sᴏᴍᴇᴏɴᴇ ᴛᴏ ʟᴏᴠᴇ - ᴊᴇᴏɴɢᴄʜᴇᴏʟ ᴀᴜ

20

Salir de casa, que prácticamente no era suya, en horas de la madrugada solo para consolar a su mejor amigo, no cualquiera lo hacía.

Y aunque hubiera tomado la decisión de su vida, Seungcheol no podía desaparecer sin decir nada de la vida de Jihoon, quién resultó ser demasiado importante en la suya.

Llegó lo más rápido que pudo al apartamento, su corazón palpitaba con fuerza, sus ojos cansados pero atentos a lo que podría suceder y su respiración agitada. Tocó varias veces la puerta, que fue abierta brutalmente, mostrando un lindo rostro con la nariz, mejillas y ojos rojizos.

Se abalanzó sobre él, apretando su cuerpo junto al suyo. Jihoon volvió a llorar una vez más.

-Supongo que sabes ya lo que sucede.

-¿Esa persona te hace feliz?-Murmuró sobre su pecho. El más alto dio suaves caricias en la espalda del más bajo, dejando besos sobre su cabeza.

-Me di cuenta muy tarde de eso. Él se ha jodido la cabeza por mí y yo seguía siendo un imbécil.

-¿Quieres entrar?

-Jihoon, quiero ser un buen hombre para él. Y si eso significa renunciar a todo lo que estaba apegado antes, lo haré, y claro, eso significa que olvidaré por completo este lugar y...

-A mi también, ¿no?-Se separaron para así verse fijamente a los ojos.

El dolor en el pecho de Seungcheol era algo que nunca había experimentado antes, o bueno, se asemejaba a esa vez que Jeonghan quedó hospitalizado por un largo tiempo y fue allí donde comprendió.

Jeonghan siempre fue importante para él pero nunca quiso verlo claramente por estar cegado de Jihoon.

-Simplemente renunciar a lo que sea que tengamos, renunciar a algo que lo podría afectar.

-No esperaba que este día llegara. Creo que eres feliz, serás feliz con él... y lo siento por preocuparte, no debí llorar y pensar que eso impediría algo.

Seungcheol tomó el rostro de Jihoon entre sus manos, acercando el suyo a este y juntando sus labios.

Y fue con ese beso el cómo se despidió por completo de "ese" Jihoon.

Un beso de despedida, donde no pudo encontrar algún sentimiento que no sea satisfacción, y no era diferente para Jihoon también.

Luego de aquella fría y tan necesitada despedida. Seungcheol regresó a casa, con el cabello alborotado por el fuerte viento, sus manos congeladas y las mejillas sonrojadas por el frío.

Al abrir la puerta lo primero que visualizo fue a un Jeonghan sentado en el sofá, con las piernas cruzadas, sosteniendo una taza que seguramente contenía café dentro.

Sonrió en sus adentros al verlo ahí.

-¿A dónde vas tan tarde y con prisa?

-Un amigo mío no estaba bien.

Jeonghan abrió su boca sorprendido. Se paró de donde antes estaba sentado y se acercó al mayor.

-La próxima vez lleva un abrigo, no quiero que enfermes y me contagies.-Dejó la taza caliente entre sus manos.

-¿Me estuviste esperando?

-Algo así...-Una hermosa pero simple sonrisa apareció en su bello rostro.

Esa sonrisa que lo hacía no arrepentirse de nada. Esa sonrisa que deseaba ver todos los días y aún más si está era solo para él.

Seungcheol definitivamente estaba dispuesto a dejarlo todo por Jeonghan, sólo por él.