarón, por favor.

— Discúlpeme señora, pero el Dr. Ivanova no se encuentra en estos momentos, ¿Cuál es su nombre?

— Karina DeLuca. — Me dice con una sonrisa y yo reviso la agenda, pero no está su nombre.

— Disculpe, pero ¿Tiene cita? — Vuelvo a buscar su nombre.

— No, pero no necesito cita.

— Señora, el Dr. Ivanova no recibe a nadie sin cita previa, además, como le dije no se encuentra.

— ¡Oh! Eres su nueva asistente, discúlpame. Soy su madre.

— Discúlpeme señora DeLuca, no lo sabía. Si gusta puede pasar a esperarlo a su despacho o su hija Ninette también se encuentra aquí.

¡Dios mío! Qué vergüenza, acabo de conocer a su madre y no quería dejarla pasar.

La señora DeLuca entra al despacho de su hijo y media hora después, él sale por las puertas del ascensor.

— Doctor, su madre lo está esperando en su despacho. — Se frena en seco y se gira para mirarme.

¡UPS! Creo que acabo de cometer un error, pero es su madre, ¿Qué otra cosa podía hacer?

— Discúlpeme doctor, no sabía qué hacer. Me dijo que era su madre, sentí que no debía negarle la entrada.

— No te preocupes Aisley, hiciste bien o mi madre hubiera hecho un escándalo aquí. — Suelta una carcajada. — Es solo que no la esperaba, simplemente me sorprendió. No me pases llamadas, por favor. — Entra a su despacho.

Y bueno, el día transcurre igual, juntas de Aarón, llamadas, citas, reuniones, invitaciones, solicitudes para que lleve sus casos. Amo este trabajo, pero odio los tacones, los pies están matándome y cuando me tomo un descanso, comienzo a recordar que Ninette menciono el club en el que estuvimos el sábado. Pero también recuerdo el email que recibí junto con la rosa.

Te vi en un lugar muy frio. — Repito la frase del email en mi mente.

¡Joder! Por supuesto, se refiere al club y se llama ICE. No es un lugar muy frio tal cual. Pero joder, el club estaba repleto de personas, es muy exclusivo y no dudo que algunos empleados de aquí lo frecuenten, lo cual me deja igual de confundida.

Aunque quise pensar que se trata de Aarón, pero vuelvo a repetirme lo mismo, es imposible.