**-Chapter Thirty Two-**

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Jimin se encontraba recostado a su cama, mirando el cuerpo desnudo de su, ¿amante?, intento no culparse de lo que había pasado, pero era algo que lo mantendría a salvo de cualquier cosa que pasara en un futuro, no dejo de mirarla, se dio cuenta que esta vez había sido solo sexo, no hubo sentimiento en ese momento carnal que había pasado.

Que se éxito, como todo hombre cuando le provocan, pero esta vez no hubo sentimiento en el, solo quería darle lo que a ella le gustaba, de momento fue rustico, pero se detuvo al mirar que cada vez que era cruel, a ella le encantaba; era todo un hombre, y una mujer como Hyuna terminaba satisfaciéndolo lo suficiente, pero esta vez se encontraba completamente vacío, de solo pensar que Lía se había quedado esperándolo en su cita.

¿Como había acabado en esto?, ¿Porque no querer decirle la verdad?, aunque se sentía culpable, sabia que su naturaleza era así, no podía negarse a una invitación a tal cosa, no recordaba si le había respondido a tal requisito cuando ya ella se encontraba de rodillas haciéndole un oral, allí comenzó todo.

Paso la mano por su cara cuando sintió que ella se estaba moviendo, una mano fría le asusto, miro a la pelinegra que le sonreía descaradamente, mientras tocaba suavemente su pecho desnudo.

-¿Necesitas otra dosis?- Pregunto mientras su mano iba rosando su vientre.

-Realmente ya quede satisfecho.- Tomo su mano con una sonrisa fingida y se la devolvió.

-Esta vez ha sido especial, ¿No crees?

Jimin prefirió mirar a la gran ventana que estaba frente a el, a que mirar esa cara que le hacia recordar lo idiota que había sido antes.

-Creo que si.- Bufeo el modelo.

Una llamada interrumpió, esa incomoda conversación, la pelinegra se levanto de la cama y atravesó la habitación completamente desnuda sin algún tipo de pudor, ya nada podía sorprender entre ellos dos, Jimin miro como aquel cabello largo un poco enmarañado rosaban sus nalgas grandes, cerro sus ojos por un par de segundos para tratar de evitar mirarla, pero le fue imposible, Hyuna estaba posada frente a la cama hablando por teléfono, aun no podía creer como era perfectamente asimetría en todos los sentidos.

Unas piernas largas, unas grandes nalgas, una cintura pequeña, un pecho de tamaño promedio, con cara de niña angelical y su cabello largo, sin mencionar su piel bronceada, esa que llama la atención de muchos, ¿Acaso si consideraba a Hyuna como su amiga?

Negó completamente, Nadie puede ser tu amigo, sintiendo cosas por ti, eso era un completo desastre y Jimin le sabia muy bien, pero había algo que el sabia y que ella adoraba, El, Park Jimin era su debilidad, así que no podía traicionarlo y mucho menos darle la espalda.

-Me tengo que ir.- Dijo la pelinegra, colocándose su vestido.

-Esta bien.

Jimin se levanto de la cama que estaba completamente desordenada, y camino hasta donde había dejado sus bóxer, mientras se los colocaba vio como Hyuna le miraba de manera pervertida mientras se mordía su labio inferior, ignorándola completamente encima de su banca tomo su mono de pijama, se encontraba muy cansado para ducharse.

Ya casi eran las once de la noche, y debía marcarle a Lía después que Hyuna se marchara, solo debía recoger el desastre que había dejado en su habitación, sin decir una sola palabra salio de su habitación y bajo las escaleras, hasta llegar a la cocina, tomo un vaso de agua al escuchar los tacones bajar.

La pelinegra se encontraba de pie frente a el esperando algún tipo de reacción de parte del modelo.

-¿Acaso...?

Love With Lies - {Park Jimin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora