Amigos, en las buenas y en las malas [TodoBaku]

¿Como uno se enamora?

Todoroki tenía una letra digna de alguien del siglo pasado. Pulcra, elegante y como su dueño, pocas letras pero explicaciones sumamente detalladas.

Bakugou se sentía inexplicablemente molesto al no poder encontrarle ningún fallo.

— ¿Que pasa? —quiso saber el bicolor al verlo con el ceño tan fruncido.

—Simplenente, te odio. Maldito perfeccionista —gruño mientras le devolvía su hoja de papel —Esta bien.

Estaba más que bien. El ensayo de literatura que había hecho el más alto era perfecto. Pero no pensaba decírselo. No le daría el gusto que le viera haciéndole un cumplido.

Shoto reprimió una sonrisa divertida y Katsuki se tiró en el piso de la sala. Emiko jugaba un poco lejos de ellos, explorando el lugar donde no había estado antes.

Resultó que pese a que sus compañeros Aoyama, Tohru, Mineta y Sato supuestamente se iban a quedar en los dormitorios durante las vacaciones cuando ellos volvieron el domingo por la tarde no había nadie y en cambio, su profesor titular había dejado una nota en la puerta del edificio.

La nota decía lo siguiente.

La red wifi de Yuei estará en mantenimiento por unos cuantos días. Por lo tanto, aquellos alumnos que desean volver a sus cosas o necesiten contactar con sus familiares, hagan el favor de acercarse al edificio principal.

La conexión a internet era la vida para un adolescente. Por lo tanto, era de esperarse que sus compañeros se hubieran esfumado con sus pocas pertenencias —debido a lo improvisado del viaje— rumbo a sus casa, prefiriendo convivir con sus familias a dejar de usar sus celulares o computadoras.

Aizawa como el profesor responsable que era había ido a los dormitorios el lunes pero cerciorarse que alumnos habían quedado y cuales ya no estaban. Todoroki había estado en ese momento en las cocinas y le respondió que Bakugou también estaba en los dormitorios, a esa hora durmiendo. Aunque en realidad estaba alimentando a la bebé.

El mayor lo pensó, tenía únicamente a dos chicos en los dormitorios y eran de lo mas tranquilos estando solos. No parecían afectados por la falta de conexión a internet. Así que los dejo por su cuenta, sin la preocupación de tener que volver a los dormitorios y que en el caso de que quisieran irse, solo debían acudir al edificio principal para llamar a sus hogares.

Se podría decir en síntesis que tenían todo el edificio de dormitorios para ellos tres y viendo que sus compañeros no volverían hasta el último día de las vacaciones, eligieron sacar a Emiko a explorar. Aunque siempre estaba bajo su vigilancia.

Cómo en ese momento que estaban en la amplia sala de estar, sentados en el piso con una mesa de por medio y con la bebé gateando a unos metros mientras ellos hacían sus tareas de forma meticulosa.

La verdad, ni Todoroki ni Bakugou necesitaban que el otro supervisará sus tareas. Pero el primero encontraba muy divertido las muecas que hacía el segundo al revisarla, así que se lo pedía cada tanto y el contrario aceptaba pese a saber que se disgustaría de inmediato.

En un momento dado, cuando los dos intercambiaban opiniones sobre una tarea infinitamente larga de historia, Emiko se subió al regazo de Shoto para reclamar su atención y que jugará con ella.

—Gee, guee.

— ¿La pelota? Bien —entendió el bicolor sacando una pequeña pelotita roja de uno de sus bolsillos y tirándola —Ve por ella.

—No es un maldito perro —bufo el cenizo.

Sin embargo, la bebé gateo a toda prisa tras la pelota y se rió triunfante cuando la tuvo entre sus manos. Bakugou estuvo a atento por si se la metía a la boca pero aunque la rozaba con sus labios, no lo hacía. Luego, volvió gateando igual de rápido hasta el regazo de Todoroki e insistente le puso la pelotita en el pecho para que volvería a lanzarla.