Epílogo

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Cuando el sueño con mi padre me despertó una mañana tres días atrás, jamás imaginé que todo eso ocurriría. Jamás. Volver a verlo, hablar con él. Simplemente estar en la misma habitación. Había sido algo que siempre anhelé, pero no así. No con lo que ello significaba. No averiguar que por años vivió en la misma ciudad sin acercarse. Cuidándome desde lejos. Teniendo gente que me vigilaba. Siguiéndome. Como él. Como Derek. Tampoco pude suponer que él se había acercado a mí por un trato. Nunca vi indicios, e incluso si lo hubiese hecho, habría sido una idea estúpida. O tal vez sí lo hice. Lo hice y no lo relacioné. Cómo hacerlo. Cómo imaginar que, la razón por la que se me acercó, fue por pedido del padre que me abandonó cuando era una niña. Incluso en ese momento sonaba ridículo.

Aquellos días mi mente empezó a recordar. Relacioné pequeños detalles a los que nunca les di importancia. Cuando Derek preguntó por mi padre la primera vez de camino al acantilado, las llamadas que recibía a veces que causaban que se tensara a mi alrededor, cuando me agradeció por haber conseguido el puesto en la primera carrera a la que fui, todo tenía una razón.

Y lo peor era que yo tenía la culpa. Yo confié en él cuando no lo hacía en nadie. Nunca se me dificultó, ni lo pensé dos veces. Si tan solo lo hubiese hecho... si tan solo no hubiese sido tan estúpida, en ese momento no estaría destruida, con el corazón vuelto cenizas.

Las últimas semanas de mi vida fueron las más extrañas e inesperadas que había tenido. Perdí a mi madre, a mi abuela, recuperé a mi padre, pero no de una manera que esperaba, y lo perdí a él. Resultó que todos ellos me habían mentido, hicieron precisamente lo que odiaba y no podría perdonarlos.

Se me hizo sencillo ignorar a los tres primeros, ellas se dieron cuenta que no les contestaría las llamadas, por lo que dejaron de hacerlas, y él no se había vuelto a contactar conmigo. El problema lo tuve con Derek. Esa semana era de finales y tuve varios exámenes. No me encontré con él, y sabía que no fue una casualidad. Conociendo lo persistente que era, si me hubiese querido ver, me habría interceptado en una de mis clases. Sabía que me estaba dando espacio, y agradecí que no se me haya acercado. Al parecer recibió el mensaje de que no quería hablar con él después de todas las llamadas del día lunes. Cuando cargué mi móvil después de llegar a casa ese maldito día, me encontré con un buzón lleno.

De: Liv

Día: Lunes 23 de noviembre.

Hora: 07:13

Linda, ¿cómo te sientes? Aún no me gusta que te hayas desmayado y solo hayas ido a casa. Deberíamos ir al hospital. Podrás convencer a Keller, pero te llevaré de los pelos si no me dejas.

De: Polo

Día: Lunes 23 de noviembre.

Hora: 07:36

¿Qué fue lo que pasó? Liv me dijo que ayer te desmayaste. No se lo he dicho a Bianca, pero necesito saber que estás bien, monga. Me estás asustando.

Llamada perdida de Polo (3)

De: Liv

Día: Lunes 23 de noviembre.

Hora: 09:03

Voy a ir a invadir tu casa si no me respondes, linda. 

Llamada perdida de Liv (2)

Llamada perdida de Polo (1)

De: Liv

Día: Lunes 23 de noviembre.

Hora: 09:52

Linda, Leo me ha dicho que Keller está mal, que los escuchó gritar. ¿Qué está pasando? ¿Quieres que vaya?

ALBA © [Disponible en físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora