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El día siguiente Jeonghan se limitó a salir de su habitación por solo pocas horas, ver a su padre le era difícil aún y su madre aún mantenía aquellas esperanzas que todo fuera como años atrás.

La cena fue silenciosa, al menos lo era luego de haber respondido las preguntas que su madre le hacía.

Dentro de la habitación pensaba de tanto y a la vez nada.
Su teléfono no recibió ninguna llamada o mensaje durante todo el día, y podía decirse que estaba decepcionado, realmente esperaba ver un mensaje de él luego de aquella fría y seca despedida.

Esa noche no durmió, quizá era el frío intenso que se colaba por la pequeña ventana mezclado con aquellos pensamientos sobre ver a su familia la noche siguiente o el temor de quedarse solo por el resto de su vida.

Sus ojos no dejaban de ver un punto fijo en aquella habitación, la música de piano que salia de su teléfono lo relajaba mas sin embargo no podía dormir por eso mismo.

Las horas pasaron y sus ojos se sentían cada vez mas pesados.

El canto de los grillos retumbaba en sus oídos, la luz de la luna que reflejaba parte de su rostro y fue en ese momento cuando sintió una rara sensación de humedad recorrer sus mejillas hasta que las gotas calleran en la cama, un sentimiento de pesadez y tristeza profunda inundó su cuerpo. Tomó las mantas y se cubrió entre ellas, abrazando su cuerpo con fuerza.
Su mano se movió involuntariamente buscando su teléfono y así marcar el número de teléfono de alguien en especifico.

El sonido de su teléfono lo despertó, sin abrir los ojos buscó en la mesita de noche su teléfono para así contestar sin mirar quién era el responsable de su despertar.

-¿Mhh?

-Necesito...-escuchó un suspiro antes de seguir hablando-. No me siento bien... puedes... ¿puedes calmarme?

Se levantó de golpe al escuchar aquella voz con claridad, esa voz mezclada con ligeros jadeos y un sollozo disimulado. Pasó una de sus manos por su cabello.

-¿Qué sucede?-Se golpeó mentalmente luego de haber analizado bien esa pregunta, él estaba seguro que Jeonghan no le diría qué sucedía realmente-. Tú... tranquilo, escucha mi voz.

-No puedo dormir, hay tantas cosas vagando por mi cabeza en este momento. ¿Crees que deba regresar ahora mismo? No me siento cómodo aquí.

-Deberías hacerlo pero, ¿tu madre no se sentirá mal por ello? Me habías mencionado que ella estaba ilusionada por tu regreso.

-Ella trata de ser buena, trata de amarme de nuevo y me sentiré horrible si renunció ahora...-WonWoo miro a su lado, asegurándose que su compañero no haya despertado aún. Con algo de dificultad se levantó de la cama, acomodó aquella camisa gigante que cubría su cuerpo desnudo y caminó fuera de la habitación, dejando a Mingyu solo.

-No lo harás, ella lo comprenderá... esperemos que sí.

-Yo...tampoco quiero regresar tan pronto. Seungcheol, ya sabes... quiero estar lejos de el por algo de tiempo.

-Haz lo que sea que creas conveniente pero no te hagas mas daño, por favor.

-Lo intentaré... por cierto, ¿por qué susurras? ¿no se supone que estas en tu apartamento?-WonWoo sonrió nervioso tras recibir aquella pregunta.

-Pues... digamos que Mingyu vino de visita hoy y... toque algunas canciones junto a él.-Una pequeña risa logró escucharse detrás de la línea, Wonwoo suspiro aliviado, por lo menos había hecho reír a su amigo para sacarlo de ese profundo hoyo obscuro en el que se encontraba.

-¿Te gustó tocar su guitarra? Mh, conociéndote bien, seguro te volviste loco.

-¡Oh, Jeonghan, cállate!

Una hora después de aquella grata conversación con Wonwoo, Jeonghan pudo dormir con tranquilidad, habiendo tomado ya la decisión de no hacerse ver vulnerable frente a las personas que alguna vez le hicieron daño, seguir con la cabeza en alto y no dejarse derrumbar por nada ni nadie.

sᴏᴍᴇᴏɴᴇ ᴛᴏ ʟᴏᴠᴇ - ᴊᴇᴏɴɢᴄʜᴇᴏʟ ᴀᴜ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora