Capítulo 25

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Sus ojos hipnotizaban a los míos, y una pequeña sonrisa comenzaba a esbozarse en su rostro. Lleve mi mano a su cabello, y hundí mis dedos en él. Mientras tanto su mano acariciaba mi espalda ,despacio, haciéndome estremecer por el deseo contenido. Justo cuando creí que no podía resistirme más a la provocación, él comenzó a aproximar lentamente su rostro más cerca del mío. Mi corazón en respuesta comenzó a latir de alegría ante la idea de que me besara, si me besaba, entonces esto significaría que todavía me quería y todo lo que había hecho por mí desde que lo habíamos dejado realmente significó algo para él.

¿Tendría razón Bonnie sobre el hecho de que todavía me quería? Él no podía estar mirándome como una alumna; porque su boca estaba ahora peligrosamente cerca de la mía. Cada centímetro de su cuerpo endurecido y tonificado estaba presionado contra mí, y yo apenas podía contenerme de chillar por la excitación.

Cuando sus labios estuvieron a punto de tocar los míos, la puerta del dormitorio se abrió otra vez y los pasos de Bonnie comenzaron a llegar en nuestra dirección. Liam gimió cuando se separó de mí. La desilusión me inundó. ¡Por dios, Bonnie, márchate! Le miré en un tono suplicante. Él sonrió tristemente cuando retrocedió y dejé que sus brazos se apartaran de mi cintura.

Él seguía haciendo esto todo el tiempo, y esa situación me mataba. Un minuto parecería que iba a besarme y en el siguiente volvía a ser sólo un profesor otra vez. Era como si quisiera ilusionarme de nuevo, sólo para entonces poder arruinarlo por diversión o quien sabe qué. ¿Pero ese no podría ser el motivo, verdad? Quizás era sólo que no podía contenerse, él había sido un mujeriego antes de que nos conociéramos, después de todo, así que probablemente no estaba acostumbrado a estar cerca de una chica que le gustaba y no hacer algo. Siempre que él quería a una chica no tenía problema en conquistarla. Creo que para él era un poco difícil estar cerca de mí a veces debido a esto. Sólo deseé ser más que sexo para él, esperaba que quisiera algo más que sólo mi cuerpo.

Suspiré y me obligué a no llorar. Estaba cansada de esta situación infernal.

—Iré a por mis cosas, y estaré lista para irme -mascullé mientras Bonnie entraba en la cocina -.

Ella parecía un poco avergonzada; como si hubiera interrumpido algo. Resistí al impulso de fulminarla con la mirada por arruinar mi casi beso con Liam por segunda vez en la misma mañana. Primero arruinó mi abrazo y ahora había arruinado un beso y una posible sesión de más besos. Adoraba a mi mejor amiga, pero a veces podía realmente estrangularla.

-Tienes tu macuto allí, Lo saqué del coche de Dylam anoche -murmuró Liam, frotándose la nuca y mirando a todas partes menos a mí -.

-Gracias, tardare sólo un par de minutos – asentí -.

Agarré la mano de Bonnie y la lleve al dormitorio conmigo, no quería dejarla sola con Liam. Las cosas ya eran lo suficientemente incómodas como para estar agregándole presión o pequeños comentarios sobre nosotros diciendo que éramos una pareja adorable o algo por el estilo.

Ella me miró con curiosidad cuando cogí mi bolso comencé a quitarme la ropa de anoche con la cual había dormido.

-¿Vas a decirme por qué sigues disparándome miradas asesinas? -preguntó, riéndose mientras se sentaba en el borde de la cama -.

Suspiré y cerré los ojos.

-Liam iba a besarme pero saliste del cuarto -admití de mala gana -.

Ella chilló y prácticamente boto en la cama. La callé y me estremecí, esperando que Liam no escuchara esto y se preguntara qué pasaba.

-¡Lo siento tanto! -susurró -.

Suspiré y me puse unas mallas de deporte, y una sudadera de mi bolso.

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