No me detuve en mi trayecto hacía la cafetería, vislumbré a mis amigos los cuales al parecer seguían sentados en el mismo sitio de siempre inmersos en conversaciones entre ellos. Bonnie me miró confundida mientras caminaba hacia ellos.
-¿No deberías estar castigada? -me preguntó cuando llegue a su lado -.
-Claro que no - hice una mueca - me siento mal, quería avisarte de que me voy a casa -mentí, encogiéndome de hombros -.
De ninguna manera iba a ir a aparecer por clase de matemáticas. Tenía 0 probabilidades de terminar esa hora sin querer tirarle una silla a Liam. No necesitaba ver a ese estúpido otra vez el día de hoy, si lo hiciera probablemente en el mejor de los casos terminaría estallando la tercera guerra mundial o en el peor de los casos lo besaría. Y como no podría hacer exactamente ninguna de esas cosas en una clase llena de estudiantes sería mejor que me fuese a casa.
-¿Te encuentras mal? ¿No estarás embarazada verdad? -bromeó Bonnie, mirándome con una mueca de horror en su cara -.
-Sí, ¿Cómo lo adivinaste? Estoy solo de tres meses, debería notarse ya -bromeé, tocando mi barriga -.
Por el rabillo del ojo pude ver como el cuerpo de Tyler se tensó mientras me miraba con los ojos muy abierto. Solté una carcajada.
-Relájate, estaba bromeando -Le guiñé un ojo -.
Él suspiró.
-April, por un momento me asustaste -musitó -.
-Lo siento, Tyler -sonreí - Bonnie ¿puedes hacerme un favor? No tengo mi teléfono, ya que ha sido secuestrado por cierto individuo que no voy a nombrar. Así que no te molestes en mandarme un mensaje u otra cosa.
Me encogí de hombros.
-¿Quién secuestro tu teléfono? -preguntó Tris frunciendo el ceño y agarrando su móvil como si fuese a desaparecer -.
Tris era una de esas personas que creía que estaba indefensa sin un teléfono. Probablemente tendría un pequeño ataque al corazón si no lo tuviese con ella todo el tiempo.
-El chico nuevo -murmuré sin querer decir su nombre -.
Toda la gente en la mesa se río. Tris en cambio me miró con los ojos entrecerrados.
-Ese chico es impresionante, divertido, inteligente -comenzó a decir - pero parece que tu no lo entiendes aún, todos los demás lo adoran; él es la mejor cosa que le ha pasado a este instituto desde que alargaron unos minutos más la hora del almuerzo.
Y ahí estaba ella defendiéndolo otra vez. ¿Sera la presidenta de su club de fans y aun no me he enterado? Es lo más probable.
-¿En serio? Vaya, deberías decírselo, estoy segura de que te ganarías una de esas sexys sonrisas -conteste sarcásticamente -.
¿Cómo se atrevía ese imbécil de Liam a venir aquí y dar clases, consiguiendo tener a todos comiendo de la palma de su mano tan rápido?
Era injusto.
-Os veo mañana chicos - les dije mientras me giraba y salía de la cafetería -.
Justo cuando llegué a la puerta de la entrada alguien me agarró de la mano, haciendo que me dolieran un poco por las heridas del día de ayer. Me volví enfadada, esperando ver a Liam allí diciéndome que tendría que volver al castigo.
Pero no era él, sino Tyler.
-¿Cómo vas a volver a casa? -preguntó, mirándome preocupado -.
Me encogí de hombros en respuesta.
-Caminando – contesté -.
Él suspiró y puso su brazo alrededor de mi hombro.
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No sé qué somos
Teen FictionApril es una chica de 17 años, que disfruta del verano antes de su último año de instituto. Ella como toda adolescente esta en esa edad en la que un no siempre puede llegar a ser un sí, incluso colarse con carnet falso en una discoteca con sus amiga...