-¿Él es qué? -gritó, sacudiendo la cabeza con incredulidad - ¿El Sr. Crowell? ¿Es broma? ¿Un profesor? Dime que es una broma, April, ¿hablamos de la misma persona? ¡esto es una locura!.
Inmediatamente lamentaba mi decisión de contarle todo a Tyler. Él enfado que pude ver reflejado en su rostro me hizo estremecerme, y también pude ver mucho daño. Odiaba el hecho de hacerle daño, Tyler no merecía ser herido.
-Tyler, cálmate -le supliqué, dándole mi mejor cara persuasiva-.
Frunció el ceño y sacudió su cabeza otra vez, sus manos estaban aferradas a su cabello.
-¿Hablas en serio? ¿De verdad estás saliendo con el señor Cowell? - preguntó -.
Asentí con la cabeza confirmando sus palabras.
-Sí, estoy enamorada -susurré, mirándolo con un tono de disculpa -.
Me miró con escepticismo.
-¿Lo quieres? ¿Cómo se puede amar a un hombre que saldría con una menor de edad? ¡Se está aprovechando de ti! -Me gritó, mirándome como si yo fuera estúpida-.
Podía sentir la ira hirviendo dentro de mí, poniéndome de pie también.
-¡No se está aprovechando de mí! ¿Puedes controlarte un minuto y dejar que te lo explique? -dije, alzando mis manos con exasperación-.
Se rió entre dientes.
-Claro, adelante, dime algo que me haga creer que este tipo no es un maldito pervertido que está abusando de su posición en el instituto para acosar a menores de edad -gruñó sarcásticamente -.
-Solo es cuatro años mayor que yo – me defendí -.
Tyler resopló.
-Sigue siendo tu profesor – contestó -.
Mi mano se moría de ganas de abofetear su cara porque le estaba faltando el respeto a Liam, pero contuve mi ira. Sabía que Tyler sólo estaba diciendo esas cosas porque estaba preocupado por mí. Él me estaba defendiendo. Él no conocía como habían sucedido las cosas.
La mayoría de las personas vería nuestra relación a través de los ojos de Tyler y yo tenía que tener en cuenta que sólo estaba tratando de ayudarme.
-Cuando lo conocí en verano no le dije qué edad tenía, empezamos a salir y pensó que yo era mayor. Cuando nos dimos cuenta de que era mi profesor y que yo sólo tenía diecisiete años, él me dejo instantáneamente; me dijo exactamente lo mismo que tú me acabas de decir. No es una mala persona, Tyler. Por favor, sólo cálmate y escúchame un minuto -le rogué-.
Su rostro se suavizó un poco.
Yo sabía que él no estaría enfadado conmigo para siempre, podía confiar en Tyler para que cuidara mi espalda si me hiciese falta, solo debía calmarse una vez que hubiese superado el shock inicial.
-Si él no es una mala persona, entonces ¿por qué diablos está saliendo con una de sus estudiantes? Está enfermo, toda esta situación es enferma e ilegal -replicó él, cruzando sus brazos sobre su pecho defensivamente-.
Sentí mi barbilla temblar mientras las lágrimas comenzaron a acumularse en mis ojos. Odiaba que la gente pudiera pensar eso de Liam. Cerré los ojos y negué con la cabeza.
-No puedes elegir de quién te enamoras -susurré con tristeza-.
Una lágrima resbaló por mi rostro. El gruño.
-No llores, sabes que odio cuando lloras -gimió, envolviendo su brazo alrededor de mí y abrazándome-.
Presioné mi cara en el hueco de su cuello e hice un par de respiraciones profundas, tratando de calmarme mientras él acariciaba mi espalda. Podía sentir todos sus músculos agarrotados y tensos, probablemente debido a la situación y la dirección de la conversación en la que estábamos.
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No sé qué somos
Teen FictionApril es una chica de 17 años, que disfruta del verano antes de su último año de instituto. Ella como toda adolescente esta en esa edad en la que un no siempre puede llegar a ser un sí, incluso colarse con carnet falso en una discoteca con sus amiga...