Cap 37: Otro viaje (parte 2)

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Como ya tenía a Andrés, Cristóbal pensó que era bueno tenerlo al lado, mientras que José regresara de Zapopan, Jalisco. Después de un rato, Andrés se va para su casa y al día siguiente deciden salir los dos juntos a pasear por San Sebastián. Estos caminaban por la calle, llegan al parque y, ahí mismo, se encuentran con Alicia y Dilan, quienes estaba sentados en la banca, platicando sobre sexualidad.

Alicia: -mira a Andrés- Llegó el Lobito, solo que su color cambió.

Cristóbal: Él no es José, él se llama Andrés; aunque se parece mucho a él.

Alicia: Oh... Bueno, se lo destaco por los ojos. ¿Y José?

Cristóbal: Mmm... Este lobo que ven aquí se llama José Andrés....

Alicia: Vale ¿y María?

Cristóbal: Él volvió al viaje, se fue a México, otra vez; porque tiene la cita de su criado.

Alicia: a. Vale, aunque este es igual de lindo. Se ve muy guapo con ese color.

Andrés: Jejeje muchas gracias, linda.

Alicia: ¿Te puedo dar un abrazo?

Andrés: És clar.

Alicia: ¿Eh?

Andrés: Osea claro.

Alicia: a. -lo abraza con felicidad- ¿Hablas el catalán?

Andrés: -corresponde- Sí.

Alicia: Oh... El José catalán jajaja.

Andrés: Lo mismo me han dicho jiji. Dicen que me parezco mucho a María, y no se equivocan, aunque no soy hipócrita.

Alicia: -le toca el pezón derecho- Eso es bueno, lobito. Cuando venga la India María hay que hacer una comparación.

Ahora con José, este seguía hablando sobre el chico allá con la doctora...

José: También en la nota dice que los maestros veían venir a la escuela llorando… creo que esos eran malos padres, qué fachada.

Entonces se le programó para en julio, otro viernes más. Al fin había salido del consultorio, estando José muy pensativo sobre lo que se había platicado, dicho o contado, se meten al carro del gato y emprende camino a casa. La casa era mediana, de un piso, que por dentro el piso era color cajeta corriente, un poco oscuro y se sentía medio corriente.

Al llegar a casa, el lobo y chico se ponen a tomar una siesta un rato, estando acostados en un colchón que el gato les había puesto. Duraron durmiendo un buen rato, y tan bien que dormían; dormían a gusto y profundamente. Como el gato no tenía nada más qué hacer, va a contemplar como el lobito dormía, que al verlo se veía hermoso estando mimido, tanto que el gato, con su mano derecha le toca la nariz, despertando un poco a este.

José: Mmm~ ¿qué haces?

Gatiel: Jejeje verte dormir, lindura (Se ve tan lindo así, aww...).

José: -sonríe-

Después de dos horas de dormir, José fue el primero en levantarse, mientras que el niño seguía dormido profundamente ya que no durmió la noche en la que iba en el avión. Parecía un Shin Chan o un bebito durmiendo, y acordé iba durmiendo este se pone platicar con su amigo el gato.

Gatiel: ¿Qué tal con la cita? ¿Qué te dijo?

José: Me dió una información que ahora tengo en el teléfono y una medicina para que no llore tanto.

Gatiel: Okey.

José: Creo muchas experiencias me cambiaron la vida, ya creo saber mirar a los demás con otros ojos.

Yolosema: amor de canes (Yaoi furry, fanservise)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora