Esa noche me resulto difícil conseguir quedarme dormida. Solo pensaba en lo cerca que sus labios habían estado de los míos, y en cómo había esbozado esa pequeña y sexy sonrisa que parecía ser solo para mí. Nunca lo había visto sonreír así para nadie más. Eso debía significar algo, ¿no es cierto?
Durante el trascurso de mi noche de insomnio me convencí a mi misma de que, de alguna manera, eso significaba algo. Él sentía debía de sentir algo másque simple atracción sexual. Tenía que ser así.
De todas formas había decidido seguir adelante con la decisión que había tomado el fin de semana anterior, peores cosas ocurren cada minuto de cada día alrededor del mundo y esto no debería preocuparme más tiempo.
Necesitaba hablar con ély ver exactamente que estaba ocurriendo en esa cabeza suya. Si él me decía que sólo era atracción sexual entonces lo dejaría y seguiría adelante, si quería más que eso, tendríamos que trabajaren buscar una solución. Me negué a seguir confundida. Él solo tenía que decirme la verdad de una vez por todas. Eso era todo.
Sabía que no podría dejar de pensar en él de la noche a la mañana, pero si no me quería, haría todo lo posible por olvidarlo.
A la mañana siguiente, después de sopesar mis opciones, me sentía fatal y al mirar mi reflejo en el espejo comprobé que me veía mucho peor. Ninguna cantidad de corrector iba a poder cubrir las ojeras que tenía, asíque no me molesté en disimularlas. Me puse la primera ropa que vi en el armario y bajé las escaleras para esperar a Bonnie.
Cuando oí el sonido de su coche caminé lentamente hacía él. Sabía que me torturaría con el tema de Liam, al fin y al cabo, lo hacía todas las mañanas. Contuve la respiración mientras subía al coche, pero fue inevitable. Durante los quince minutos que duró el trayecto me dijo una y otra vez los beneficios que tendría yo si salía con otra persona.
Insistía en que el ideal era Justin, casualmente había escuchado que yo le gustaba y quería invitarme a salir. Hasta sugirió que volviese a acostarme con Tyler en un intento de sacarme de la cabeza a mi ex: esas fueron sus palabras exactas. Solo sonreí y puse los ojos en blanco, no quería más confrontaciones sobre el tema. No podía tomar una decisión firme hasta que no hablara con Liam.
Cuando llegamos al instituto, le dije a Bonnie que pasaría por la enfermería a pedir una pastilla para el dolor de cabeza, pero en vez de eso, me dirigí al aula donde impartía clases Liam. Ya está. De una vez por todas iba a averiguar qué quiso decir ayer. Solo tenía una oportunidad,una sola oportunidad. Si él me quería, lo tendría que admitir.
Me detuve frente a su aula y cogí aire profundamente tratando de calmar mis nervios, y tener el coraje para continuar con este plan tan tonto.
¡Se valiente April!
Justo cuando estaba apunto de entrar, oí una carcajada. Me detuve en seco y miré a escondidas a la señorita Teller, la profesora de arte, de pie muy cerca de Liam. Estaba riendo y poniendo un mechón de su cabello sobre el hombro mientras le sonreía seductoramente. No podía ver con claridad qué estaba haciendo él porque estaba de espaldas a mí,pero no tenía ninguna duda de que disfrutaba de la atención.
La señorita Teller era preciosa y muy joven para ser maestra; tendría 26 años, más o menos. La mayoría de los chicos de la escuela estaban encaprichados con ella y no podía culparlos. Ella era alta, de figura atlética,largo cabello rubio ceniza, ojos enormes y azules y unos pechos más grandes que el promedio de la gente y por supuesto no le importaba enseñarlos, con sus reveladoras y provocativas camisas.
Sentí como comenzaba a morirme de celos cuando ella puso una mano en el antebrazo de Liam.
-Eso me gusto, realmente haces interesante este lugar Liam -ronroneó mirándolo a través de sus pestañas -.
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No sé qué somos
Teen FictionApril es una chica de 17 años, que disfruta del verano antes de su último año de instituto. Ella como toda adolescente esta en esa edad en la que un no siempre puede llegar a ser un sí, incluso colarse con carnet falso en una discoteca con sus amiga...