Cuando llegue a Vancouver, me encontré con Frank, el chófer personal de mi madre, él era un hombre de unos sesenta años, cuando lo conocí en Miami, fue un tipo que me cayó super bien.
-Hola, Frank.- salude.
-Buen día señorita, ¿Que tal el vuelo?
-Tedioso.- levante mis hombros.- pero me encanta estar aquí.- le dije emocionada.
-Lo noto señorita.- él tomo mis maletas, ambos comenzamos a caminar para salir del aeropuerto.- su madre la espera en la empresa.-me comenta cuando llegamos al coche y él comienza a guardar mis cosas, suspiré.
-Vamos a casa primero, quiero ducharme, ya luego me llevas donde mi madre.- él asiente.
Me meti al coche, Frank comenzó a conducir, realmente Vancouver era otra cosa, me encantaba como era la ciudad.
-Llegamos.- le asentí.- la recojo en una ¿hora?
-Si, por favor.- me gire y entre a casa, ya ahí, mire la grandiosa casa que tenia mi madre.
-Buenos días, señorita Tovar.- me gire a ver a la muchacha.
-Buen día.- le sonreí.
-¿Desea comer algo?.- le negué con la cabeza.
-Me gustaría ir a mi habitación a tomar una ducha.
-Claro acompañeme.
La chica que me saludo no sería mayor que yo.
-Disculpa.- la llame cuando íbamos subiendo las escaleras, ella se giro a verme.- ¿Que edad tienes?.- ella levanta su ceja.
-Tengo veinte años.- abrí mis ojos.
-¿Estudias?.- ella soltó una sonrisa irónica.- disculpa que te haga esta pregunta.- baje mi cabeza algo avergonzada.- pero.. - lleve mi mano a la nuca.
-No sé preocupe señorita.- me sonríe.- si estudio, yo no trabajo directamente para su madre.- suspira pesadamente.- mi madre está enferma, no quiso perder su empleo y soy su reemplazo.- le asentí.
-¿Mi madre la iba a despedir si no venía a trabajar?.- realmente estaría indignada con mi madre si hiciera algo así.
-No.- me vuelve a sonreír.- ella quiso poner a alguien en su lugar, le seguiría pagando su sueldo aunque ella no viniera a trabajar, pero ambas nos negamos y en vez de eso vine a reemplazarla.
-Vale, comprendo.- la chica asiente, se gira y comienza hacer el recorrido de antes.- ¿Como te llamas?
-Me llamo Leyla.- me mira sobre su hombro.
-Bonito nombre.- ella baja su cabeza algo sonrojada, su reacción me incómodo un poco.- disculpa, si te molesto con tanta pregunta.
-No hay problema, Señorita Tovar.- se para delante de una puerta.- Esta será su habitación.- me dice mientras abre las puerta y me quede anonadada con lo que veía, la habitación era sumamente grande, tenía en un lado unos muebles, enfrente de estos tenía un gran plasma y debajo de este había una chimenea, en medio de la habitación se encontraba mi cama de dos plazas.
-¡Waow!.- susurre.
-Aún no ha visto su armario.- abrí mis ojos.
Ella abrió las puertas del armario, y Dios que grande era, tenía para guardar mucha ropa, había zapatos que de seguro mi madre me había comprado, en medio había un gran espejo y.. Dios que grande.
-Mi madre sabe que solo estaré poco tiempo, ¿aquí?
-De seguro desea que se enamore de Vancouver.- me señala la ventana que había en la habitación me acerque y desde ahí vi el gran lago que había.
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La Novia de mi Hermano
Teen FictionEma una chica que había crecido en una familia no tan convencional, que quiero decir con eso, es que ella tiene dos padres y uno de ellos es su papá biológico. Tiene un hermano que es un año mayor que ella, ambos se llevan bien, siempre se cuidaban...