sᴏᴍᴇᴏɴᴇ ᴛᴏ ʟᴏᴠᴇ - ᴊᴇᴏɴɢᴄʜᴇᴏʟ ᴀᴜ

extra 4

El día tan esperado finalmente había llegado.

Jeonghan y Seungcheol tomaron la decisión de su vida, una decisión que nunca antes se hubieran imaginado tomar con tan rapidez pero no hace poco tiempo esta idea lo tuvieron en sus planes a futuro como una pareja formal.

Jeonghan movía algunas cajas que se encontraban fuera del apartamento nuevo, colocando estas a un lado de la puerta ya dentro del lugar. Seungcheol se movía de un lado a otro con el teléfono celular pegado a su oído mientras le explicaba al conductor del gran camión de mudanzas que transportaba sus cosas dónde era exactamente su nuevo hogar, teniendo dificultades con este ya que hacerle entender a un señor de 60 años que usar el GPS era más fácil y rápido era una dura tarea.

—Amor, ya están las cajas dentro... iré a tomar una ducha.—Habló Jeonghan por lo bajo, llamando la atención de su novio, quién rápidamente se acercó a este y dejó un tierno beso sobre sus labios, susurrando un "de acuerdo".

El primer día no resultó como lo planeado. El camión de mudanzas tardó más de lo esperado y la llegada de este a su nuevo apartamento se aplazó para el día siguiente, dejado a Seungcheol a punto del colapso de tanto estrés. Y es que la palabra "mudanza" parecía ser una acción simple, mover las cosas a otro lugar y ya, pero no era así.

Y posiblemente se arrepentía de no haber pedido ayuda a Jeonghan en todo ese largo proceso pero le importaba más que este no moviera ni un solo dedo, quería que todo estuviera listo para solo disfrutar del lugar, disfrutar sus vacaciones de año nuevo en aquel amplio y moderno apartamento. Pero en parte, sabía que su novio no se quedaría de brazos cruzados, ayudándolo a empacar algunas cosas necesarias.

—Te dije que era necesario traer con nosotros estos sacos para dormir—Habló Jeonghan extendiendo uno de estos sacos color verde menta, dejando en el frío suelo. Se sentó sobre este y observó a su novio con los brazos cruzados y el ceño fruncido—. Sé que no salió como lo planeabas al principio pero no debes porqué enojarte por esto, son cosas que pasan y quedarán como un lindo recuerdo en un futuro, ahora, ven aquí.—Jeonghan extendió ambos brazos a su dirección, abriendo y cerrando sus manos.

Seungcheol por más que quisiera mantener una postura dominante y sería, simplemente no podía cuando se trataba de Jeonghan y lo adorable que este llegaba a ser.

Sin decir palabra alguna, se acercó al contrario y tomó asiento a su lado, abrazándolo por la espalda. Dejó pequeños besos en su hombro desnudo ya que la playera que este llevaba era de una talla más grande de la que acostumbraba vestir.

—Estoy enojado, ¿me dejas hacértelo para que el enojo se vaya?—Jeonghan no pudo evitar soltar una pequeña carcajada. Volteo su rostro para verlo a los ojos, murmuró un pequeño "no" que dejó a Seungcheol confundido, y es porque Jeonghan nunca se negaba aún cuando ambos no tenían el tiempo suficiente—¿Y eso a qué viene? —Jeonghan volteó su cabeza, viendo al frente. Seungcheol apoyó la suya sobre el hombro de su novio y suspiró.

—El suelo es incómodo. Vamos a dormir, Cheollie.—Y cayó nuevamente por Jeonghan tras escuchar aquel lindo apodo que lo hacía sentir amado.

Y por más incómodo que resultará dormir en el suelo, Jeonghan y Seungcheol pasaron su primera noche con una sonrisa en su rostro, unos cuantos besos antes de caer definitivamente por el sueño.

(...)

La mañana siguiente transcurrió interesante y confusa por la nueva rutina que estos llevarían al estar juntos.

Jeonghan acostumbrado a su horario a tempranas horas del día, ya se encontraba de pie a las 5 de la mañana, con una lata de café qué compró en la máquina expendedora de bebidas a unos pasos del edificio. Miraba por el gran balcón de la habitación principal, que sería de ambos, el lindo paisaje. Algunas casas pequeñas rodeadas de algunos árboles con adorables flores. La vista lejana a la playa más cercana del lugar, el cielo dando lo buenos días con el espléndido Sol asomándose lentamente.

Suspiró, volteó su cabeza a donde Seungcheol dormía en el suelo, su cabello desaliñado y sus labios abultados, la luz del Sol ya entraba por el balcón alumbrando con la cálida luz el rostro de su novio. Jeonghan sintió una calidez inmensa en su pecho al ver esa hermosa escena ante sus ojos.

Era la primera vez que eso sucedía y no iba a negar que lo amaba tanto. Nunca se arrepentiría de haber tomado esa decisión en su vida.

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Es corto pero quería escribir sobre esto❤️🌹