Cap 13: La Siguanaba

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En fin, ya siendo sábado, Cristóbal le había enviado todo lo que este se había robado a domicilio. Lo había envuelto en una caja. Al envolverlo todo, comienza a ir a su casa, se va hacia la casa de José, deja en la entrada el parque y le toca la puerta como si estuviera desesperado.

Después de eso, comienza a correr estando lejos de su hogar. José, al escuchar que llamaban a la puerta, va a atender y cuando la abre solo se encuentra con un paquete.

José: Vaya... No recuerdo haber pedido algo a domicilio, pero ya qué.

José cierra la puerta y deja el paquete en la mesa. Abre el paquete, mirando el reloj, la camisa y la rosa de Guadalupe.

José: Wow... Vaya, un reloj, una camisa de béisbol y una rosa.

Viene el chico a ver qué es lo que le había traído; al ver la rosa, se comienza a reír.

Sam: Jajaja ¿Y esta rosa? :V

José: No sé, me lo regalaron, yo no sé quién me la envió, ni dice quién fue. A lo mejor fue Dávila.

Sam: Bueno, yo me irá a ver la tele.

El chico se va a ver la tele, empezando a ver Mujer, casos de la vida real. Y duró así por toda un día viendo el capítulo.

José: ¿Pero qué estás mirando?

Sam: El programa de Silvia Pinal.

José: ¿Quién es Silvia Pinal?

Sam: ¿No sabes quién es Silvia Pinal?

José: No.

Sam: ¿No sabes? Y eso que ya ha hecho películas en España, y es muy conocida por haber actuado de lado de Luis Buñuel.

José: No, pero puedo saber quién es. En todo caso, no mires esas cosas. ¿Eso es lo que te enseñaron tus padres?

Sam: Mmm... Es lo que me enseñaron a los 6 años.

José: Vaya padres tuviste. Pues yo te prohibo que mires ese programa.

Sam: Vale. (Nah, lo seguiré viendo a escondidas...)

José: Mejor te pongo Bob Esponja.

Sam: Bueno...

José le pone Bob Esponja, y se queda viendo la serie hasta que le da hambre.

Sam: Otra vez tengo hambre, lobito.

José: Vale, te haré de comer.

Cristóbal estaba caminando por la calle estando muy serio, aún pensando en cómo se desharía del Dávila tan fácil, aunque sí cada quien elige a quien amar o no pero eso impide que Cristóbal fuera a querer a José como novio. Sin embargo, gracias a alguien o algo, no tendría que hacer algo para quitarse de encima a su obstáculo.

Pues resulta que, estando en el campo, Dávila llega hasta un río por la tarde en donde se encuentra a una mujer lavando ropa. Esta era una mujer bellísima, tez blanca como coco, pelo largo y negro que le llegaba hasta la cintura y un vestido blanco hermoso. Al verla, Dávila se le quedaba viendo, más por el buen aspecto de la mujer, quien estaba de espaldas, cuyo rostro de un principio no la vio.

En eso la mujer se levantó y giró su cabeza, la cual mira a Dávila, y este queda maravillado... Su rostro era ovalado, sus ojos eran negros coquetos y su boca era preciosa. Justo para que este quisiera tenerla en brazos, con todo y músculos, o más bien consentirla.

Yolosema: amor de canes (Yaoi furry, fanservise)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora