Capítulo 11

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No me detuve en mi trayecto hacía la cafetería, vislumbré a mis amigos los cuales al parecer seguían sentados en el mismo sitio de siempre inmersos en conversaciones entre ellos. Bonnie me miró confundida mientras caminaba hacia ellos.

-¿No deberías estar castigada? -me preguntó cuando llegue a su lado -.

-Claro que no - hice una mueca - me siento mal, quería avisarte de que me voy a casa -mentí, encogiéndome de hombros -.

De ninguna manera iba a ir a aparecer por clase de matemáticas. Tenía 0 probabilidades de terminar esa hora sin querer tirarle una silla a Liam. No necesitaba ver a ese estúpido otra vez el día de hoy, si lo hiciera probablemente en el mejor de los casos terminaría estallando la tercera guerra mundial o en el peor de los casos lo besaría. Y como no podría hacer exactamente ninguna de esas cosas en una clase llena de estudiantes sería mejor que me fuese a casa.

-¿Te encuentras mal? ¿No estarás embarazada verdad? -bromeó Bonnie, mirándome con una mueca de horror en su cara -.

-Sí, ¿Cómo lo adivinaste? Estoy solo de tres meses, debería notarse ya -bromeé, tocando mi barriga -.

Por el rabillo del ojo pude ver como el cuerpo de Tyler se tensó mientras me miraba con los ojos muy abierto. Solté una carcajada.

-Relájate, estaba bromeando -Le guiñé un ojo -.

Él suspiró.

-April, por un momento me asustaste -musitó -.

-Lo siento, Tyler -sonreí - Bonnie ¿puedes hacerme un favor? No tengo mi teléfono, ya que ha sido secuestrado por cierto individuo que no voy a nombrar. Así que no te molestes en mandarme un mensaje u otra cosa.

Me encogí de hombros.

-¿Quién secuestro tu teléfono? -preguntó Tris frunciendo el ceño y agarrando su móvil como si fuese a desaparecer -.

Tris era una de esas personas que creía que estaba indefensa sin un teléfono. Probablemente tendría un pequeño ataque al corazón si no lo tuviese con ella todo el tiempo.

-El chico nuevo -murmuré sin querer decir su nombre -.

Toda la gente en la mesa se río. Tris en cambio me miró con los ojos entrecerrados.

-Ese chico es impresionante, divertido, inteligente -comenzó a decir - pero parece que tu no lo entiendes aún, todos los demás lo adoran; él es la mejor cosa que le ha pasado a este instituto desde que alargaron unos minutos más la hora del almuerzo.

Y ahí estaba ella defendiéndolo otra vez. ¿Sera la presidenta de su club de fans y aun no me he enterado? Es lo más probable.

-¿En serio? Vaya, deberías decírselo, estoy segura de que te ganarías una de esas sexys sonrisas -conteste sarcásticamente -.

¿Cómo se atrevía ese imbécil de Liam a venir aquí y dar clases, consiguiendo tener a todos comiendo de la palma de su mano tan rápido? 

Era injusto.

-Os veo mañana chicos - les dije mientras me giraba y salía de la cafetería -.

Justo cuando llegué a la puerta de la entrada alguien me agarró de la mano, haciendo que me dolieran un poco por las heridas del día de ayer. Me volví enfadada, esperando ver a Liam allí diciéndome que tendría que volver al castigo. 

Pero no era él, sino Tyler.

-¿Cómo vas a volver a casa? -preguntó, mirándome preocupado -.

Me encogí de hombros en respuesta.

-Caminando – contesté -.

Él suspiró y puso su brazo alrededor de mi hombro.

No sé qué somosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora