Love With Lies - {Park Jimin}

**-Chapter Fifty Two-**

Después del gran beso que Jimin le había dado, se sentía avergonzada muchas de las personas que estaban en esa exposición los había mirado, ella nunca se mostraba de esa manera en público pero con Jimin era diferente, una velada mágica y llena de risas, dispusieron a ir a su apartamento, pero el silencio del modelo incomodaba a Lia, después de la conversación con Hyuna no había sido el mismo.

Al entrar encendieron las luces, y se despojaron de sus cosas, la inquietud de Lia por el estado Jimin ya era preocupante.

-¿Puedes decirme qué sucede?- Preguntó buscando algo de beber en el refrigerador.- Después del beso has estado callado.

El simplemente se sentó en el sofá con la mirada perdida en la gran ventana.

-¿Jimin?- Llamo.- ¿Que pasa?

-Lo siento.

-¿Porque te disculpas?- Preguntó.- Oye si es por lo del beso, ya quedo alli.- Se acerco.- Si me molesto no lo negaré, no estoy acostumbrada a hacer esa escenas en público, pero ya esta.

El no contestó, siguió mirando la televisión, ¿Porque algo en esa mirada ya la había visto antes?

-Cariño me estas asustando- Dijo al sentarse a su lado tomándolo de las manos.- ¿Que te pasa?

-Mi madre no era exactamente el tipo de persona que miraste ese dia.

-¿Que?

Le miro extrañada, ¿en que momento habían comenzado a hablar de su madre?

-Elegante, sonriente y buena madre era lo que solía mostrar frente a todos, mientras que en casa era malhumorada, distante con nosotros, siempre nos estaba sermoneando sobre las buenos modales, siempre le gustaba estar en las mejores tiendas de marcas de la ciudad, le gustaba tener las mejores joyas y autos muy caros, mientras que nosotros debíamos matarnos estudiando para parecer tan buenos como ella.- Apretó suavemente sus manos.- Tenía muchas amigas, le gustaba reunirse con ellas por las tardes, se mostraba feliz y nos miraba con una sonrisa cada vez que interrumpimos sus conversaciones sin querer, pero, después que las visitas se iban no logramos escondernos, siempre terminaba molesta con nosotros y nos golpeaba por ello.

-Jimin.- Soltó en un murmuro.

-Yo siempre recibía los golpes por mis hermanos, no me gustaba verlos llorar ni mucho menos con las mejillas a punto de explotar.- Tocó su ojo acariciandolo suavemente.- Una vez me golpeó tan fuerte en la cara que tuvieron que tomarse cinco puntadas, por eso mi ojos más pequeño que otro, y no le importo.- Lia miro como el cuerpo del modelo se estremecía.- Mi padre me preguntó que, cómo me había hecho tal cosa, pero, no podía decir que ella me había golpeado, solo quería protegerla.

Lia apretó sus puños con fuerza, sintiendo rabia e impotencia al mirar al modelo, contar la terrible historia de su pasado.

-Una vez mis hermanos había ido de paseo con mi padre, yo lamentablemente había salido muy tarde de la escuela, pensé que mi madre me recogería pero tuve que volver andando a casa, ella estaba allí vestida con sus finos trajes y sus zapatos de marcas, diciendo que iba a salir.- Frunció el ceño con dolor.- Pero había un chico, ya adulto para mis catorce años, me dijo que me cuidaría mientras ella no estaba, y así fue, el se quedo junto a mi en la enorme casa.

La castaña soltó sus manos de las del modelo, su cuerpo se había tensado de una manera inexplicable, por momento parecía que podía llorar pero, solo quería desahogarse.

-Después de todo se había convertido en un niñero para mi, solíamos quedarnos solos, jugabamos a los videojuegos y comíamos toda la comida que queríamos, pero yo tenía problemas para dormir, mi madre me atormentaba en los sueños, despertaba envuelto en lágrimas porque soñaba con cada golpe que daba hacia mi.- Su respiración se había vuelto muy rápida, hasta el límite que pareciese que pudiese quedarse sin oxígeno.- Me acompañaba mientras dormía, y pequeñas sensaciones se despiertan en mí, no sabía que estaba pasando hasta que un día, me encontró desnudo en el baño y me pidió que caminara hacia él, pensé que era normal ya que antes había visto a mi hermano desnudo.