Love With Lies - {Park Jimin}

**-Chapter Five-**

El sueño se adueñó del cuerpo de Lía, haciéndole recordar algunas imágenes de la noche pasada, haciéndola despertar a mitad del sueño, sobresaltada y agitada, por aquellas imágenes que llegaron a su mente, tomo aquel espejo de mano que guardaba en el cajón de su mesa de noche y se miró las marcas que habían en su cuello, ya sabía cómo había pasado todo eso, y ella no lo podía creer.

Llego temprano a las oficinas, encontrándose con su asistente sentado en su escritorio, recibiéndola con una mirada de sorpresa.

-Lía, que bueno que has llegado.- Dijo levantándose.

-Hyo.

Ella no se detuvo, siguió caminando hasta llegar a su oficina, donde se desprendió de todas sus cosas, soltando un suspiro mirando aquel paisaje de la ciudad por su ventana, escucho los pasos de su amigo detrás de ella.

-¿Dónde estabas ayer?- Le pregunto.

-Hyo por favor, tengo una resaca de mil demonios.

-Tus amigas cancelaron, la fiesta.- Ella lo miro.- Llame a tu celular pero nunca contestaste.

-No le preste atención.- Dijo sentándose.

-¿Dónde estabas ayer?

-Me quede en el Bar.- Afirmo.

-Leonard, te ha estado llamando como loco.

La cita con los agentes de Chanel, Lo había olvidado.

-Lo olvide.- Se restregó los ojos

Hyo la miro sin decir palabra alguna, se estaba preguntando donde estaba toda esa noche, y ¿cómo podía haberse le olvidado la cita de una de sus campañas?, ella busco en su escritorio las fotos de la campaña victoria'S, habían terminado la sesión de fotos y ya las tenía en sus manos, ahora faltaba revisarlas. 

Miro como su asistente le sirvió una taza de café, su cabeza iba a reventar, no había dormido más de tres horas por su salida de anoche.

-Has llegado tarde..

-¡Lo se Hyo, no tienes que recordármelo!- Estaba exasperada, pero odiaba hablarle así a su amigo.- Lo siento.

-No te preocupes, te quería decir que al parecer Jesse tiene un ultimátum- Los ojos de Lía se abrieron.- Al parecer las ofertas no son suficientes, tiene los días contados en la empresa.

-¡Oh dios!, es una buena trabajadora.

-Pero todo esto es así, no basta con ser el mejor.- Agrego su compañero.- Al parecer se le ha hecho muy difícil.

-Qué horror.

-¿Nuevo Look?

Ella le miro confundida, pero aún así le sonrío, ¿De qué estaba hablando?

-Tu vestido, ¿ese cuello?....

-Es un regalo, quería utilizarlo.- Le fingió una sonrisa.

Paso más de una hora buscando un traje que tuviese cuello largo, para tapar las marcas, si se le notaba muchos preguntarían, o se harían ideas obscenas y eso era lo que menos quería.

-¿Quieres ir a almorzar hoy?- Pregunto con una sonrisa.

-Si.- Se acomodó en su silla.

-Estaré afuera.

-Ve.

El salió y la dejo sola, con sus pensamientos, soltó un gran suspiro y giro sobre su silla al recordar lo que había ocurrido en ese lugar, ya eran más de la una de la mañana, y ya no era tan acogedor la chica de pechos desnudos puso en la mesa una botella de Vodka, el favorito del modelo, y comenzaron a beber nuevamente, entre risas y carcajadas se estaban divirtiendo, la música subió de nivel y ya no se escuchaba lo que se decían, Sunni era camarera y comenzó a trabaja mientras ellos seguían tomando, las conversaciones se volvieron más largas e interesantes entre ellos.

Pero llego el punto en que la música le molestaba a la chica, las personas que pasaban a su lado era tan agobiante que tapo sus oídos por un momento.

-Necesito salir de aquí.- Le grito al modelo.

-Puedo sacarte.

El modelo tomo de la mano a la joven y desaparecieron entre la multitud, salieron del lugar por la parte trasera, donde se encontraron solos, primera vez que veía un lugar tan solitario en tanto tiempo, ella se encontraba ebria, no podía mantenerse de pie, en desequilibrio se aferró a él para no caerse, comenzó a reírse cuando miro que había quedado muy cerca de su rostro.

-Lo siento, estoy borracha.- Salto entre risas.

-No te preocupes, te vez adorable.- Sus manos se cerraron alrededor de su cintura.- Ha sido una noche maravillosa.

-No mientas, no soy lo suficientemente entretenida para que alguien la pase bien conmigo.

-Para mí lo eres.

La joven sintió aquella tibia respiración del modelo, por su oreja haciéndola sentir aquel ardor corriéndole por las mejillas, sin más los labios de Jimin se cernían sobre los suyos, apretándola contra él, el sabor a Vodka se sentía cada vez que su lengua jugaba y se adueñaba de todo su ser, las manos de la publicista tomaron sus cabellos, y se aferra a ellos, como el a ella.

El beso se fue colocando más intenso cuando este mordía sutilmente el labio de la chica, sin querer en un jalón la joven soltó un gemido, el modelo la había mordido muy fuerte debido al momento que estaban, los labios del chico soltaron la boca de Lía y comenzaron a besar su barbilla y fueron bajando hasta su cuello, los pelos de la nuca se pusieron de punta al sentirlo irse por allí, sentir los labios besando su cuello era una sensación maravillosa, pero cuando sintió su lengua deslizarse con sutileza sobre su cuello ya había tocado el cielo.

Ella misma dejo que esos labios carnoso y deseados, viajaran y succionaran con entrega, este hacia que Lía se quedara completamente paralizada bajo el encanto del modelo, su boca y su lengua sabían lo que hacían, volvió a subir hasta su oreja, donde succiono, y mordió con pasión y deseo, lo que hizo que ella se estremeciera y soltara un gemido, esos labios retornaron camino hasta los labios de la joven donde ella los recibió con pasión, los dos se unieron en un momento de pasión, Jimin sonreía como si de un juego se tratase, en aquel juego donde ninguno de los dos quería perder para dejar de rosarse; hasta que sus frentes se juntaron.

Sentían aquellas respiraciones tibias, y por un segundo quisieron quedarse así.

Los dedos de la castaña viajaron hasta dentro del cuello de su vestido, y tocaron las marcas, ¿Que significaban?, ¿Un desliz?, ¿Una aventura?, ¿una experiencia?, volvió a pasar las manos por su cara hasta su cabello, no sabía cómo podía clasificar aquello, ni siquiera sabía cómo pudo ocurrir tal cosa, ¿Estaba ella tan ebria, para que Park Jimin se adueñara de ella?, ¡Park Jimin!, fue Park Jimin quien dejo estas marcas en mi cuello, lo único que se pregunta una y otra ve ¿Cómo pudo llegar a tal cosa?, si hacia un día no le conocía, y ya le había dejado marcas de chupetones en su cuello, no podía dejar de recordar esas miradas profundas que el modelo tenia hacia ella, esas que la hacían sentir nerviosa e incómoda, la sonrisa que hacían que ella se sonrojara.

Todas las insinuaciones del modelo estaban claras, pero parecían bromas "De serlo ya te habría besado", su cabeza estaba echa un lio y no dejaba de pensar en él, recordó aquellas palabras del modelo antes de despedirse "Espero no me odies", se jalo del cabello, por eso había dicho aquello, soltó un gran suspiro dejando caer su cabeza encima de las fotografías.¿Por qué me pasan estas cosas a mí?, apretó sus ojos.