sᴏᴍᴇᴏɴᴇ ᴛᴏ ʟᴏᴠᴇ - ᴊᴇᴏɴɢᴄʜᴇᴏʟ ᴀᴜ

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Posiblemente Jeonghan le estaba dando muchas vueltas al asunto, viendo cosas que no son y haciendo delirar su mente.

Seungcheol le había dicho que lo amaba, ¿eso era verdad, no? ¿Seungcheol lo amaba como decía? Jeonghan quería creerse esas palabras, quería ser feliz sabiendo que es real.

Pero, ¿y si realmente no lo era?

¿Qué se supone que haría?

—Hola—Se sobresaltó al escuchar aquella voz a su lado—. lamento hacerte esperar tanto.

Ambos se encontraban sentados en una banca algo alejada del lugar acordado, sin embargo, aún podían tener una linda vista del paisaje justo frente a su ojos.

Seungcheol lo observaba de reojo, esperando ansioso alguna respuesta y esperó, por unos largos minutos qué los sintió eternos. A punto de soltar otras palabras Jeonghan lo sorprendió cuando este tomó una de sus manos y le dio un ligero apretón, sus manos eran tan frías y delgadas, las puntas de sus dedos parecían mezclarse entre un rojo y violeta. Inmediatamente tomó esa y su otra mano entre las suyas, las llevó a su boca y les dio calor, rozando estas varias veces con las propias.

Jeonghan lo observaba con una sonrisa oculta, con el corazón a punto de salirse y pequeñas lágrimas asomándose, haciendo ver sus lindo ojos brillosos.

—¿Estas cómodo hablando ahora sobre lo nuestro?

—¿Lo nuestro? ¿Qué es lo nuestro?—Preguntó fríamente.

Y todo lo que Seungcheol había prácticamente escrito en su mente, repitiendo las mismas palabras una y otra vez cuando lo tuviera frente a él, desaparecieron al escuchar su fría y suave voz.
Dejó un delicado beso sobre sus manos, Jeonghan sintió un repentino escalofrío recorrer su cuerpo. Lentamente retiro sus manos, colocándolas sobre sus muslos, su mirada hora dio con la de su acompañante, sus ojos tan obscuros y profundos adornados con esas largas pestañas y algunos mechones delgados de cabello platinado que los cubrían.

—Quiero que sepas mi historia con Jihoon... nadie lo sabe, ni siquiera mis padres tenían idea de mi relación con él. Es algo importante que necesito que sepas porque nunca pienso ocultar mi pasado de ti.—Jeonghan sintió su corazón dar un salto, no le pidió ninguna explicación sobre eso a Seungcheol, sin embargo, se sentía completamente feliz que lo hiciera. Asintió con su cabeza, recostado su cuerpo en el respaldo de la banca a la espera de aquella historia que nunca lo vino venir—. Lee Jihoon fue mi primer amor, un amor bastante complejo y confuso, me enamoré de él por la manera tan limpia que tocaba el piano, la pasión y el amor que se podía notar en él. Tengo más de diez años conociéndolo bien, siempre dependía de él, confiándole todo y a la vez ocultándole algunas cosas por temor. Estaba muy apegado a él hasta que finalmente me di cuenta que ese amor verdadero que sentía por él realmente nunca existió, era una simple excusa para tener la música cerca de mí—. Unos diminutos copos de nueve hicieron contacto con el cabello de Seungcheol, y así hasta que la ligera lluvia de estos comenzó, no era molesto ya que apenas comenzaba a nevar. Seungcheol llevó una de sus manos a su castaño cabello, Jeonghan no se inmutó cuando sus largos dedos hicieron contacto con su cabello.
Seungcheol había retirado un copo de nieve que quedó atrapado en este, una excusa tonta para poder mantener sus manos cerca de él.

—¿Nunca has amado?—Preguntó Jeonghan con las mejillas y nariz sonrojadas, el frío ya estaba haciendo de las suyas con el sensible cuerpo de Jeonghan.

—Sí, amo la música y a esto voy. Jihoon y yo siempre compartimos los mismos gustos por la música, el mismo amor y pasión por esta, es solo que Jihoon decidió elegir la música antes que él, no creo que puedas comprenderme, Jihoon es una persona difícil de tratar pero a la vez alguien fácil de romper. Siempre estuve allí para él, cegando a mis propios ojos cuando ambos estábamos juntos. En fin, Jeonghan, yo pude lograr encontrar mi felicidad en ti, sé que posiblemente sea tarde para hacerlo pero realmente me siento pleno cuando estoy contigo, eres tan placentero cuando te toco, es como tocar las suaves teclas de un piano, desearía tanto poder tocar una hermosa melodía en ti, escuchar tu armoniosa voz cerca de mi oído, verte ese arte que llevas dentro y fuera de ti.